tag:blogger.com,1999:blog-64072154674869949942024-03-12T16:13:32.360-07:00La AnticlaseAlgunas ideas sobre la crónica periodísticaDaniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.comBlogger43125tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-61948212801494653512014-12-01T05:27:00.004-08:002014-12-01T05:27:57.751-08:00Misterioso sacrificio ritual<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt; text-justify: inter-ideograph;">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdWlKhJ7RD0HIftHA8VAFarxiin_CULoxMeuKJcUeNBi8EXN2ueATi_BJoYiN_gNDiQ2jgwyBBZCIKwDPM4GkNQ1RzlHpsXb6a8LTyTRsyUKmtqR1bo_yYuzeJLJMR0eDtHbGT5RoMwyY/s1600/Miguel+Prenz.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjdWlKhJ7RD0HIftHA8VAFarxiin_CULoxMeuKJcUeNBi8EXN2ueATi_BJoYiN_gNDiQ2jgwyBBZCIKwDPM4GkNQ1RzlHpsXb6a8LTyTRsyUKmtqR1bo_yYuzeJLJMR0eDtHbGT5RoMwyY/s1600/Miguel+Prenz.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";"> <b><span style="font-size: x-small;">Miguel Prenz</span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";">Miguel Prenz logró algo que
parece imposible: hacer de un caso escalofriante una crónica accesible y<span style="color: red;"> </span>entretenida; morbosa pero interesante. Estudió en
detalle lo ocurrido y construyó un relato que incluye giros inesperados para no
aburrir al lector.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";">La Misa del Diablo comienza
con una breve descripción del hecho: se trata del asesinato de un niño de once
años con las características de un sacrificio ritual. Para esto ubica en tiempo
y espacio lo ocurrido: Corrientes, ciudad de Mercedes en octubre del 2006.
Presenta someramente a varios de los que conformarán el relato a medida que
este avanza: además de la familia de Ramoncito -la víctima- hablará de varios
vecinos y conocidos, entrevistará a algunos de los acusados y testigos clave y
al equipo que se dedicó a investigar el caso para la Justicia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";">Poco a poco, se va acercando
al núcleo de los protagonistas abordando primero a los personajes más
circunstanciales para luego llegar a los testigos clave y participantes activos
del hecho. De esta manera logra espaciar estratégicamente la información para
generar asombro y retener al lector. Con el correr de las páginas, distintos datos
sufren modificaciones y abunda la falta de certezas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";">Comienza con una declaración
de Ramonita –testigo presencial del caso- que recapitula lo ocurrido en el
supuesto sacrificio umbanda que tuvo como fin la decapitación de Ramoncito:
esta parte, aunque espantosa e impactante por su contenido, es predecible en lo
que respecta a la estructura de la crónica. Hace un repaso de los días previos
al asesinato y la forma que tomó el rito, los diálogos de los asesinos, sus
vestimentas y otros datos referentes a la situación. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";">El autor entrevista a los
imputados y comienza a plasmar sutilmente su postura a través de sus sensaciones.
Los describe sospechosos, incluso villanos, de una forma encantadora y
convincente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";">Luego, retoma las
declaraciones de Ramonita sobre la madre del niño, a quien veníamos
considerando una víctima más del hecho: dice sin vueltas que ella fue la
entregadora. Este giro es completamente sorpresivo y logra el efecto buscado:
atrapar. Prenz hace que en este punto sea imposible abandonar la lectura. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";">Con el fin de lograr un relato
con giros y novedades pero evitar confusiones, coloca una declaración sorpresiva
e inmediatamente retrocede en el tiempo para explicar de qué se trata. Prenz recapitula
y menciona brevemente de qué forma venían sucediendo las cosas para que quede
claro el salto en la narración y no deja de lanzar interrogantes que no han
tenido respuesta, como la pregunta sobre los autores intelectuales del hecho.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Cambria","serif";"> Rocío Zanini <o:p></o:p></span></div>
</div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-15134071889696385732014-12-01T05:10:00.002-08:002014-12-01T05:10:48.719-08:00La práctica del salto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje_EgmNvTo9-FsRUy3lx8VtljNvG-aMscOf05dD60IBQvpAs7Alz0N6ZTaACwyn0i5N9G5RSzW_pGZ7qGH5HWG0CIlDrTiPUztboVfKfr8pjqRVd4ov_ArDYbCOMKT3q-KH_hKBBI7O00/s1600/image001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEje_EgmNvTo9-FsRUy3lx8VtljNvG-aMscOf05dD60IBQvpAs7Alz0N6ZTaACwyn0i5N9G5RSzW_pGZ7qGH5HWG0CIlDrTiPUztboVfKfr8pjqRVd4ov_ArDYbCOMKT3q-KH_hKBBI7O00/s1600/image001.jpg" height="193" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">A
toda esa tierra, a todo ese sol que impacta sobre la tierra, y a todo ese verde
que crece con la lluvia y con el sol desde tiempos inmemoriales, en un momento
dado, por una iniciativa política amparada en una necesidad demográfica, se lo
llamó localidad. Y a esa localidad se la llamó Tierras Altas<span style="color: red;">. </span>Y Celia, que vive en la localidad de Tierras Altas,
no entiende por qué le pusieron Tierras Altas si las tierras son medias o bajas
y entonces siempre se inunda y ella la pasa mal. Pero aunque el agua se
estanque, trepe hasta sus rodillas y las bolsas mal cerradas de basura merodeen
el frente de su casa, tal vez por costumbre, por comodidad, o mejor, para
hacerse entender, Celia seguirá llamando Tierra Altas a las tierras medias y
bajas donde vive. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Celia
tiene ocho hijos. Antes de morir su marido le dijo: <i>“comprate una casa que quede cerca de la estación”</i> y Celia se mudó,
con sus ocho hijos, a esta casa que compró a la vuelta de la estación. Eso fue
en el año 1990. Antes, unos años antes, la estación no existía, y cuando algo
no existe, las historias se multiplican. Del cruce de los relatos que ofrecen
el ferretero y la secretaria de la intendencia de Tierras Altas, surge un texto
que dice más o menos así: (Se sugiere acompañar con una melodía animada y
juguetona, puede ser <i>“Tierra querida”</i>
de Astor Piazzolla, fácil de encontrar en Grooveshark o Spotify).</span> <span style="color: red;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">“En un momento dado, un poco después de la estación Grand
Bourg, y mucho antes de la estación Tortuguitas, los muchachos saltaban del
tren. Caían parados, y si había llovido hacían un surco en la tierra; y si la
tierra estaba dura, amortiguaban con los tobillos. Pero las chicas no, y menos
con los nenes chiquitos. Ellas bajaban en Grand Bourg y caminaban. Después se
encontraban con los muchachos en la casa, o peor: a mitad de camino, porque los
muchachos volvían a buscarlas. Entonces la situación no le servía a nadie
porque cada tanto alguno se lastimaba, todos caminaban un montón, y encima los
maquinistas se exponían a problemas porque claro, para que los muchachos
saltaran ellos debían aminorar la marcha del tren, y eso no se podía”. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Y así
fue durante un buen tiempo: antes de esta franja de amarillo intenso que traza
el límite previo a las vías, antes del verde, también intenso de estos cestos
de basura que por cantidad y equidistancia parecen excesivos, antes de estas
cámaras de seguridad que atornilladas a un lado y otro de los postes de luz, si
están provistas de un buen zoom, llegarán a registrar esto que escribo, es
decir, en esa época antes de ahora, los maquinistas aminoraban la marcha y los
muchachos saltaban: la estación no existía pero entre los muchachos y los
maquinistas la hacían existir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;"> La hacían existir hasta que un día,
en el ocaso de la presidencia de Raúl Alfonsín, cuando Celia no podía siquiera
imaginar el trágico suceso familiar y la posterior mudanza, exactamente el
sábado 9 de julio de 1988, el mismo día que Antonio Cafiero y Carlos Menem se
disputaban en elecciones internas la posibilidad de representar al peronismo en
elecciones generales, se inauguró una estación entre Grand Bourg y Tortuguitas,
y con ella, la práctica del salto se institucionalizó. A la flamante estación,
parte integrante de la línea <i>Belgrano
Norte</i>, se la llamó <i>Kilómetro 38</i>,
que es la distancia que existe entre el Congreso de la Nación y este punto en
la tierra. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Antes
que se inaugure la estación, mucho antes que se monten la óptica, la ferretería,
la panadería, la peluquería y la casa de lotería que hoy trazan una línea
horizontal a un lado de la estación, antes que cimentaran el santuario de
Gauchito Gil –que , adornado con una botella vacía de Michel Torino, una
bandera argentina y restos de cera, hoy se erige frente a la estación–, antes
que se instalara la salita de primeros auxilios a la que acude, del otro lado
de la estación, cuando el asunto no es serio, Celia con alguno de sus hijos.
Antes del asfalto, antes del cajero, sobre todo antes del asfalto y antes del
cajero, antes que una ley provincial ordenara la desintegración del otrora
Partido de General Sarmiento por considerar excesiva su extensión de <st1:metricconverter productid="207 kilmetros" w:st="on">207 kilómetros</st1:metricconverter>
cuadrados, y elevada su población de 650.000 habitantes, y antes de que esa
misma Ley provincial promulgara a Malvinas Argentinas como una de las tres
localidades resultantes de la desintegración, antes de todo eso, la localidad
de Tierras Altas, es decir, a esa altura, unos centenares de casas con sus
gallinas y sus motos, levantadas sin orden aparente sobre tierras medias y
bajas, pasó a integrar el flamante Partido de Malvinas Argentinas, que primero
se iba a llamar Manuel Belgrano por la coincidencia entre su terreno y el
trazado de dicha línea ferroviaria, pero luego, por sugerencia del entonces gobernador
de la provincia Eduardo Duhalde, se llamó Malvinas Argentinas<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Ahora
que la estación no hay que hacerla existir porque existe, hablo con Celia en la
puerta de su casa; ahora que saltar del tren ya no es necesario y toda aventura
se limita a sentarse con los pies colgados sobre la vía y procurar sacarlos a
tiempo, ahora que los muchachos con las chicas y los nenes bajan, como
corresponde, en la estación <i>Tierras Altas</i>,
Sergio, el hijo menor de Celia,<span style="color: red;"> </span>baja el volumen
de un televisor que presumiblemente sintoniza un canal de noticias, se acerca a
su mamá y se suma a la conversación. Sergio tiene veinticuatro años, los mismos
años que lleva en esta casa, es decir, los mismos años que su padre ya no
lleva. Sobre la estación, dice su mamá: que las cámaras de seguridad no sirven
para nada porque cuando pasa algo resulta que no estaban funcionando; que ella,
si tiene turno en Capital a las nueve y quiere llegar a horario tiene que salir
de su casa un rato antes de las siete; que en el anden que va a Retiro hay
baños pero que en el anden que va a Villa Rosa no y entonces cuando ella está
esperando el tren para Villa Rosa y quiere ir al baño tiene que dar toda la
vuelta por el paso nivel y eso es sumamente incómodo. Le pregunto a Celia qué
hay en Villa Rosa y me dice que en Villa Rosa está su nuera. Le pregunto a
Sergio, el hijo de Celia, por la estación. Me dice: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">-¿La estación? Altas tierras.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES;">Altas
tierras le dice Sergio a la estación, en lugar de Tierras Altas. Y antes le
decían Kilómetro 38, eso decía el cartel que aún endeble y con frecuencia
borroso señalizaba la estación. Y antes no había cartel ni estación pero los
muchachos y tal vez algunas muchachas y algunos nenes, saltaban justo ahí,
donde la tierra se hizo cemento y al cemento se le trazó una línea amarilla que
en la práctica no opera como delimitación de la zona donde se debe esperar al
tren.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;">Mientras haya alguien que esté dispuesto a inventarse un propio sentido
para las cosas, habrá algo en ese asunto de nombrar que se vuelva insuficiente.
Quien invierta el orden de las palabras, quien haga pie en el barro, pero
también, quien promulgue leyes, sobre todo aquellas que contemplen la caducidad
que la práctica propone, producirá algo nuevo, una irrupción en el lenguaje, en
el mejor de los casos un salto, y como todo salto, sin garantías.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt;"> <b>Javier Cababié</b></span></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-77592473609187800952014-11-21T05:22:00.000-08:002014-11-21T05:22:01.333-08:00Sourdeaux, la ciudad sin bares <div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQShJDAnUUwHz0PdfRsxa0nDsh0uznjOXsTVhDtZasyd9XBUrQc8zDYz0Lt_SVfF481nOdcxIQQMtFxmtxLIRmstaluCnbMkERz1aiDN9YdJdXm2xFu8QVdJ7QzdJGwgz-rUnhVukATA0/s1600/Sourdeaux.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQShJDAnUUwHz0PdfRsxa0nDsh0uznjOXsTVhDtZasyd9XBUrQc8zDYz0Lt_SVfF481nOdcxIQQMtFxmtxLIRmstaluCnbMkERz1aiDN9YdJdXm2xFu8QVdJ7QzdJGwgz-rUnhVukATA0/s1600/Sourdeaux.jpg" height="225" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Lunes por la noche.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El primer descubrimiento de esta historia es que ya no
hace falta un mapa para iniciar un viaje.
Nunca hasta ahora he viajado en el Belgrano Norte y apenas he escuchado alguna
vez el nombre de Sourdeaux. Después recordaré quién pudo habérmelo dicho por
primera vez. Alguien me ha pedido que tome ese tren, que baje en esa estación.
“Soy un soldado”, me sonrío en silencio sin medir las consecuencias. Hago lo
primero y más fácil que se me ocurre: ingresar “Sourdeaux” en el buscador y
esperar la suerte. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
Miércoles por la mañana.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
La cabecera del ferrocarril Belgrano Norte está en
Retiro, donde también están las terminales del Mitre y el San Martín. La del
Mitre es la hermana mayor y se impone como postal de la zona, por su tamaño y
su esplendor antiguo. La del San Martín es la menor y la menos afortunada, como
una Cenicienta a la que nunca le llegó su príncipe. En el medio, la estación
Belgrano. Por dentro parece una maqueta:
es imprevistamente limpia, coqueta, luminosa. Por fuera es tan linda que dan
ganas de borrar del recuerdo el resto del paisaje hacinado de Retiro y quedarse
sólo con este ejemplo de la arquitectura francesa en Buenos Aires. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El tren –de chapa roja, rutilante - arranca con
puntualidad hacia Villa Rosa, en el partido de Pilar. Pasa por lugares que
tienen nombres como Munro, Boulogne, Grand Bourg. Todas son como la terminal,
como el mismo tren: inesperadamente limpias, recién pintadas, con profusión de carteles
con los colores de la empresa concesionaria: rojo, blanco. Y verde. Los
terrenos que bordean la vía son un parque infinito, una constante sucesión de terraplenes
delimitados por añejas vigas de madera, hiedras que escalan altos muros de
ladrillo. El tren va rápido: el estruendo de los motores diesel obtura el
pensamiento. Todo paisaje en fuga cobra una cierta irrealidad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Atrás van quedando las estaciones que corresponden a
Vicente López, San Isidro, Tigre. En algún momento un puente de hierro cruje
bajo las ruedas. La vía se eleva respecto al nivel del terreno y hacia abajo
puedo ver algo que ya no es parque, sino bosque, cada vez más denso, cada vez
más abajo. Entonces el tren alcanza el kilómetro 30 y frena en medio de dos
andenes desangelados. Leo el cartel: Ingeniero Adolfo Sourdeaux. Mi destino. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El andén desemboca en una ancha calle transversal: la
avenida Santiago Derqui. El lugar es chato: ninguna construcción supera los dos
pisos. Las cuadras aledañas a la estación son como un Once a pequeña escala, repletas
de locales comerciales y de manteros amontonados en cien metros. Más allá todo
se ve un poco ruinoso: las canchitas de fútbol, las casas de ladrillo sin
revocar, el asfalto percudido que
termina convirtiéndose en tierra, un frente azul con letras naranjas que dice “Sociedad
de Fomento Km 30”. Confirmo un dato que alguien me dio: que para los lugareños
su hogar no está en Sourdeaux, sino acá: en el Km. 30. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Recorro algunas cuadras pensando cómo seguir, hacia dónde,
con quién. Entro en un local donde venden ropa de mujer y de niño, con un largo
mostrador de fórmica al frente y detrás, muchas estanterías metálicas con pilas
de prendas prolijamente ordenadas. Nadie sale a atenderme y pienso que me
equivoqué al elegir este negocio. Pero no: de repente, de entre bambalinas,
aparece la propietaria. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
La dueña de “Tienda Adrián” debe tener unos 50 años y
responde por entero a ese tipo humano que infaustamente se sigue llamando “Doña
Rosa” Es muy simpática o tal vez mi
cara, como la de aquel personaje de Benedetti, la invite a la confidencia,
porque apenas me ve es ella la que inicia un monólogo que aliento con sonrisas
e interjecciones. Hasta que pregunta, alentada quien sabe por qué sospecha, si
ya me pagaron el sueldo este mes. La respuesta es no. Eso parece alegrarla, en
la confirmación de que la economía es un desastre “aunque esta Presidenta que
tenemos diga que está todo bien”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Después dirá que siempre vivió y trabajó en este
barrio donde al menor amago de crisis la gente deja de comprar todo menos
comida, que durante la dictadura la pararon dos veces en la calle para pedirle
los documentos y chau, pese a lo cual ella estaba “tan feliz cuando vino la
democracia”, porque era jovencita e ilusa, pero que en los saqueos de 1989
perdió todo y tuvo que empezar de nuevo. Y redondea: “La verdad es que en este
rubro nunca estuvimos mejor que con Menem”. Le compro una remera blanca. La
pago 65 pesos. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Lunes por la noche<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Alfredo Sourdeaux se formó en un municipio que ya no
existe: General Sarmiento. Tal vez sorprenda un poco esta denominación, porque
de todos los aspectos del prócer, el de jefe militar es el menos reconocido. Pero
la sorpresa se aminora cuando se sabe que en la zona que ocupaba General Sarmiento
está Campo de Mayo, la guarnición militar más grande del país. La influencia de
este hecho en el territorio es decisiva y por momentos, perturbadora. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
General Sarmiento se fundó en 1889, reuniendo en un
partido pequeñas localidades que antes pertenecían a Pilar y a Tigre junto con dos
ciudades principales: San Miguel y Bella Vista. El fundador de estas últimas
era un agrimensor y geólogo francés que fue pionero en la zona: el ingeniero Adolfo
Sourdeaux. Cuando murió, en 1883, los
diarios le dedicaron los elogios al uso: benemérito amigo del progreso, honorable
cultor de la civilización. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
El partido prosperó gracias al tendido ferroviario
que lo recorría. En 1948 el gobierno de Juan Domingo Perón nacionalizó los
ferrocarriles y la Compañía General, de origen francés, se convirtió en el
Ferrocarril General Belgrano. Entre las estaciones Don Torcuato y Grand Bourg
había en ese momento un apeadero sin nombre, usado por los obreros que de a poco
iban poblando el suburbio. En 1950 le colocaron un cartel sin más propósito que
señalar su ubicación. Decía: “Km 30”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
En 1974 el apeadero del kilometro 30 se transformó en
la estación Adolfo Sourdeaux, y el mismo nombre recibió el pueblo que se había
formado en sus inmediaciones, en homenaje al fundador de la cabecera de partido.
La alegría post mortem le duró poco al ingeniero. En 1994, el gobierno de la
Provincia de Buenos dividió General Sarmiento en tres: San Miguel, José C. Paz
y Malvinas Argentinas. A Alfredo Sourdeaux le tocó en suerte este último, un municipio
plebeyo que –leo en un diario local de la época– “no estaba en los planes de
nadie”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
No parece tan cierto. En 1995 los flamantes ciudadanos
de Malvinas Argentinas fueron a elecciones –las elecciones donde Carlos Menem
accedió por segunda vez a la Presidencia –y eligieron como intendente a Jesús Cataldo
Cariglino, nacido en Los Polvorines en 1956, de oficio panadero. Su gestión no
parece haberles disgustado, porque es el mismo intendente que han tenido en los
últimos 20 años, con mínimas interrupciones. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Sobre Cariglino hay miles de especulaciones, anécdotas
y sospechas. Varias de ellas lo vinculan con la más rancia derecha peronista y con
elementos de las Fuerzas Armadas, retirados o en actividad. Como intendente su logro
más destacado –no parece menor- es haber mejorado sustancialmente la
infraestructura de salud del municipio. Malvinas Argentinas tiene ocho
hospitales municipales. Frente a la estación de Sourdeaux hay un cartel enorme:
“Jesús Cariglino. El Pueblo te quiere. Gestión y coraje”. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Miércoles por la mañana. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Allí, frente a la estación, me encuentro con Matías. Alguien
me dio su teléfono y lo llamé con un poco de vergüenza pero con agudo sentido
del deber. Yo, ya lo dije, soy un soldado: él se llama Matías Coronel y tal vez
pueda darme las respuestas que necesito. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Matías tiene 27 años. Usa gorrita, bermudas y se
adorna con una sonrisa enorme que exhibe todo el tiempo. Caminó siete cuadras
desde su casa para encontrarse conmigo. Quiero invitarlo a un bar, pero no hay
bares en Sourdeaux. Antes había uno, pero de todas formas no era un lugar
recomendable, porque “estaban siempre los mismos tres o cuatro borrachos”. Él dice que la estación es un buen lugar para
charlar, cuando no hay guardas. Hoy hay dos, así que nos quedamos en una
esquina, bajo el cartel de Cariglino, y Matías me cuenta muchas cosas. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Me cuenta que es fotógrafo pero vive de arreglar
computadoras. Que ahora milita en Nuevo Encuentro, que antes militó con el pastor
evangelista César Castets, pero no quiso seguirlo cuando se alió con PAUFE y
con el PRO. Me cuenta que su papá también es pastor. Me cuenta que él no ve
cambios en el lugar donde vivió toda la vida, excepto un paso a nivel que
solucionó los eternos embotellamientos de Derqui. Me cuenta que una sola vez se
mudó (a Del Viso, en el partido de Pilar) pero no pudo acostumbrarse y en pocos
meses volvió al barrio. Todo lo dice con cierta resignación y mucho humor.
Menos esto: que muchas veces ha ido a arreglar una computadora a la casa de un tipo
del que sólo sabía el nombre, y hace poco se enteró de que es un expolicía que
cumple prisión domiciliaria por delitos de lesa humanidad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
Ya es mediodía y el sol castiga los andenes. Antes de
subir al tren que me llevará a Retiro, Matías me acompaña a recorrer varias
cuadras que bordean la estación: el lugar parece abandonado ante la inminente
erupción de un volcán. Lo que me cuenta es que cuando Ferrovías tomó la concesión
del Belgrano Norte, cerró todos los accesos para centralizar el flujo de
pasajeros sobre Derqui y controlar el pago de pasajes. Por eso las rejas, las
tapias, la gente que ya no camina donde antes caminaba, los locales cerrados. “Acá
estaba el único bar”, señala. Los tres o cuatro borrachos siguen ahí, como un
espejismo, pero ahora están sentados en el cordón de la vereda. <o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
El tren rojo que
me llevará de regreso a Retiro se anuncia con largas pitadas y el estruendo de
los motores diesel. Hay un atajo que
Matías conoce. Me acompaña y gracias a él llego a tiempo, me subo, me siento
junto a una ventanilla. Me doy cuenta de que apenas pude despedirme. El tren
arranca, toma velocidad. Me aleja de esta gente, de esta tierra, de esta
historia. Todo paisaje en fuga cobra una cierta irrealidad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<b>Verónica Rodriguez</b></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-54322901468974281412014-11-21T05:05:00.000-08:002014-12-01T05:13:45.653-08:00Siempre tendré Zamudio<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioIklZ3feRCC4ir73xxieS809-D920y5RpGPNITJCiPMcrwKV5BEbwbszAgPhxIt6JsAK-AphMC-50JIcczoHy3Z3YiOThBeswxZX2bICGp5JQaTLejEwAELUWIf7sbk-lKFbnkSadkvY/s1600/image001.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEioIklZ3feRCC4ir73xxieS809-D920y5RpGPNITJCiPMcrwKV5BEbwbszAgPhxIt6JsAK-AphMC-50JIcczoHy3Z3YiOThBeswxZX2bICGp5JQaTLejEwAELUWIf7sbk-lKFbnkSadkvY/s1600/image001.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; font-size: 14pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">L</span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%; text-indent: 35.4pt;">a primera
noticia que tengo de Zamudio es que no es una estación de trenes, sino sólo un
apeadero. Esa palabra me manda directo a Don Segundo Sombra más o menos; un
lugar donde los gauchos se bajan del caballo a mear y a clavarse una ginebra,
algo así.</span><br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Pero no. Un
apeadero, ferroviariamente hablando, es una instalación mínima sin </span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Desv%C3%ADo_(ferrocarril)" title="Desvío (ferrocarril)"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; text-decoration: none; text-underline: none;">desvíos</span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 115%;"> ni<span class="apple-converted-space"> </span></span><a href="http://es.wikipedia.org/wiki/Se%C3%B1al_ferroviaria" title="Señal ferroviaria"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 115%; text-decoration: none; text-underline: none;">señales</span></a><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">, prácticamente
un andén y no mucho más que eso. No salen de ni llegan trenes a los apeaderos,
sólo pasan por allí. <br />
Zamudio es un punto en el ramal que une Merlo con Lobos, unos 68 km de vías que
Trenes Argentinos recorre unas 15 veces al día de lunes a sábados y 12 los
domingos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">El sábado a
las 9 de la mañana estoy en Once. El próximo tren sale a las 9:26. Deambulo un
poco por ahí antes de subir. Hacía mucho que no entraba a esa estación. Ahora
hay carteles electrónicos, está todo limpio y la atención en ventanilla es muy
buena. Hasta me imprimen un papel con los horarios. Subo al tren a las 9:22 y cuatro
minutos más tarde arranca puntualmente con destino Moreno. Pienso qué lástima
que aquí mismo tuvieron que morir 51 personas para que podamos viajar así. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">El vagón
está impecable, nuevo. La formación se desliza suave y silenciosamente por
Caballito, Flores, Floresta. El aire acondicionado es perfecto, los asientos,
cómodos. Hay lugar de sobra. Es un día peronista, ¿qué más se puede pedir?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Exultante
de orgullo nacional le comento a mi compañera de asiento lo bueno que está el
tren, lo cómodo que se viaja, cómo cambió el asunto y la muy turra me dice que
sí pero que los trenes anteriores, hechos mierda y todo, eran más rápidos. Le
digo que sí, que sobre todo entraban más rápido en las estaciones. Fin de la
conversación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">En Liniers
sube un ciego que pide limosna, se dirige al público como un sargento del
ejército a su tropa. Así, nos cuenta que tiene dos hijos y que con la pensión que
le da el Estado no le alcanza para sostener a su familia. Hay una disociación
entre lo que dice y cómo lo dice. Parece una performance, algo artístico. Está
bien vestido y alimentado. Cuando se baja en Ciudadela toma del hombro a un
flaco que estaba con él y se van caminando y riéndose.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Ahí nomás, tres
pibitos de no más de 5 años entran solos al vagón. Corren, gritan y se trepan
por los caños como monos. Mi compañera de asiento se asusta, dice que van a
sacar navajas y nos van a degollar a todos. Me la quedo mirando. Un gendarme,
que hasta ese momento no había visto, los reprime amablemente, les dice que se
sienten, que es peligroso que anden así, que se queden en el molde. Los chicos
lo miran como si no entendieran las palabras y se van corriendo y gritando para
el siguiente vagón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">El sistema
de sonido anuncia que la próxima parada es Ramos Mejía. En la estación hay pintadas
contra el pollo Sobrero. Dicen: <i>a vos te
trajo Cirigliano. </i>Ahí<i> </i>sube un
vendedor de mp3 en CDs. Es un dj
ferroviario. Dice con voz de locutor: <i>si
te gusta el rock no te lo podés perderrrr</i> y dispara desde su equipo, <i>Pretty woman, walking down the street,
pretty woman, the kind I like to meet… </i>tiene un bafle cilíndrico en la
mano, baja un poco el volumen y dice: <i>está
buenísssimo!!!</i> </span><span lang="EN-US" style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Y pasa a otro tema: <i>Every breath you take, every move you make…</i> </span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Termina con John Fogerty preguntándose quién parará la lluvia, una
supuesta metáfora sobre la guerra de Vietnam.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">El tren navega
como un transatlántico por Haedo, Morón, Castelar, Ituzaingo… dentro de esa
cápsula china estamos protegidos de todos los males del mundo, allí todo es
bienestar. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Aparece
otro ciego gordo que canta cumbia cristiana acompañado por un guiro, un
instrumento cilíndrico de madera con estrías, una especie de rallador que se
toca con un palito. La letra habla sobre lo que le dijo David a Saúl, la
simiente de Abraham, la tierra de Judah, y cosas por el estilo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Sólo quedan
dos estaciones, San Antonio de Padua y Merlo, donde podré bajar y tomar el
ramal Diesel que llega hasta Lobos y bajarme en Zamudio, así de simple. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Pero no, no
es tan simple y no va a suceder así. En Merlo me dicen que se están haciendo
trabajos en las vías, están recuperando los ramales suburbanos que estaban
prácticamente abandonados, que recién se puede subir al tren en Mariano Acosta,
la tercera estación después de Merlo y dos antes de Zamudio. Me dicen que el
503 me dejará allí. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Saliendo de
Merlo en el 503, la trama urbana empieza a deshilacharse, aparecen manchas de
campo cada vez más seguido, algunas casitas, alguna planta industrial, y más
campo. Dos pibes a caballo galopan a 10
metros paralelos al bondi. Atrás hay vacas pastando. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Llegando a Mariano
Acosta vuelve a aparecer una zona urbanizada: la Avenida Balbín</span><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 115%;">,</span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;"> que bordea la estación. Allí pregunto a
dos empleados del ferrocarril por mi tren a Zamudio, me dicen que no, que hoy
ya no va a volver a pasar, que la cuadrilla que está cambiando las vías ya está
llegando a Zamudio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Les manifiesto
mi necesidad inclaudicable de llegar allí. Se miran entre ellos con cierta
intriga y me dicen que el ferrocarril pone unos micros pero que,
misteriosamente, justo en Zamudio no paran. Pero que el 136 que puedo tomar ahí
a unos metros me llevará, pero no cualquier 136, ¿eh?... sólo “El navarrero”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">“El navarrero”
(lo llaman así porque va hasta Navarro, a 62 km de ahí) pasa 97 minutos después,
ni más ni menos. En la parada desde media hora antes de mi llegada está Kevin</span><span style="color: red; font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 115%;">,</span><span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;"> un pibe de veinte años con aspecto de
wachiturro que cada tanto putea al bondi que no viene, dice: <i>papá ¿cuándo vas a venir? la concha de tu madre.
</i>Es el tipo de pibe que asusta a las señoras de mi barrio. Remera rayada,
bermudas y altas llantas Nike recién compradas. Fuma mucho, es muy flaco y
tiene una pierna tatuada con un tigre. Me dice que el bondi pasar, pasa. Él lo
toma todos los días a las 5 y media de la mañana para ir a laburar a una obra
en Las Heras. Es albañil, pero hoy no trabaja, sólo va a cobrar. Sonríe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">En medio de
esa espera, me cruzo hasta una panadería enfrente y compro unos sanguchitos de
miga, le convido a Kevin, me acepta uno y comemos en silencio. Tienen demasiada
mayonesa.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Como era
previsible, cuando llega, “El navarrero” está hasta el culo. Voy parado hasta mi
destino. Al lado mío, un niño que no para de moverse y cada tanto me pisa.
Pienso: <i>la puta que te parió Zamudio</i>
(con la voz de Federico Luppi). Por suerte, desde unos carteles, Martin
Insaurralde nos dice que hay un futuro y que es de todos. Esas palabras me
tranquilizan inmediatamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Al bajar en
Zamudio saludo con la mano a Kevin que había llegado hasta el fondo del bondi,
y todavía le quedaba como media hora de viaje. Me saluda sonriente. Cruzo la
ruta para llegar a la estación. Hace calor, voy por un camino polvoriento.
Tengo sed, la garganta reseca. Un acoplado estacionado al costado del camino
tiene un cartel que dice Cunnington corta la sed. Sé que parece un chiste, pero
es verdad. Tengo una foto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Lo único
que hay a la vista donde poder obtener algo líquido es el destacamento
policial, una casita de tres ambientes con techo de chapa. Hay una camioneta
Ford de la bonaerense en la puerta. Está muy baqueteada y llena de polvo, hace
mucho que no sale a patrullar, abajo duerme un perro. Trato de abrir la puerta del
destacamento pero está cerrada con llave, miro por la ventana y no veo a nadie.
El interior está forrado con revestimiento de madera y en la pared del fondo,
detrás del mostrador, hay un cuadro de San Martín, ese en el que está medio
envuelto en la bandera. Ya me estoy por ir cuando se abre la puerta y sale la
agente Nora Veiga con cara de dormida. Es joven y bonita y tiene una ortodoncia.
Le pido disculpas por haberla despertado, me dice que no me preocupe, que sólo
estaba descansando un poco. Le pido un poco de agua por favor y va a buscarla
adentro. Vuelve con una jarra de acero inoxidable llena de agua bien fresca. Me
la da y mientras empino el jarro con ansia, me cuenta que está de guardia hasta
mañana a la mañana con su compañero y que espera que esta sea una noche
tranquila porque ahí la ruta se hace doble mano y a veces, sobre todo los
sábados a la noche, suelen pegarse unos palos frontales muy feos. O tragarse
los tambores de vialidad que están a los costados de la ruta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Mientras
nada de eso suceda, estarán ahí. Viendo televisión, tomando mate, jugando al chinchón
y turnándose para dormir. Ella es de Mercedes y está esperando que le llegue el
pase para volverse a su pueblo. Dice que es lindo Mercedes, pero que lo que la
afea mucho es el penal, porque los fines de semana se llena el pueblo con los
visitantes de los presos y <i>anda cada
elemento por ahí…</i>!<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">La dejo a la
agente Veiga y voy para el apeadero que está a unos 100 metros de allí. Camino
por las vías. A esa altura, Zamudio se había convertido para mi en un lugar
irreal, mítico. Un lugar al que no se llega así nomás. Una especie de El Dorado.
Un largo bocinazo de un camión me sacó de esos pensamientos ridículos y allí
estaba, materializado frente a mí. </span><br />
<span style="background-color: white; line-height: 16.8pt; text-indent: 35.4pt;">Zamudio, el apeadero Zamudio, es una
garita. Una chapa moldeada doblada al medio que sirve de pared de fondo y alero
a la vez. Tres caños sostienen el alero y el fondo está atornillado a un largo
banco de madera con patas y a una baranda que excede los límites de la garita. </span></div>
<div style="background: white; line-height: 16.8pt; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-indent: 35.4pt;">
El piso, un terraplén de unos 12 metros por 3 y 50 cm de alto, es de una especie
de asfalto con pedregullo. Pegados en la chapa hay carteles por las elecciones
en la Unión Ferroviaria. Son de la lista 3, La Bordó (la lista del Pollo).
Dicen “Ni un paso atrás”. Un poco más allá está el cartel de Zamudio.<o:p></o:p></div>
<div style="background: white; line-height: 16.8pt; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-indent: 35.4pt;">
Sentado en ese banco de madera, lo que se
ve es puro campo. Me quedo un rato largo absorbiendo ese momento, respirando
ese aire, escuchando los pájaros. Estando ahí, sin pensamientos. Pocos días
antes no sabía que existía Zamudio y ahora ya es parte de mi.<o:p></o:p></div>
<div style="background: white; line-height: 16.8pt; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-indent: 35.4pt;">
Me digo que voy a volver, que cuando esté
terminado el ramal voy a ir a sentarme ahí, en Zamudio, para estar un rato,
nada más. Cualquier día, un martes a la tarde por ejemplo. <o:p></o:p></div>
</div>
<div style="background: white; line-height: 16.8pt; margin-bottom: 6.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 0cm; margin-top: 6.0pt; text-indent: 35.4pt;">
<b> Alejandro de Ilzarbe</b></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-19955251935092026282014-11-08T11:42:00.004-08:002014-11-08T11:42:47.137-08:00En la selva con Masetti<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhstELwN9jUFp_OCbPnfUWTKoaC1OtSoHBKEecWGuUXZhXrP70CqBU30VZriN7q76IdZoFVlKwc14P92dOPDSi7HI0ql1faVJHCM9Sz8hpwNEdZeaOnZPhIXud_iXECzEGnNbDvD67tGQc/s1600/Los-que-luchan-y-lis-que-lloran-TAPA.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhstELwN9jUFp_OCbPnfUWTKoaC1OtSoHBKEecWGuUXZhXrP70CqBU30VZriN7q76IdZoFVlKwc14P92dOPDSi7HI0ql1faVJHCM9Sz8hpwNEdZeaOnZPhIXud_iXECzEGnNbDvD67tGQc/s1600/Los-que-luchan-y-lis-que-lloran-TAPA.jpg" height="400" width="260" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Jorge Ricardo Masetti quiere saber lo que pasa realmente en Cuba. Es el año
1958 y él un periodista argentino de Radio El Mundo que no le cree a la versión
oficial. Entonces va en busca de la propia: va a Sierra Maestra en busca del
Che y de Fidel Castro. Quiere
entrevistar a los líderes del Movimiento 26 de julio, quiere saber. Para eso
viaja a la isla y a medida que pasa el tiempo va conociendo gente que lo aloja
en su casa, que lo acompaña en tramos de la selva, campesinos que le dan de
comer y le prestan un mulo que lo transporte. Antes de llegar a su objetivo, a
preguntar a los líderes qué era el movimiento, si era cierto que tenían apoyo
de EEUU, en qué consistía la lucha del pueblo cubano contra la dictadura de
Fulgencio Batista, cómo era en verdad esa revolución que se planteaban, Masetti
ya había encontrado algunas respuestas en el camino. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
“Yo quise ver todo, recorrí las montañas de punta a punta de la cordillera,
acompañé a las patrullas en las emboscadas y asistí a un combate y vi el coraje
fabuloso de los que con una bala, muchas veces de fabricación propia tratan de
conseguir no solamente el abatimiento del enemigo sino su armamento, todo su
equipo y hasta el vehículo en que viaja contrastando contra la eterna huida al
primer balazo, el abandono de los pertrechos y el grito de Viva Fidel, cuando
son apresados”, decía en sus relatos sobre ese viaje.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
El periodista construye un relato limpio, sin complejidades, aunque su
viaje sí estuviera repleto de ellas. Logra que subamos con él la selva, que
tengamos miedo, que nos enojemos cuando nos enteramos que su material no llegó
a la Argentina. Las entrevistas se trasmitieron en vivo en radios de
Latinoamérica –era la primera vez que Fidel y el Che hablaban por radio-, pero
a su país no había llegado nada. Le mintieron para que desistiera, le dijeron
que sí, que ya tenían a “las chicas” –ese era el código para nombrar las
grabaciones-. Pero Masetti entendió: su misión no estaba cumplida. Entonces decidió
volver a subir, volver a correr el riesgo de morir en la selva en manos del
ejército de Batista. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Las descripciones sobre la gente de Batista, sobre los del movimiento, su
forma de hacer metáforas simples que nos llevan inmediatamente a imaginarnos a
la persona, los diálogos claros que reflejan a la perfección el clima de una
situación, la primera persona y la construcción de su propio personaje son
algunas de las virtudes de <i>Los que luchan
y los que lloran</i>.<o:p></o:p></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<span style="font-family: "Calibri","sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: minor-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin; mso-hansi-theme-font: minor-latin;">Un año después de ese viaje, la revolución cubana logra
derrocar a Batista, entonces Masetti vuelve a la isla y funda Prensa Latina, la
primera agencia independiente de noticias que quiere romper con el monopolio de
la información. Entre el ´63 y el ´64 lidera la organización armada Ejército
Guerrillero del Pueblo (EGP), primera experiencia guerrillera guevarista en la
provincia de Salta. Era un intento de avanzada: querían estar preparados para
una futura llegada de Ernesto Guevara a la Argentina. Como miembro honorario
del EGP, el Che llevaba el apodo de Martín Fierro y Masetti era Don Segundo
Sombra, luego Comandante Segundo. El Ejército del Pueblo fracasa y el
periodista guerrillero desaparece en la selva salteña. Nunca más se encontró el
cuerpo. Masetti tenía 34 años.<br />
<!--[if !supportLineBreakNewLine]--> <b>Rosario Marina</b>
<!--[endif]--></span>Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-27336214098162066932014-11-02T13:24:00.001-08:002014-11-02T13:24:12.483-08:00Encontrar el camino hacia la casa de la bruja<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> </span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWC7WuXZzHEOZa_uYXAzfRBMyZGpPeHXlma7flvopOOZOIiZkbbCSV-4B0P5RZ90BhbswtXr-P3eblYiADWZ0xPDEm6sEcRHAwzHCiqElNzE276xGVd2N2AnrEhbJEx1JKKUDDQzrRP_o/s1600/P%C3%A1nico+de+Ana+Prieto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiWC7WuXZzHEOZa_uYXAzfRBMyZGpPeHXlma7flvopOOZOIiZkbbCSV-4B0P5RZ90BhbswtXr-P3eblYiADWZ0xPDEm6sEcRHAwzHCiqElNzE276xGVd2N2AnrEhbJEx1JKKUDDQzrRP_o/s1600/P%C3%A1nico+de+Ana+Prieto.jpg" height="400" width="263" /></a></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%;"> En
algún momento de los últimos años -ella no dice cuándo, pero sí dice dónde: en
la Feria del Libro de Buenos Aires- la periodista y escritora Ana Prieto (Mendoza,
1975) sufrió un ataque de pánico. En ese momento no sabía qué era lo que le estaba
pasando y sintió, como parece ser la norma en este padecimiento, que se estaba
muriendo. No se murió: quedó viva para contarlo y el resultado es este libro.</span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> <i>Pánico. Diez minutos con la muerte</i> es,
dice Prieto, “el intento de narrar lo que durante mucho tiempo se me hizo
inenarrable”. El libro recoge, además del suyo, otros cuatro testimonios que
dan cuenta de algunos de los distintos tipos de desórdenes de pánico que se
conocen y los combina con explicaciones accesibles sobre los aspectos médicos de
este padecimiento: cómo funciona la química cerebral en el momento del ataque, qué
drogas permiten controlar los síntomas, cuáles son las terapias psicológicas disponibles.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> Pero todo esto sucede hacia la segunda mitad
del libro. Antes, en un par de capítulos donde abundan las sorpresas, Prieto
hace un recorrido por la mitología y la historia para tratar de comprender algo
que parece nuevo, aunque no lo es. Sólo ha recibido diferentes nombres a lo
largo del tiempo y lo ancho de las culturas. Angustia, melancolía, miedo,
terror. Pánico. Que es -parafraseando a uno de los testimonios médicos - “el
intento por evadir el horror, y al mismo tiempo sentir que no hay salida”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> Entonces
está el miedo, una palabra que se repite a cada paso en el texto. Y la
manifestación exacerbada del miedo, la forma en que el miedo se encarna en el
cuerpo: el pánico. Todo eso podemos buscarlo en el libro, encontrarlo y de
alguna forma tratar de comprenderlo. Lo que no está es lo que está antes del
miedo: el horror. O sea: el miedo por qué. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> Esta
ausencia, parece, es deliberada. Dice la autora en la introducción: “Los
porqués (…) se sumen en la profunda y siempre insondable subjetividad de cada
uno. También en su inefable química cerebral. Y se robustecen en un entorno que
alienta cada vez más exigencias y ofrece cada vez menos certezas”. Y confiesa
en una metáfora que remite a un cuento infantil: “Lo cierto es que nunca
voy a saber del todo por qué terminé yo
en casa de la bruja”. Más tarde, sin embargo -con una cita del psiquiatra
Thomas Szasz- nos advertirá: “No hay psicología. Sólo biografía y
autobiografía”. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> En
“Pánico” no hallamos biografías, sólo aquellos fragmentos de historias
personales que rodearon el momento del ataque de pánico. El recorrido parece
empezar allí, en el punto donde ocurrió el hecho, pero también donde pudo
empezar a vislumbrarse la solución: hay medicamentos, hay terapias, usted no
está solo en el mundo. Queda para el lector entonces, esta información que
intenta esclarecer y esperanzar. Pero queda también, como en sordina, una
advertencia, que es también una forma del miedo: si no vamos hacia atrás en
esta historia, es muy probable que un día vuelva a aparecer en el camino la
casa de la bruja. <span style="color: red;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"> <b>Verónica Rodríguez</b></span></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-39867950993278779432014-11-02T13:17:00.002-08:002014-11-02T13:37:58.254-08:00Los castillos de Alarcón, pintura de una vida peronista<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA76awIC8suOQjund9wL-6uWD8yytThIj15A8RXYyObYBkdCPPx9ULrGaSHbWJq3LsWoCqPpZpsJ3q8ltqkeA7xdboyQL_GpWOX-m35IvthOYDNlA2Zc1uzHAAghQK2wVTfOzDNET2HZ4/s1600/Cristian+Alarcon.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgA76awIC8suOQjund9wL-6uWD8yytThIj15A8RXYyObYBkdCPPx9ULrGaSHbWJq3LsWoCqPpZpsJ3q8ltqkeA7xdboyQL_GpWOX-m35IvthOYDNlA2Zc1uzHAAghQK2wVTfOzDNET2HZ4/s1600/Cristian+Alarcon.jpg" height="263" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<b>Cristian Alarcón</b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<i><span lang="ES-AR"><br /></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<i><span lang="ES-AR">Un mar de
castillos peronistas</span></i><span lang="ES-AR">, de Cristian Alarcón, es un fresco personal y social. Cada crónica
es una pincelada con la que el autor se pinta y pinta a los diferentes momentos
sociales que atraviesa. A veces ese pincel es la metralleta que le da de lleno
a la indiferencia, otras veces es un balde de ácido volcado sobre la hipocresía
eclesiástica, y muchas otras una carcajada sobre sí mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Si bien el mar
de castillos peronistas de Alarcón tiene mucho de autobiográfico –su vida tiene
mucho del peronismo: lo popular, el exilio/proscripción, el querer volver a ser
lo que alguna vez fue y ya no, la movilidad social– también mantiene la
estructura, la esencia de la crónica. Puede narrar su iniciación en un nuevo
credo y al mismo tiempo criticar el culto al escepticismo y a “la noción
burguesa de un mundo sin fe, sin creencia, en el que sólo funciona el sujeto, sin
más”. Tatatatatata, una ráfaga de AK-47
al corazón de la indiferencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Alarcón narra a
través de esas crónicas –que para Guillermo<span style="color: red;"> </span>Saccomanno,
autor del prólogo del libro, son relatos y que para mí son crónicas con las que
va armando una gran crónica 'desordenada' sobre su vida– desde su infancia en
Chile, la despedida de su abuela, la huida de la familia hacia Argentina, hasta
su debut homosexual, el reviente de sus épocas mozas, hasta su presente de
escritor prestigioso que viaja por el mundo dando charlas, a punto de
casarse. La metralleta se vuelve pincel, pero no lo hace atestando las
páginas de datos inútiles, fechas que nadie recordará nunca, o con la
transcripción de su currículum vitae. Por el contrario, en la mayoría de
las crónicas del libro emplea sus anécdotas personales para contar su visión
del mundo. Y para construir esa visión se vale de herramientas que le sirven
para eludir el morbo y la adjetivación barroca. Utiliza muy bien los diálogos
para describir a un personaje o introducir el relato de una anécdota del
pasado.<span style="color: red;"> </span>Toma la ironía, el lenguaje coloquial (
el maricaje, los crotos) y el humor para crear un pacto de lectura cómplice con
el lector. No lo subestima, lo invita a acompañarlo en sus viajes y mirar a
través de sus ojos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">En cada anécdota
que narra aporta datos de contexto histórico, como cuando relata que
"Monsiváis", uno de los personajes de sus crónicas, trabajó de carpero
en la Bristol de Mar del Plata durante la gestión de Ángel Roig como intendente.
“Monsiváis”<span style="color: red;"> </span>recuerda que en 1983 se llenó de amigos del político,
"por ejemplo el cardenal Eduardo Pironio, que había tenido que salir del
país en el 75, amenazado por la Triple A, después de que una bomba estallara en
la capilla donde daba misa".<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Algunas de las
crónicas están estructuradas en torno a vivencias personales como
"Credo o como iluminarse el 11-11-11" en la que relata sus primeros
pasos en una suerte de creencia mística, liderada por Amma y Baghavan o “Me voy
(a casar) para Barranquilla” en la que narra el viaje que hizo para asistir al
casamiento de dos de sus amigos, y otras
más centradas en conflictos sociales como "Chile: esa lluvia que no
moja". Esa crónica aparenta ser la descripción de la lucha de los
estudiantes universitarios chilenos, encabezados por Camila Vallejo, por el
acceso a la educación gratuita y de calidad. Pero es mucho más profunda que eso,
es la descripción de lo que a los ojos del autor resulta un resurgimiento, el
nacimiento de una nueva resistencia. Esta nueva generación de estudiantes es –a
los ojos de quienes lucharon contra la dictadura de Augusto Pinochet– la llave
para iniciar el cambio en Chile, ese cambio por el que pelearon y no pudieron,
o así lo sienten. El pincel también es chispa,
esperanza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR"> <b>Andrea Marquínez</b></span></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-72931385858027390532014-09-13T10:32:00.002-07:002014-09-13T10:32:54.752-07:00La Anticlase de octubre<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCykq2auCkIzbv3ekHfQh0q74gbo_Txlcfzdc_GYRPyI_umAQkhZfnhfKGj_aICLBIJR0ullnU1bFkg2nrP4N37V0HRTUmM9Sxu2nahUhXzEEpagS8Ta3hlxBKs_ksXapEr2njNniJeQQ/s1600/La+Anticlase+2014+foto.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCykq2auCkIzbv3ekHfQh0q74gbo_Txlcfzdc_GYRPyI_umAQkhZfnhfKGj_aICLBIJR0ullnU1bFkg2nrP4N37V0HRTUmM9Sxu2nahUhXzEEpagS8Ta3hlxBKs_ksXapEr2njNniJeQQ/s1600/La+Anticlase+2014+foto.jpg" height="300" width="400" /></a></div>
<br />
La Anticlase<br />
Algunas ideas sobre la crónica periodística<br />
Seminario/taller de Daniel Riera<br />
Octubre y noviembre de 2014<br />
Librería Galerna - San Telmo<br />
Informes e inscripción: danielcriera@gmail.comDaniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-74771794671196450572014-05-19T19:24:00.001-07:002014-05-19T19:24:03.130-07:00Otra nueva entrada para decir lo mismo con un flyer distinto<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMZlL6Goth54qaTac_pvnxmTqo0TbMt6bUzqm32tR_XWK1SZB-ruHArLMEtM1oTYXEaLTQlHa_xX4znYNjoL3JctZQYFYTFL_JXS2UvYEdv4VCjEZH_J29VudFWCKiy2L-uA8VV9aE7co/s1600/La+Anticlase+2014+flyer.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgMZlL6Goth54qaTac_pvnxmTqo0TbMt6bUzqm32tR_XWK1SZB-ruHArLMEtM1oTYXEaLTQlHa_xX4znYNjoL3JctZQYFYTFL_JXS2UvYEdv4VCjEZH_J29VudFWCKiy2L-uA8VV9aE7co/s1600/La+Anticlase+2014+flyer.jpg" height="223" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>La Anticlase</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Algunas ideas sobre la crónica periodística</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Seminario/taller de Daniel Riera</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Junio y julio de 2014</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Librería Galerna- San Telmo</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Perú 1064</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Informes e inscripción: danielcriera@gmail.com</b></span></div>
<br />Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-73764290832138171812014-05-11T10:45:00.001-07:002014-05-11T10:45:08.227-07:00La Anticlase 2014 en Buenos Aires<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOJiN3jiuVeZ8drqzeJMtZJc55feJIsV2UUhDCokNjeP-wyI3Tj1PvUSgGzFAnflwqoW8dJnRyqvXAw6mZ5uS3U1Vfc98pPjrnxJa1zD9lUO5muq0GrVb9g3v-wDJW3JCnf-m9S0op_cM/s1600/Anticlase+2014+1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiOJiN3jiuVeZ8drqzeJMtZJc55feJIsV2UUhDCokNjeP-wyI3Tj1PvUSgGzFAnflwqoW8dJnRyqvXAw6mZ5uS3U1Vfc98pPjrnxJa1zD9lUO5muq0GrVb9g3v-wDJW3JCnf-m9S0op_cM/s1600/Anticlase+2014+1.jpg" height="305" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">La Anticlase. Algunas ideas sobre la crónica periodística</span><br />
<span style="font-size: large;">Seminario/taller de Daniel Riera</span><br />
<span style="font-size: large;">Junio y julio de 2014</span><br />
<span style="font-size: large;">Librería Galerna Perú 1064</span><br />
<span style="font-size: large;">Informes e inscripción: danielcriera@gmail.com</span>Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-13840679766420256812014-03-24T07:46:00.000-07:002014-03-24T07:46:04.326-07:00La Anticlase en Costa Rica<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
Del lunes 7 al jueves 10 de abril. Si andan por Costa Rica para esa fecha, son bienvenidos.</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBqaZ9jWycILk5ViyVpxCzH0z32F-9L0866u2-904GBKQmnKZ0tLbKjwEjbXWFHuAgnV6g2uIVsjNXN_4WW1RtlmjWS3fiztshpkMBKvX_R0MbSMSyAOsBwg2MgLTHKg0dCbJ5jaFFU08/s1600/invi-Daniel-FB2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiBqaZ9jWycILk5ViyVpxCzH0z32F-9L0866u2-904GBKQmnKZ0tLbKjwEjbXWFHuAgnV6g2uIVsjNXN_4WW1RtlmjWS3fiztshpkMBKvX_R0MbSMSyAOsBwg2MgLTHKg0dCbJ5jaFFU08/s1600/invi-Daniel-FB2.jpg" height="400" width="282" /></a></div>
<br />Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-87301047652424023392013-12-10T19:38:00.000-08:002013-12-10T19:38:05.791-08:00Historia de Effy: la construcción de un cuerpo físico y social<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimqwTZJYNaQ1irtx1SZFEC3GjmDjvLjZc1Dj2momxlaBWADYqgrYv6C65QsuaqvzYDSfs3rJN6E1E3XRTA2KT-siwzcqjAMGG935Bv8mBRTirmNjmExIq8wR5hyeRYqDGEoeGZEXbg5N4/s1600/Effy2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEimqwTZJYNaQ1irtx1SZFEC3GjmDjvLjZc1Dj2momxlaBWADYqgrYv6C65QsuaqvzYDSfs3rJN6E1E3XRTA2KT-siwzcqjAMGG935Bv8mBRTirmNjmExIq8wR5hyeRYqDGEoeGZEXbg5N4/s400/Effy2.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Cuando a Elizabeth Chorubczyk le
dijeron que ella nunca iba a ser mujer por no menstruar, respondió de la mejor manera que sabe
hacerlo: con una performance. “Nunca serás mujer” se llamó y constó de trece “menstruaciones”
que tuvieron lugar durante su cursada en IUNA entre marzo de 2010 y abril de 2011. El
Instituto Nacional del Arte (IUNA) y el Instituto Nacional contra
discriminación, xenofobia y racismo (INADI) auspiciaron esta acción que hoy se
puede ver en el blog de Elizabeth (<a href="http://www.effymia.com/">http://www.effymia.com/</a>).
Para hacerlas, un enfermero le extrajo un litro y medio de sangre que fue
dividido y resignificado en esas trece “menstruaciones”. Dejarla caer por su
órgano más fértil, su cabeza, hasta una toallita, usarla para cubrir los datos
que no la representaban en su DNI, y finalmente volverla tinta para en el
espejo donde se refleja escribir SIEMPRE SOY MUJER; estos fueron algunos de los
usos para esa sangre que se volvió manifiesto. Hoy Elizabeth Chorubczyk, o Effy
como ella se presenta, se recupera de la operación por la cual pasó de tener
pene a tener vagina. Según la ley de identidad de género, la operación la tendría
que haber cubierto su Obra Social, Grupo Osde (Organización de Servicios Directos
Empresarios). No lo hizo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
La Cirugía de Reasignación
Genital es un procedimiento reconstructivo en el que se utiliza el aparato
reproductor masculino (se usan el pene y escroto, se extraen los testículos)
para que mantenga una funcionalidad y estética de vagina. No es una operación
para tener ovarios o útero: de hecho, genera infertilidad. La cirugía crea
cavidad vaginal, clítoris, labios y orificio. Para el clítoris se usa parte del
glande, respetando los nervios ahí concentrados para evitar la pérdida de
sensibilidad. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
<i>–¿No te daba miedo perder la sensibilidad?<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
–En mi experiencia personal se
intensificaron los placeres, pero también es algo psicológico. Yo no usaba mi pene,
de esta forma accedí a conectarme con el placer en mi historia personal.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Effy cuenta que la operación fue
muy importante porque al extraer los testículos su cuerpo ya no genera
testosterona. “No quería vivir medicada tomando inhibidores”, explica. Evitar
esta hormona no sólo afecta en lo físico (vello, contextura, etc.) sino también
en estados anímicos y psicológicos, “en tu forma de expresarte, no en tu
cantidad de llanto o enojo, pero sí en la manera como sentís, como descargás,
como te conectás con la sexualidad”. Su cuerpo hace rato no la generaba porque antes
de la cirugía tomaba inhibidores, pero las pastillas y los inhibidores tienen
un costo físico y uno económico. La ley de identidad de género que, se supone,
garantiza estos tratamientos a todas las personas Trans, no siempre se cumple.
Hay burocracias y no hay respuestas (a veces del Estado, a veces de las
privadas).<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Estamos en el comedor de su casa,
en el barrio de Villa Crespo. Hace poco Effy y su hermana se mudaron solas.
Como en toda relación de hermanas, tuvieron sus diferencias. Como en la primera
fiesta donde Elizabeth decidió ir vestida como Elizabeth. Hubo un tiempo de no
hablarse. Hubo una muestra de los trabajos de Effy donde ella asistió a ver lo
que su hermana compartía. Hoy la casa es de ellas. Hay pizarras y carteles donde
reparten actividades y gastos. Hay una casa que comparten ellas, las hermanas
Chorubczyk. Hay familia. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
El psiquiatra, sexólogo y urólogo
Adrián Helien “atajó” a una Effy que llegó llorando al Hospital Durand. Le
explicó que antes de derivarla al endocrinólogo iban a tener que tener charlas,
ver su historia personal y familiar, evaluar si tenía la red de contención
necesaria para seguir los pasos y definir qué pasos seguirían. Eso fue en
octubre de 2009, y recién la derivó en abril del 2010.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
–Para mí estuvo buenísimo porque
me desaceleró, sino yo ya me estaba operando la cara. Llegué con un gran nivel
de angustia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
En ese momento, para operarse Elizabeth tenía
que iniciarle juicio al Estado. La ley recién se sancionó en 2012. El acelere
podía llevarla a cualquier lado. El proceso hormonal era reversible; la cirugía,
no. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
<i>–¿No tenías miedo de arrepentirte?<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
–No. Cometer errores es una forma
de aprender, y no hay peor error que no cometer nada. Es un riesgo que asumí
desde un lugar muuuy hablado y trabajado con una contención familiar, de
amigos, de pareja. Pienso en el colectivo LGBT y es visible la persona que
cuenta con padres y la que no en la adolescencia, la que cuenta con los hijos o
no cuando tiene 60 años. No es lo mismo cuando te está rechazando tu familia.
Yo tuve la suerte de tener una red para llegar a este momento de esta manera: si
no, iba a poner en riesgo mi salud mental.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
“Salud” es una palabra que sonará
varias veces en la charla. Mientras la tarde se va yendo tras los edificios de
Villa Crespo, otra de las palabras que suenan mucho es “familia”. Al momento de
hablar de admiración, Effy me nombra a su mamá y su hermana. Todo lo que me
cuente de aguante, del estar en el pre y post-operatorio, de las charlas y la
contención, de los procesos, todo eso lo puedo entender por lo que viví en una
presentación de Effy antes de operarse. Ella nos reunió a todos sus amigos para
contarnos lo que se venía, nos pidió que le dejemos una carta para que pueda leer
en el post-operatorio (después me contará que pidió menos anestesia para ver
algunas durante la intervención) y durante esa juntada su mamá se me acercó y
me dijo: “Gracias por acompañarla siempre”. Conocí a Elizabeth en 2011 durante
un debate que en Casa Brandon sobre la ley de identidad de género. Redes
sociales y algunos cafés de por medio fuimos conociéndonos más, hasta que Effy
se hermanó conmigo. El 1ero de diciembre de ese mismo año, me dedicó una de sus
performances, me leyó un texto, se cortó los brazos y abrazó mi torso desnudo
cubriéndome con su sangre. Por eso, cuando la mamá me quiso agradecer, yo le
agradecí a ella por su hija. Mi amiga.<b><o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Además de lo fisiológico, la
operación de Effy tenía que ver con una comodidad y movilidad de su propio
cuerpo. Una seguridad para sí misma. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
–Aceptaba el hecho del pene como
algo femenino, de hecho no tengo problemas si una persona tiene pene y se
define mujer, se define travesti, podría interactuar tranquilamente y no
dejaría para mí de ser mujer, travesti o la identidad que asuma. Sí me pasaba
que tenía una incomodidad con mi genitalidad, no tenía ganas que nadie la
tocara, que nadie la viera. Por ejemplo, en el jean antes con el pene se
formaba un bulto y yo me compraba remeras muy largas para tapar, no tenía ganas
de que se notara. Ahora que me pongo remeras cortas y el jean todavía tiene la
forma del bulto (porque quedó, son mis jeans viejos) camino por la calle y no me siento desnuda. Si alguien piensa que
tengo un bulto... era una operación para mí, no para los demás.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Esto que comparte lo advierto en
su look de ahora: jean y una remerita corta, con el pelo largo que le juega por
abajo de los hombros con algunas mechas rubias que anticipan el verano, poco
maquillaje y nada de joyas, su lunar en la cara, el mentón lejos del esternón,
la cara en alto, la sonrisa fuerte. En la charla se nos fue toda la tarde,
siempre pasa cuando nos juntamos.<b> </b>Estamos
en el comedor y veo un adorno, es una sirena con alas. Effy siempre gustó de
jugar, ser una sirena en sus performances. La sirena no tiene pene ni vagina.
Effy es real.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>Cuando la mirada que construye, nos destruye.<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Elizabeth, Effy, va a ser una
excelente anfitriona, me va a servir té con galletitas, se va a sentar de mil
maneras, ninguna como lo debería hacer una “mujer”, ninguna como lo debería
hacer un “hombre”, todas como ella quiera. ¿Por qué las comillas? Ella se va a
encargar de marcármelas cada vez que se hable de palabras o conceptos que
puedan ser traídos por la inercia e imposición cultural, las va a dibujar en el
aire, las va a marcar con los ojos revoleándose, me lo va a hacer notar. No hay
sutilezas innecesarias, todo está claro. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Actualmente no tiene empleo
fijo, pero siempre está ocupada. Arma cursos, talleres y siempre la invitan a
dar charlas para hablar de arte, performance y claro, para problematizar
temáticas LGBT. Una vez dio una charla para
futuros fonoaudiólogos en Facultad de Medicina (UBA). Antes que ella habló un
especialista que orientaba a chicas Trans para afinar la voz, explicarles qué
palabras decir y cuáles no, y hasta contó, jocoso la anécdota de que uno de los
guardias del hospital había quedado deslumbrado con una chica trans hasta que
la escuchó hablar y se asustó. Por suerte para la platea –la que esté dispuesta
a abrir la mente– después habló ella. Los instó a que acompañen a las chicas a
encontrar una voz que las haga hablar cómodas en público, una voz que si están
siendo abusadas o agredidas pueda expandirse y denunciar. Una voz propia, no
una impuesta socialmente. Y todo esto Effy lo cuenta con su voz, una que no es
ni femenina, ni masculina, ni trans, ni colectiva, sino propia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Desde que nos conocimos tenemos
rituales. Ella siempre es mi entrevistada favorita. Con esa excusa nos juntamos
a tomar café en Starbucks, y ahora en su casa. Nos acompañamos cuando cada uno
hace perfos: en centros culturales, en la calle, en marchas y hasta a veces,
nos juntamos por las ganas de solo juntarnos. Todas estas perfos, sus opiniones
y todo lo que ella puede ofrecer, se puede encontrar en su muro de Facebook:
Effy Beth.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Mientras caminaba con ella por las
calles de Buenos Aires, unas cuantas veces observé cómo la miraban. Pienso en
lo que pasa cuando camino con amigas o con amigos, cuando camino con chicas
llamativas o pibes particulares, trato de pensar si hay diferencias, si cuando
me visto raro me miran así, si cuando soy yo me miran así. Pregunto. Responde.
Effy define esas miradas que recibe en la calle como “deshumanizantes”. Deja de
ser un individuo de derecho para volverse una “minitah”, una cosa, algo a lo
que se le puede decir algo, que se lo puede tocar, algo que se puede burlar,
gritar, ignorar, maltratar. Siente que esto pasa “porque renuncié al privilegio
con el que nací, ser un varón hecho y derecho”. Sabe que en la calle no le
gritan nada a los homosexuales, que el asunto no tiene que ver con quién te
acostás. Le gritan a los afeminados. “Tiene que ver con qué parecés, qué rasgos
tomás”. Pero estos maltratos y abusos diarios son tantos que a veces se
terminan naturalizando. Effy les hace frente desde su lugar, no siendo una
“princesa”, sin modular ni agudizar su voz para así poder denunciar, avasallar
a la persona que la está agrediendo. Y lo mismo sucede con su cuerpo: a Effy no
le preocupa si alguien lo decodifica como ‘masculino’ . “Me importa tres
carajos. Si tengo que estar con las piernas separadas y la espalda más amplia
no voy a dejar de hacerlo por lo que vayan a pensar de mí”. Ella se planta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Ahora la estoy mirando yo, y mi
mirada se vuelve pregunta<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
<i>–¿Por qué no te hiciste los pechos? </i>–me escucho, y prefiero
repreguntar:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
<i>–¿Por qué deberías hacerte los pechos?<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
–Conozco muchas mujeres que se
hicieron las tetas y perdieron sensibilidad. Cuando me empecé a hormonizar, la
sensibilidad en los pechos es lo que más desarrollé y al estar de alguna
manera, “disconexa” con mi genitalidad, era mi punto de placer, obviamente que
nunca lo voy a poner en riesgo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
En la charla con Effy muchos
conceptos van a ser interpelados y problematizados. “Lo ‘masculino’ y lo ‘femenino’ son construcciones culturales”,
plantea. Llegar a este pensamiento
también fue todo un recorrido. Al principio sufría mucho porque sentía que
debía operarse la cara, estaba invadida por esa impresión de una quijada muy
grande, y demás imposiciones. “Tuve que hacer un trabajo muy fuerte de
aceptación”. Romper la binorma (el conjunto de normas impuestas a lo “femenino”
y lo “masculino”) también la llevó a entender que la sociedad siempre va a
imponer algo y uno tiene que negociar con eso. Jamás se sintió encerrada en
ningún cuerpo distinto al suyo:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
–Yo estoy en mi cuerpo y este es
mi cuerpo; y así como que entendí que este es mi cuerpo, entendí que lo tengo
que querer, respetar y que no lo iba a hacer un daño en pos de una negociación
trucha con terroristas de Cosmopolitan que me digan que haga tal cosa sino no
te van a coger ni te van a dar afecto.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>La construcción del nombre propio</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Al exponerse tanto puede pasar
que le lleguen comentarios cargados de mierda disfrazada de pregunta, como por
ejemplo: “Yo no entiendo a las travestis: si no son ni hombres ni mujeres, ¿por
qué eligen un nombre femenino? ¿por qué eligen todo lo femenino?”. Pero a esta
judía, atea, bisexual, lesbiana, mujer, trans, artista y demás no la engañan
las falsas modestias, ella sostiene que a veces, preguntas como esas de “¿por qué?”
tienen más que ver con un “No me interesa la respuesta que me des, yo solamente
quiero demostrarte que estás equivocada”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
El nombre Effy la acompañó en su
transición, ya que al principio usarlo no denotaba un “femenino” o “masculino”.
Pero después hubo que explicar que venía del nombre Elizabeth, de un personaje
de una serie que a ella le gustaba. Es que ¿cómo iba a transgredir si ni
siquiera podía comunicar lo básico? Por esto no suelta la palabra “mujer” y la
mantiene a rajatabla, porque sabe que todo el mundo (heteronormativos y anti
binorma por igual) le van a decir que no, que no elija `mujer`: “Al final todos
están diciendo qué soy y qué no cuando son cuestiones que no tienen que estar
justificadas para nadie”. Effy no se traviste de salvadora ni de mesías, aclara
que ella no está al servicio de una lucha colectiva. Está al servicio de su
propia lucha y de lo que esta pueda aportar a esa lucha colectiva. Y siente que
lo que puede aportar es diversidad.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
La construcción de su nombre vino
antes que la Ley de identidad de género. Elizabeth Chorubczyk nació en Israel,
su pasaporte dice su nombre auto percibido con sexo “masculino”, pero para
poder tener DNI argentino no le aceptaron esa ambigüedad: si era Elizabeth
debía acompañarse con FEMENINO. Esto la tuvo indocumentada por un tiempo, aún
después de aprobada la ley. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
– Hay una ley que dice vos podés
desarrollar tu género como quieras, ¿Por qué no puede haber un Elizabeth
masculino? ¿Por qué no puedo ser masculina? Sexo masculina con `a` al final”
Esa batalla legal le llevó mucho tiempo a Effy. Hoy en día tiene un pasaporte M
y un Dni F. Antes no podía postularse a puestos femeninos porque su Dni no
estaba en femenino: ahora puede, sí, la van a llamar, tal vez si no pone foto,
pero si va, ¿qué puede pasar?: <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
–Soy mujer y soy Trans, lo hermano,
al serlo, lo soy. No me pienso de otra manera, entonces cuando voy a una
entrevista yo me pienso Trans, supongo que la otra persona no me va a aceptar.
Mido 1.80, tengo espalda ancha, no tengo tetas, por el desarrollo de la
testosterona tengo pelitos que el láser no me va poder quitar, hay pequeños o
grandes indicios que en su conjunto no me van a proteger de alguien
transfóbico.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>Experta en vacíos legales.</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Cuando decidió operarse, su Obra
Social, Osde, se lo negó. Si quería hacerlo en un hospital público tenía que
entrar a una lista de espera de 200 chicas. Operan a una sola por mes.
Claramente Effy no se iba a quedar esperando. Un quirófano por mes es lo único que
pudieron conseguir los que están luchando en estos hospitales públicos. Se
opera solo en CABA y La Plata: el interior otra vez permanece olvidado.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
La Ley de identidad de género es
una ley de avanzada, Effy lo explica así: “La ley de matrimonio igualitario a
lo sumo resarcía a los afectados, nada más: en cambio,esta habla de la
identidad de todas las personas, dice que vos, sin ser trans, tenés derecho a
desarrollar tu género y expresarlo como vos quieras y tomar decisiones de tu
cuerpo como vos quieras, y eso la gente lo perdió de vista. Creen que es la ley
para la minoría de la minoría.”<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Para no cubrir la intervención,
Osde se amparaba diciendo que no estaba en el Plan Médico Obligatorio. Sin
embargo la ley ya habla del Pmo, dice que toda operación que tenga que ver con
la adecuación tiene que estar cubierta por el estado y las prestaciones u obras
sociales, o sea... tiene que estar cubierta.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-left: 18.0pt;">
<i>–¿Nadie más reclama?<o:p></o:p></i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
–Osde se aprovecha. Yo no me quiero
victimizar, pero por el tipo de país en el que vivimos y por la cantidad de
información que circula y de gente que se interesa, es una sociedad donde la
población trans y travesti es la más vulnerada, la más ignorada, y si una
chica, que a los 12 fue echada de la casa, se tiene que prostituir, decide
operarse, no hablemos si quiere o no, DECIDE, y se acerca a Osde porque
consigue Osde, porque se casa con alguien, porque consigue una buena prestación,
va a Osde, un lugar fino, de guante blanco, con legitimidad, y va y dice “Tengo
una ley y me voy a operar” y le dicen “No, no está en el Pmo” ¿qué va a hacer?
Después de ser echada de la casa, de sufrir todos los maltratos, va a volver a
la casa del novio, de la pareja diciendo “bueno” y no va a lucharla porque
cuando se margina a una población no se le da herramientas justamente para
defenderse. Yo tuve la suerte de haber
transitado una secundaria que me dio ciertas herramientas, haber pasado ciertas
cosas en mi vida, haber tenido mucha contención de mi entorno, entonces me
dijeron “no” y yo dije “¿qué?” y seguí.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Entonces pidió que le dieran ese
NO por escrito y lo llevó a la Superintendencia de Salud. Desde la
Superintendencia extendieron una carta donde le dicen a Osde que su decisión es
“parcial, arbitraria, caprichosa y tendiente a justificar una práctica negativa
de cobertura a la que el paciente tiene derecho a acceder sin intervención
judicial “. Tomá. Pero Effy no podía esperar más tiempo (en abril cumple 26
años y pierde la cobertura de la Obra Social), así que su papá vendió una
propiedad y con eso pagaron la operación particular para luego pedir el
reintegro. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 18.0pt;">
Fueron meses de ir a Osde, llorar,
desilusionarse, porque Effy también se cae, se deprime, se cansa, se desilusiona
y llora. Es humana (y mujer y trans y una luchadora). Hubo respuestas que
parecían bromas, como cuando le dijeron que espere unos meses, que pasó lo
mismo con la ley de los celíacos, que cuando salió tardaron seis meses en
reglamentarla y al final les cubrieron sólo el 5% del tratamiento. Del
otro 95%, ni novedad. La escucho y entiendo que esta
crónica yo la empecé a vivir hace rato, solo que ahora la escribo, porque yo la
vi a Effy llorando el día de la aprobación de la ley y es cuando pasan estas
cosas que ella me pregunta: “¿Entonces qué festejamos esa noche en la Plaza de
los Dos Congresos cuando se aprobó la ley de identidad de género?” No sé qué
responderle.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<b>Hoy</b><o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Y más allá de la lucha, de la
valentía, de las leyes, está el cuerpo. Parte de la operación consistió en
acortar la uretra, y hubo complicaciones. Se infectó, se enfermó. Para abrirla
nuevamente en el Durand tuvieron que meterle un fierro y remover. Effy explica,
hace el movimiento circular y se ríe.
“Me dolió mucho”, dice y el
comentario no es necesario porque ya me está doliendo de verla. Para cuidar la
zona tuvo que usar sonda por una semana. Se volvió a infectar. Fierrito de
nuevo en la guardia. Sonda por dos semanas. Ella sabía que esto podía pasar,
pero de tanto que vino padeciendo, no iba a ponerse en negativa. Quizás si
hubiese asumido esa posibilidad como algo más probable habría llegado más
preparada psicológicamente a lo que pasó en el postoperatorio. Por eso salió a
contarlo, para que cualquier chica que esté por operarse tenga el panorama
completo y personal de Effy. Con la sonda atada a la pierna y un cartel fue a
la marcha del Orgullo a realizar su perfo. Otra perfo que interpela, genera más
preguntas que respuestas. Effy comparte lo que vive, no para crear lucha
colectiva sino para abrir caminos desde su lucha personal.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
–Hay que tomar conciencia de<b> </b>que a la ley le falta un punto que
explique que no solamente se garantiza
el acceso a la salud sino ¿qué es salud? La decisión ES salud, la
decisión no es adecuar. Por eso yo salí (a la marcha) con un cartel que decía
“el aborto es salud”, no es una cuestión de “¿Quién quiere abortar? ¿Quién
quiere operarse?”, la salud TIENE que estar, arremangarse las manos e
involucrarse. No es una cuestión moral, es una cuestión de salud.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Actualmente, el país se volvió
Trans-friendly después de que Viviana Canosa y Marcelo Polino se agarraron de
la identidad de género de Florencia de la V para criticarla. La misma Florencia
Trinidad que habló tan emotivamente en <i>La
pelu</i>, su programa del mediodía en Telefé para audiencia Atp es punto de
controversia dentro del colectivo Trans, pero ahora estoy leyendo una nota que
la misma Effy escribió para<i> Página/12</i>.
No la cuestiona, pone el foco en el respeto y la ética de esos “comunicadores”
(estas comillas las pongo yo) y se ofrece a dar talleres de concientización
para estos últimos sobre identidades y problemáticas Trans.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
Pasaron tres años desde su perfo
“Nunca serás mujer”, pasó un año de la aprobación de la ley de identidad de
género. En diciembre de 2013, Effy está esperando la respuesta de su obra
social, Osde, acerca del reintegro de su
operación. Escribo esto, vuelvo a escuchar la entrevista, releo y estoy lleno
de dudas, propias, sobre mí. Será que si después de una charla con Effy uno
tiene más respuestas que inquietudes, claramente, no escuchó nada de lo que
ella dijo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.45pt;">
<b>Lucas Gutiérrez</b></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-71907740728049745072013-12-08T11:19:00.000-08:002013-12-08T11:19:33.405-08:00Los gauchos de la ciudad<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLi7arLah_eHybf23j7hq-5hRCFxGbKmZbyPriGRCMh8I0Foi7AJIvAAymm_-kdUnCu30LB_xeMNY4WNEXHzMuQcjQcen5IWz-SF9nHdifQwkcvqkmX5XP4DwFzwX9XodJw-FNh5B-KwQ/s1600/EN+EL+AIRE.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLi7arLah_eHybf23j7hq-5hRCFxGbKmZbyPriGRCMh8I0Foi7AJIvAAymm_-kdUnCu30LB_xeMNY4WNEXHzMuQcjQcen5IWz-SF9nHdifQwkcvqkmX5XP4DwFzwX9XodJw-FNh5B-KwQ/s400/EN+EL+AIRE.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> </span><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES-AR" style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;"> </span><span lang="ES-AR" style="font-family: 'Times New Roman', serif; line-height: 115%;">Susy Estévez</span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Mataderos
–bautizado en sus orígenes como Nueva Chicago por haberse emplazado allí, al
igual que en la ciudad de EEUU, la industria cárnica– es, quizás junto a La
Boca, el barrio con más personalidad e
historia de la Ciudad de Buenos Aires. Conserva
su característica de casas bajas, veredas anchas y arboladas, vecinos con la
silla en la puerta charlando y tomando mate. Barrio de gente sencilla y
solidaria. De lunes a viernes, los obreros de la carne, con sus uniformes, lo
visten de blanco. Como un destino manifiesto, se desarrolla allí la Feria de
las artesanías y tradiciones populares argentinas,
que todos conocemos como la Feria de Mataderos. El escenario principal, bautizado Antonio
Tormo, está emplazado en Lisandro de la Torre y Avenida de los Corrales. Por
allí pasan tanto las grandes figuras de nuestro folclore, como ignotos
artistas. En sus dos cuadras de puestos de artesanos, de productos
tradicionales y de comidas típicas, desfilan cada semana, miles de personas. Al
mediodía, bajo la recova, no queda lugar disponible en las mesas de madera o chapa dispuestas por los diversos locales de comida,
que sin especular con la alta demanda, ofrecen precios populares. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">A
pesar de su carácter único en esta
ciudad, que por ello y por su excelente calidad, podría haberse desvirtuado a
lo largo del tiempo y transformarse en una caricatura de sí mismo, ha logrado mantener su espíritu
auténtico. Los que concurren, bailan, comen locro, tamales y empanadas, son
vecinos del barrio y de los alrededores del conurbano, dispuestos a disfrutar
de la fiesta popular que todos los domingos, desde hace 27 años, organiza la licenciada
Sara Vinocur, quien proyectó y logró concretar esta feria en 1986. El turismo
internacional, tan ávido de lo típico, no ha llegado masivamente. Es un milagro
no toparse con carteles en inglés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Una
de las principales atracciones de la feria, que se ha mantenido inalterable desde sus
orígenes, es la corrida de la sortija, cuya historia se remonta al Medioevo, cuando
la nobleza cristiana española la
aprendió de los árabes. En el Río de la Plata, la sortija se hizo plebeya,
patrimonio del hombre de campo. En una cuadra de Lisandro de la Torre, detrás
de los puestos, se empiezan a organizar los hombres de a caballo. Cubren de
arena una franja de la calle, instalan el arco con la sortija colgante, el micrófono
y los altoparlantes que anunciarán el turno a los jinetes y los resultados de sus
corridas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> En una de las veredas se agrupan los gauchos con sus
caballos, la familia que despliega mesas y sillas, donde empieza la ronda de
mate y charla. En la otra el público que se va renovando en las dos horas que
dura la carrera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> ¿Quiénes son los gauchos que
participan? Sara Vinocur, que los define como “ paisanos locos del asfalto ”, dice
que pertenecen a diferentes centros tradicionalistas del conurbano. Que son o
fueron trabajadores del Mercado Nacional de Hacienda, que todavía funciona en
el mismo predio en que se desarrolla la feria. Cada domingo, la corrida es
organizada por alguna de las agrupaciones gauchas que se hacen responsables de
la convocatoria y la seguridad: El Sortijero de La Matanza, la Juan Moreira, El
Balcón, El Resero, entre otras. La feria les da dinero para los gastos y los
premios. También paga el seguro de los jinetes. Vienen de diferentes zonas del
gran Buenos Aires: Villa Madero, Quilmes, La Tablada, Tapiales, Ciudad Evita,
Monte Grande.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Empieza la corrida. Son cincuenta
metros que deben galopar. La estampida del caballo es impactante. En la primera
movida de sus patas, arranca a una velocidad que supera al más potente
automóvil. En un momento, el jinete se para sobre los estribos y con un puntero
primero apretado con los dientes y luego entre los dedos, cuyo diseño y modelo elige
cada uno, trata de ensartarlo en la
sortija que mide apenas dos centímetros de diámetro. Si la ensarta, cosa que a
los de a pie nos parece un milagro, la debe sostener, pues si la sortija se le
cae, el milagro no habrá valido de nada. Para frenar necesita un buen trecho.
El público festeja con gritos y aplausos los aciertos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> La carrera se desarrolla en ocho
vueltas. La de este domingo no es de las más concurridas. Sólo corren nueve
caballos: suelen participar hasta veinte.
Hoy organiza El Sortijero de La Matanza. Héctor Ríos, su presidente, está vestido
como la mayoría, de rigurosa bombacha, botas y rastra.Él está a cargo de la
locución y la planilla donde anota los resultados. Mientras va llamando a los
que les toca correr y pide a los imprudentes del publico que no invadan la zona
de galopada –¡ A ver Rubia si te corrés!, ¡Ese hombre con el chiquito, cuidado!
–, cuenta que trabajó durante 30 años en el Mercado. Que cada corredor pone $
50 y agregado a las “monedas” (sic) que les da la feria, se reparte como premio
entre cuatro o cinco ganadores. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> –Que se prepare el Pelado –reclama<b> </b>Héctor. Se refiere a Sergio, el más
jovencito de los participantes. Sergio tiene 16 años. Me cuenta que corre desde
los 7 en pagos del Uruguay, que de ahí son sus padres. Viene en representación
del Centro Tradicionalista de La Tablada. De bombacha, boina y alpargatas, sale
a la carrera rebenqueando a su tostado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> –¡¡¡Y ahora vos Bombero!!! –grita Héctor.
Así llaman al hombre canoso que monta el tordillo, pues se desempeñó durante
años en la Policía Federal.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Conversamos con Horacio Torres, del
Centro Tradicionalista La Posta de Tapiales. Corrió desde los 9 años. Cuenta
que se corría dentro del Mercado en las fechas patrias..Y a los 13 empezó a
trabajar allí, donde estuvo 32 años. Ahora tiene un sulky con el que participa
de los desfiles que se organizan los días de homenaje a la patria.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Quien está al lado del arco y también a
caballo es el sortijero. Lo llaman Tordo. Se ocupa de verificar si la sortija,
que se ensarta en una tira de cuero enganchada al arco, está bien colocada,
acomodándola o sustituyéndola en cada pasada. Como todos, viste bombacha y botas.
Se cubre la cabeza, de pelo renegrido, largo y ensortijado, con una boina. La
camisa celeste tiene estampadas en la pechera y en la espalda las imágenes en
rojo del Gauchito Gil. Un chico de unos diez años recoge las sortijas que se
caen y las que los jinetes que la ensartaron le alcanzan. Es el encargado de proveerlas
al sortijero. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> El clima es de concentración y dedicación a la tarea. Tanto para los que
corren, como para los que se ocupan de las sortijas, parece no existir el
público. Aun los que ensartan la sortija pasan lejos de donde se agolpan los
espectadores, sin gestos triunfalistas, entregan la sortija al encargado y
siguen su camino. El ambiente es de camaradería. Aquí no se manifiestan ni se
alientan las rivalidades. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Es común que corran el padre y el hijo.
En esta corrida están Jorge Gago, que vuelve a correr luego de 20 años, con su hijo Héctor. Oscar Pensa participa
con su hijo Roberto que corre galopando en un tobiano colorado y sus nietos.
Ellos por ahora no corren, pero ya montan. Oscar es el más veterano de los
paisanos. Viene de Ciudad Madero, donde mantiene en su casa el Centro
Tradicionalista Juan Moreira .Con sus setenta y tantos, va deshilvanando sus
recuerdos. Corre desde hace 56 años. Dice
que antes se corría los días de fiesta, por la Avenida de los Corrales, que entonces se llamaba Chicago y los premios
los daban los comerciantes de la zona. Le toca el turno. Jinete experimentado,
rebenquea a su caballo blanco “Palomo” y arranca de costado a toda velocidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Uno de los jinetes, en un gesto de
caballero, le regala a esta cronista la sortija conseguida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Luego de la cuarta corrida, se hace
una pausa, donde algunos de los paisanos “florean la tarde”, a decir de Hector
Ríos. Ariel Figueredo en sus versos, homenajea a los paisanos sortijeros y
también Oscar, el veterano jinete, dice un verso campero, que habla de ranchos
abandonados por mujeres traicioneras. Al finalizar la octava vuelta, se cuentan
los aciertos conseguidos. Sobre un total de 72 corridas, sólo consiguieron
llevarse la sortija 15 veces. Los aciertos se distribuyeron entre cuatro jinetes de los nueve que participaron.
Invitando especialmente al próximo domingo que es 10 de noviembre, dia de la Tradición y que constituye la más importante fiesta gaucha,
concluye una demostración más de esta tradicional destreza criolla.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"> Susy
Estévez<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-60882886875794972312013-12-02T04:11:00.000-08:002013-12-02T04:43:28.616-08:00Pablo Pinto, el conquistador del oeste<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfOaC72fQVqdEsRi_KdmBpflOQFKmxGngwuPFF5stDrhCfZE9krAE9Bqb9qaVsX4vlMk6bpVj7Gdt6E1u-Za1HPyL9NoLiE86Dz23_dHHqptmA0KOfeBrfXyHx7Ltz6v8Ovg0zyLmAkEo/s1600/De-martes-a-martes.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgfOaC72fQVqdEsRi_KdmBpflOQFKmxGngwuPFF5stDrhCfZE9krAE9Bqb9qaVsX4vlMk6bpVj7Gdt6E1u-Za1HPyL9NoLiE86Dz23_dHHqptmA0KOfeBrfXyHx7Ltz6v8Ovg0zyLmAkEo/s400/De-martes-a-martes.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Hoy, martes,
Pablo Pinto tiene el pelo más endemoniadamente monstruoso que de costumbre. Me
enseña cómo funciona ese lavarropas sin carcasa al que se le ven las entrañas,
y aunque se peine con la mano llena el pelo le vuelve a saltar como si tuviera
resortes. Pablo sirve café;qué linda le resulta esa Ariston Express de precio
exorbitante, aunque ya está resignado a desprenderse de ella cuando pase el
testeo y a volver al café de filtro o al mate cotidiano. Entonces Rubén se
acuerda de Héctor Bordoni, su compañero de la escuela que hizo de indio en “El
cóndor de oro” y que ahora hace de gaucho en la propaganda de Levité donde un
chino es el asador, y Gustavo ofrece facturas y Claudio llega sobre el pucho,
cuando hay que repartir las boletas de visita. Alguien llama para pedir un
técnico porque tiene un anafe de seis hornallas que no hace chispa en ninguna
de ellas. Pablo dice que la rutina en Servinor es sencilla, que su trabajo no
tiene vueltas, que hace dieciséis, dieciocho años que la yuga a diario y que
ahí son todos amigos <i>aunque vayamos juntos a comer de tanto en tanto</i>. Mientras
Gustavo le permita tomarse los días necesarios cuando le aparezca un bolo,
Pablo ya está contento. Y Gustavo se lo permite. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">En un momento
saldremos de recorrida: el único inconveniente es que uno, viendo la maraña de órganos
alrededor, se siente completamente lego respecto del service de electrodomésticos.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">–Nunca tuve
vergüenza del trabajo –dice Pablo–. Menos afanar, hice lo que te imagines. Le
pongo el pecho a todo. Si había que repartir pollos, repartía pollos, si había
que cargar medias reses, cargaba medias reses, si a los 16 años había que
ponerse un guardapolvo amarillo patito en un supermercado, me ponía el
guardapolvo amarillo patito en el supermercado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Servinor tiene
la sede en Martínez a tres cuadras de la Panamericana y atiende el servicio de
Ariston para la zona norte del conurbano bonaerense. El circuito de hoy incluye
Acasusso, Punta Chica, San Fernando y Nordelta. En Acasusso hay que dejarle un
lavavajillas a las asistentes de la señora en un departamento que en una
primera impresión parece hecho a todo trapo, pero que si uno se fija bien
descubre que las terminaciones no son más que molduras de yeso muy baratas.
Camino a Punta Chica –donde, en una casa atenderemos un lavarropas que recibió
un golpe de tensión y lo más probable sea, de acuerdo al diagnóstico previo,
que se le extienda el acta de fallecimiento, y en otra casa le cambiaremos las
bisagras a la tapa de un horno en la misma cocina donde recién terminaron de
preparar brócoli <i>pero sin salsa blanca, qué picardía</i>–, pasamos por la
estación Las Barrancas del Tren de la Costa. Por ese camino verde y sinuoso,
Benítez iba a correr en los ratos libres para mantener la agilidad de Pablo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">–Una vez andaba
sin guita y vi unos tipos haciendo vizcacheras en la calle, <i>no querés
laburar de esto vos que sos grandote</i>, y laburé seis meses haciendo pozos, me
quedaron los brazos así, bronceado, parecía que iba al gimnasio, me daba lo
mismo que jugar al rugby. Todos la remamos de abajo en casa, portugueses,
italianos, toda la familia. Mi abuelo, que tenía una florería frente a la plaza
de Moreno, plantaba, cosechaba y vendía las flores él mismo. Mi viejo laburaba como
técnico en BGH y después se puso una casa de artículos para el hogar en un
barrio de gitanos también en Moreno. Le fue bárbaro durante muchos años, y cuando
se fundió con la hiperinflación se puso a hacer electricidad del automóvil y
pasó de manejar un flor de auto a hacer equilibrio en una bicicleta y nadie le
negó el saludo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">En San Fernando,
la señora de la casa está preocupada porque el lavarropas le deja un charquito
de agua después de lavar. Pablo explica que la bomba de desagote junta mugre
porque a lo mejor la señora le pone más cantidad de jabón que la adecuada. Yo
le pongo hasta acá, dice la señora con culpa, y Pablo sostiene que mejor
ponerle hasta aquí para que esto no suceda y la señora asiente y se queda
tranquila porque Pablo le asegura que el lavarropas anda perfecto, como buen médico
de familia que es. Está visto que las mujeres que atiende habitualmente Pablo
son clientas conocidas, y que dada la familiaridad que ha entablado con cada
una, ante la más mínima pavadita lo mandan llamar a él específicamente para que
el hogar no se les vaya de las manos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">–Imaginate esta
fajina de irte al suelo a cada rato con treinta y cinco kilos más. Le tenía que
pedir a mi mujer que me rasque la espalda. De noventa me fui a ciento
veinticinco. Y rapado. Metía miedo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Y acota con
cierta saña:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">–A Triviño le
metí miedo cuando entré encapuchado al bar y dijo <i>o este es Benítez o este
me afana</i>. ¡Portación de cara! <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Y Pablo se ríe mientras
se le escapan los ojos de las cuencas y tiene que correr a buscarlos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">–Para mí
Benítez es un tipo que viene de afuera, un tipo con la mirada triste,
disconforme con su vida, un entrerriano que llega a Buenos Aires a ver qué
pasa, <i>Carlitos viene a Buenos Aires a laburar de artista</i>, como decía
Monzón en <i>Soñar soñar</i>, viste. Ah, sí,
miralo en YouTube. Cuando gané el premio en Huelva tenía puesta la remera de <i>Soñar soñar</i> con la cara de Monzón. Y un
saquito. Y no supe qué decir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">En el barrio La
Alameda de Nordelta (ese cuyas callecitas nos recuerdan a Wisteria Lane –la
calle de las amas de casa desesperadas–, ahí donde hay que andar despacio con
el auto porque sus niños juegan –los niños de los habitantes del barrio– y
donde un guardia altisonante le exige por favor a Pablo que le entre por atrás –a
la casa que vamos a visitar–), un lavasecarropas hace saltar la térmica porque
la secadora hace masa y eyecta los tapones. Tan simple como anularle la
secadora al aparato y usar el secarropas que tiene al lado, y ya que estamos
fíjate por qué tarda tanto en cargar el agua y fíjese qué baja presión viene de
la canilla, mientras uno pasa el secador por el porcellanato donde se armó el
charco al quitarle la manguera (para algo estamos los asistentes, para secarle
el agua o ajustarle los tornillos al técnico). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Paramos para
comer bastante más allá de aquellas lagunas con fondo de cemento y pajarracos
extrapolados. Pablo dice que no se sienta a almorzar, que se toma un yogur en
alguna estación de servicio en algún momento de la tarde. Está más flaco que en
la película pero de todas maneras es un tipo enorme, uno de esos que se para sobre
un escenario y su presencia totaliza el espacio; sin embargo cuando uno lo
escucha hablar con ese posible registro de tenorino espera que se le abra el
pecho en dos, como cuando cuenta que su señora una vez le pidió que no fuera a
Servinor y que fuera <i>realmente</i> a trabajar. A trabajar de actor, se
entiende. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Cuando nos
conocimos el viernes pasado Pablo Pinto me cuenta que Gustavo Triviño, el
director de <i>De martes a martes</i>, le
dijo que necesitaba un Juan Benítez más duro, y Pablo Pinto aumentó treinta y
cinco kilos a partir del entrenamiento en un gimnasio <i>de mala muerte en
Moreno</i> y de una dieta rica en proteínas, y cargó con el cuerpo del otro
durante los doce meses previos al rodaje. Y Pablo, cuyo pelo atrabiliario no
condijo con Benítez desde el principio, cazó la maquinita y se rapó hasta
dejarlo en su cabeza como un pinche de medio centímetro. Sucede que su papá
bandoneonista tenía una cámara súper ocho con la que a los nueve años Pablo y
su hermano Eduardo filmaban cortometrajes en el lote de al lado de la casa,
razón por la cual se aburrió en la única clase de teatro que tomó en su vida
porque ya había experimentado bastante con esas películas que no cuenta de qué
trataban y que para uno es mucho más feraz imaginárselas. Y mientras tanto, tocaba
la batería y planteaba los videoclips de la banda y cambiaba de voz en el
teléfono o de actitud frente a la caja del supermercado, cosa que todavía hace
porque no puede resistirse a jugar con sus dos hijos como cómplices o con sus
compañeros de trabajo como testigos, y todo ese fárrago de emociones que le
causaba el juego diario de cumplir el rol de artista se tradujo en el deseo de
ser actor de verdad, no importa si bueno o si malo, pero actor en serio, tarea
que parecía destinada a los sospechosos de siempre pero no para uno mismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">–Yo ya había
colgado los guantes –confiesa el viernes en el teatro Gargantúa, después de entrevistarse
para un papel en otra película – Tengo
una familia que mantener, lo mío es laburar, no queda otra. Del laburo
no me puedo quejar porque gracias al laburo tengo mi casa en Moreno, yo vivo en Moreno, y gracias al
laburo hasta restauro muebles, tendrías que ver, los ventanales antiguos de mi
casa los restauré yo, pura observación, pero la actuación era una deuda
pendiente, si hasta debo materias del secundario, hasta que Lola Sosa, la
directora de arte de la película, se acordó de mí por un bolo que hice en una
publicidad y<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<i><span lang="ES-AR">De martes a martes</span></i><span lang="ES-AR"> muestra
cómo Juan Benítez tiene una rutina armada: pecho, espalda, brazos, piernas. Se
levanta bien temprano y va al gimnasio antes de entrar a trabajar en el taller
textil. En la rutina de Benítez se cruzan la sonrisa de la quiosquera y la
chicana del supervisor: con erotismo inocente una, plena de cinismo impune la
otra; el sueldito que en casa a gatas si alcanza; las changas como gorila en
boliches o fiestas privadas; la lidia con las aves de rapiña que anidan en el
taller, y aquel puente sobre la Panamericana al que todo el tiempo se le mueve
el horizonte. Tener el gimnasio propio es un anhelo de segunda mano pero
Benítez, Juan Benítez, no ceja en el empeño. Sabe que tarde o temprano las
cosas se le enderezarán. Y entonces el jueves a la noche Benítez, firme y
derechito como camina, es testigo fortuito de una violación. Alguien viola a
Valeria, la quiosquera. Él observa de lejos. El que la viola vive en el Bajo
Belgrano, es un arquitecto que tiene su estudio en el centro, juega al golf los
sábados y se llama Alfredo van den Westoizen. De todo esto se enterará Benítez
a partir del viernes, después de buscar los datos del dominio del Audi gris al
que Westoizen se sube después de cometer el abuso, ese auto de quinientas
lucas. Esa es la cifra que le pide el lunes después de apretarlo el domingo a
la mañana en la puerta de su casa: 500 mil pesos. El gimnasio propio. Salir de
pobre. Y Benítez, ese tipo tan grandote al que no le combina el cuerpo con la
timidez, ese que no aprende a fiarse de los demás, el mismo que por poca plata
no se pelea con nadie, que cose a máquina en sobreturno para amarrocar el
manguito, el mismo a quien por hacer fuerza se le ponen rojas las manos
curtidas, se muestra distinto, brutalmente. O ese martes se muestra tal cual
es. ¿Quién es Benítez? ¿Qué le pasó en los últimos diez años? ¿Fue el hombre de
confianza de alguien, antes? ¿Estuvo preso? ¿Tan acostumbrado está a ver cómo
los demás se abusan de los otros, que no le importa quedarse en el molde cuando
es necesario? ¿Por qué tiene esa mirada espesa y devastadora en aquellos
pregnantes ojos negros, profundos, tan profundos? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> Cuesta
decirlo, pero Benítez es un hijo de puta. Un hijo de puta como Travis Brickle o
como Claus von Bülow, y sin dudas que Pablo Pinto califica por este rol en la
misma liga que Robert De Niro o Jeremy Irons en <i>Taxi driver</i> y <i>Mi secreto me
condena</i>, dos películas con hijos de puta de antología. Todo el cuerpo de
Pablo, sin exagerar, es de Benítez en la película: ese andar ágil que desmiente
el esfuerzo del sobrepeso adquirido, las manos rudas con pequeñas cicatrices,
las marcas de viruela en sus mejillas, el planisferio de señas particulares de
un individuo que se diluyen en la ficción de otro. Y es sorprendente y en
definitiva conmovedor que la comprensión total de Pablo Pinto respecto de su
personaje convierta esta película en un rotundo objeto artístico. Uno sale del
cine con la angustia de haber perdido un héroe en el camino, aunque al cabo de
un rato, cuando recuerda que Benítez arropa a la hija dormida, le da un beso
trémulo en la frente y se queda arrodillado como pidiéndole perdón, le
cosquillee encendido el entusiasmo por haber conocido a uno de esos actores
extraordinarios que con un solo parpadeo nos hacen creer que el océano se
partió en dos, como dijimos de su pecho cuando algo lo emociona. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<i><span lang="ES-AR"> </span></i><i><span lang="ES-AR">De martes a martes</span></i><span lang="ES-AR"> se estrenó en Buenos
Aires el jueves 3 de octubre de 2013, un año después de iniciar su carrera en
los festivales de Biarritz (Francia, premio a la Mejor Película), Huelva
(España, premios al Mejor Nuevo Director y Colón de Plata al Mejor Actor), y
Mar del Plata (Argentina, premio Astor de Plata al Mejor Actor –compartido con
el turco Ilyas Salman por la película <i>Lal
gece</i>–). <i>De martes a martes</i>, gracias
a la carrera que había hecho el año anterior, era uno de esos estrenos que en el ambiente del cine se
esperaban con muchas ganas para esta temporada, pero tal vez debido a las
exigencias para el cobro de subsidios del INCAA, o por el arbitrio en la distribución
del cine nacional o debido al cumplimiento de la cuota de pantalla por parte de
los exhibidores en las salas, podríamos decir que la película<i> </i>se estrenó
para cumplir, con apenas tres copias y en una época de marcada merma en la
cantidad de espectadores. Resulta lógico entonces que no haya despertado
interés: de acuerdo a la información publicada el 7 de octubre en el sitio web
cinesargentinos.com.ar, Rentrak EDI de Argentina informa que <i>De martes a martes</i> tuvo un promedio de
151 espectadores por copia entre el jueves 3 y el domingo 6 de octubre, el fin
de semana de estreno en el que en total asistieron unos 483.000 espectadores a
las salas de todo el país (un 34% menos que en la misma semana de 2012) y la
película más vista fue <i>Dragonball Z: La
batalla de los dioses</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR"> –Sabés
que una vuelta estamos haciendo un pozo frente a una casa muy linda, y un
pocero paraguayo la mira, la mira, dele mirarla, hasta que se le llenan los
ojos de lágrimas y me<i> dice algún día voy a tener una casa así, y un vino</i>.
De ahí lo saqué a Benítez me parece – y por un momento Pablo se calla y mira al
frente, quizás porque en el camino a Moreno el asfalto esté cuarteado y la
trajinada Berlingo verde inglés sienta el traqueteo en los elásticos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Moreno,
puntualmente, como en el far west, es una ciudad seca de calles polvorientas,
edificios bajos y el cielo amplio que al atardecer se puebla de múltiples tornasolados.
Pablo Pinto hoy tiene en Moreno el mismo fulgor de celebridad que tenía antes
de transformarse en actor de cine. A lo mejor la gente le sonría con una
sonrisa más amplia y Pablo la mire con una caricia de agradecimiento. Llegamos
ahí donde él vive, <i>cerca, a diez cuadras,</i> porque a uno le conviene más
tomarse el tren para bajarse en Once. <i>Al otro lado de la plaza está más
tranquilo para hacer fotos</i>, sugiere, e indica dónde estaba la florería del
abuelo, en diagonal a la municipalidad y en línea recta a la iglesia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">Le agradezco
que me haya permitido acompañarlo al trabajo y le pido un autógrafo. Está muy
claro que él no es el personaje aunque Marcelo, el mecánico que trabaja al lado
de Servinor, al verlo le grite<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">–¡Benítez,
hágala bien!<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR">que es lo mismo
que le azuza el taimado supervisor González al forzudo en la película. Y uno se
pregunta por qué Pablo trabaja de otra cosa si es actor y por qué tendría que
cambiar su vida laboral si siempre carga su caja de herramientas y no le pesa,
qué nos lleva a naturalizar tanto absurdo maniqueísmo alrededor del triunfo y
la voluntad en el trabajo y en el arte, si al fin y al cabo uno conquista el
universo cuando encuentra un espacio en el mundo y tiene el corazón en las
pupilas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR"><b>Carlos Diviesti</b></span></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-3371439811831915922013-11-25T05:28:00.000-08:002013-11-25T05:34:46.972-08:00¡Los colorados no son bichos!<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIhyx9vJcKQkvYZrwG2iNhfqT02XJ_-pa2YwR9sV_qfG-G7gOMXaBfIU3eMBpg-6lr_Uulcq8VcEn7TTferhaFd5JOXikw5CjEMQm0ZGlgsxP4ejO15VUE0kt0UBZwqUkU1O4fEgXUSiw/s1600/DSC_1149.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIhyx9vJcKQkvYZrwG2iNhfqT02XJ_-pa2YwR9sV_qfG-G7gOMXaBfIU3eMBpg-6lr_Uulcq8VcEn7TTferhaFd5JOXikw5CjEMQm0ZGlgsxP4ejO15VUE0kt0UBZwqUkU1O4fEgXUSiw/s400/DSC_1149.JPG" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
–Nos sacan fotos como si fuéramos
bichos raros –<span style="text-indent: 35.4pt;">dice Omar, y una voz de más atrás grita:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
– ¡Es por eso que nos juntamos!<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Omar Fortunato es el alma de la
reunión y el administrador de la página de Facebook Pelirrojos club. Se mueve de
un colorado al otro intentando levantar la moral de esos rostros pecosos que
parecen ponerse aún más colorados por estar en este lugar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Los pelirrojos viven condicionados por la atención que provoca el color de su pelo del cual se
sienten orgullosos una individualidad natural y evidente que los hace
exclusivos en un mundo que tiende a homogeneizarse. El rutilismo es un carácter
genético cuya más importante característica es la pigmentación de la piel y del
cabello. No existen fuentes fiables o científicas con números más o menos
exactos sobre los porcentajes de pelirrojos en el mundo, solo los países con
mayor cantidad de pelirrojos han hecho estudios con datos.Lla universidad de
Edimburgo, en Escocia, publicó un estudio sobre enfermedades de la piel en el
que establece que un 10% de la población
total de ese país es pelirroja. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Algunos de los pocos pelirrojos
argentinos decidieron reunirse por primera vez el sábado 23 de noviembre en el
patio del fondo del bar La Papelera, sobre la calle Honduras, a apenas media
cuadra de la plaza Serrano.<b> </b> La convocatoria se formalizó a través de su página
de Facebook que en menos de un mes cosechó más de 1700 “Me gusta”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
A la hora puntual de inicio de la
reunión, las 18, los pelirrojos eran apenas 7 y los no pelirrojos éramos
unos 10. Al intentar acercarse a hacer
una pregunta o sacar una foto uno se
encontraba con evasivas y timidez –“esperá que seamos más”, nos decían– ellos no se
juntaban entre ellos y se apoyaban en sus acompañantes no pelirrojos buscando
tal vez motivos para no irse de allí. Pero al pasar el tiempo y con el
entusiasmo provocado por las fotos para un medio gráfico, que envió un
fotógrafo pero no un cronista, se empezaron a soltar. Para llegar hasta el
patio interno reservado para a la reunión debían atravesar el bar y uno podía
ver la duda que los dominaba <b> </b>hasta que
veían que eran más de los que creían y que nadie allí se burlaba de
ellos, solo ellos lo hacían y se apuraban en hacerlo. Se decían sin conocerse y
a la manera de santo y seña los diferentes apodos que los martirizaban en un
punto y con los cuales hoy parecían sentirse satisfechos. Cabeza de tuco,
tomate, fosforito, zanahoria y tantos por el estilo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
La primera de estas reuniones de
pelirrojos se hizo en Holanda en el año 2005 y de allí en más, en ese país se hace
todos los años, siempre el 1º de septiembre.
La reunión de 2013 congregó a más de 1700
pelirrojos en la ciudad de Breda y entrór en el libro Guinness de los records. Estas manifestaciones recuerdan el cuento
corto de Arthur Conan Doyle “La liga de los pelirrojos”, aunque carecen de las
intenciones criminales allí narradas.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
En esta reunión argentina las
expectativas no son ni por lejos llegar a ese numero. Al principio nos había
parecido una mala idea que se reunieran en un lugar apartado y algo escondido, y no en una plaza, por ejemplo. Ahora ya no lo
es tanto: tal vez en un lugar tan abierto y expuesto estarían más a la defensiva, como al principio de esta
reunión. Una vez que el pequeño lugar estuvo totalmente lleno de pelirrojos, la
confianza y la alegría de sentirse acompañados es notoria.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Por qué se juntan? <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
–Tenemos que visualizarnos juntos y derribar
los mitos que alrededor nuestro se dicen todo el tiempo, que traemos mala
suerte, que somos tontos o las mujeres pelirrojas brujas o muy sueltas de cuerpo,
me entendés, ¿no? Y a la vez tenemos motivos más serios, más adelante
trabajaremos sobre la idea de hacer conocer que nuestros problemas a nivel
salud son atendibles. ¿Vos sabias que a nosotros no nos agarra la anestesia
como a todos? La mayoría de la gente se queda con nuestros problemas de piel
pero nuestro gen mutante (sic) nos provoca otros trastornos y debemos hacer
algo al respecto –dice Omar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
Llegan las cámaras de televisión
y de manera comprensible todo se desordena. Ahora si la reunión parece ser una
fiesta, los pelos se sueltan y los ojos verdes, que casi todos comparten<b>, </b>se abren aún más.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
La reportera del canal 9 enviada
a cubrir la nota es muy linda, muy simpática y… ¡pelirroja! <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
– ¡Esta buenísimo porque voy a
poder hacer la nota con conocimiento de causa! –dice- No fue a propósito: en realidad, obviamente
cuando se enteraron que esto estaba para cubrir, dijeron Esto está buenísimo para que lo cubras
vos, pero la verdad que somos el único
equipo que trabaja los sábados por la tarde.
Esto es muy loco… ¡es increíble!-<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
La risa la desborda como a todos los “colo” que
van llegando a la reunión, ahora sí en grupos homogéneos, y vemos cómo sacan
los celulares para intercambiarse los números. Uno de los más activos en
capturar números es un adolescente que va de una pelirroja a otra.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
–Nunca salí con una pelirroja, sería raro, qué va a
decir el que nos vea, es que somos parecidos, como salir con un hermano –dice, poniéndose
todavía más colorado.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
A la hora de inicio de la reunión
sólo eran siete y en menos de una hora ya eran más de cincuenta los que
compartieron un momento de fraternidad que parecían necesitar. Los
organizadores habían preparado unas charlas sobre salud, cuidados de la piel y
chequeos más especiales, y luego una sexóloga dio consejos exclusivos para los
rojos. El lugar, que al principio parecía tan grande, ahora se convierte en una
caja pequeña en la que no se puede respirar y nos damos cuenta, nosotros, los
no pelirrojos que de a poco nos fuimos convirtiendo en invisibles y salimos del
patio hacia el bar, para ver como nuevos tímidos colorados se acercan por el
pasillo de mesas prontos a convertirse en orgullosos pelirrojos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<b>Claudio Buezas</b></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-26055591510124813582013-11-24T18:58:00.000-08:002013-11-24T18:58:13.795-08:00“Si no me acepto gorda tampoco me podré aceptar delgada”: los Comedores Compulsivos Anónimos y el peso de las palabras<div align="center" class="EstiloCama" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkpL7bBVPKnsdmivLfe9DFgs2g6zkk5aJGkIxryORPI6rEY2-xjT9npx6HtcHnu_9K8yZq8XexPq42lyOWvN0XoXGa6DIaJGzNxxJsyjSmGe94FEziayFTICyNQPq58Hw1AcNHCU1mjQ8/s1600/Comedores+compulsivos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkpL7bBVPKnsdmivLfe9DFgs2g6zkk5aJGkIxryORPI6rEY2-xjT9npx6HtcHnu_9K8yZq8XexPq42lyOWvN0XoXGa6DIaJGzNxxJsyjSmGe94FEziayFTICyNQPq58Hw1AcNHCU1mjQ8/s400/Comedores+compulsivos.jpg" width="400" /></a></div>
<div align="right" class="EstiloCama" style="text-align: right;">
<br /></div>
<div align="center" class="EstiloCama" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> El
10 de junio de 1935 un corredor de bolsa neoyorquino y un cirujano originario
de Vermont descubrieron en Ohio un hecho nunca antes advertido en toda su
envergadura: cuando los alcohólicos en abstinencia conversan sobre sí mismos,
sobre lo que les sucede cuando dejan el alcohol y sobre las razones por las
cuales necesitan esa sustancia para vivir, olvidan por un rato sus ganas de
beber. El corredor de bolsa y el cirujano, alcohólicos ellos mismos, habían
intentado ya, cada uno por distintas vías, dejar la bebida en varias ocasiones,
pero sin ningún resultado. Mediante su descubrimiento, en cambio, consiguieron
lo que no habían podido lograr cada uno por su cuenta. <o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Veinticinco
años después, en Los Ángeles, surgió la idea de que ese mismo método que había
servido a los alcohólicos quizá podría servir también a quienes no podían dejar
de comer de forma compulsiva. Así surgió Comedores Compulsivos Anónimos. Esta
es la historia de unos pocos comedores compulsivos argentinos en recuperación,
sobre sus reuniones y su inframundo. También es una historia sobre la gordura y
la comida. Y también sobre las palabras. Pero no nos traguemos todo a la vez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<b><span lang="ES-TRAD">Ir
por un café</span></b><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> A
ese que viene ahí le vamos a llamar Gustavo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –¿Vos sos Camilo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Sí.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Sos
muy expresivo: te veías totalmente perdido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Gustavo
me gasta como si ya nos conociéramos. En cierto sentido es así: hemos hablado
por teléfono, nos hemos cruzado mensajes y nos reconocimos de inmediato. Sin
embargo, algo no cierra: yo esperaba encontrarme con alguien obeso y Gustavo
está lejos de serlo. Que esperaba encontrarme con alguien obeso es un decir. No
lo “esperaba”, puesto que estaba seguro. Más tarde, cuando repase mentalmente
la tarde, esa seguridad me parecerá de lo más absurda. Es un poco como quedar
con un alcóholico anónimo y suponer que lo encontrarás completamente borracho. <o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Junto
a Gustavo viene alguien a quien podríamos llamar, por ejemplo, Nelson. Tampoco
él coincide con mi imagen mental de un comedor compulsivo: vino en bici y ropa
deportiva y rápidamente estamos conversando, como dos avezados ciclistas, de
las bondades y limitaciones de las bicicletas plegables. A la comedora
compulsiva que se suma de última al café, esa rubia de ojos claros, la vamos a
llamar Claudia. Y si el estereotipo no funcionaba con Gustavo ni con Nelson,
tampoco va a funcionar con ella, porque Claudia es una mujer radiante y
desenvuelta, de unos treinta y tantos años que ahora sí, definitivamente, ha
puesto en crisis mi idea de cómo luce un comedor compulsivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Los
tres son de un hablar raudo y certero, así que con permiso, voy a ponerle <i>play</i> a la grabadora mental.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<b><span lang="ES-TRAD">Comer
para no sentir<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Mirá:
yo llegué a pesar 20 kilos más de lo que peso ahora –dice Gustavo. Después de
un tiempo me fui de los grupos, pero volví luego de un infarto. Salí del
hospital y me di cuenta que tapaba todo mirando a la heladera. Para mí comer
era como usar una droga: utilizaba la comida para no sentir. <o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Intento
imaginar a Gustavo con 20 kilos más pero no logro hacerme la imagen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –El
asunto no tiene nada que ver con el hambre. Esto que te voy a decir no es algo
que por ahí se diga en OA [Comedores Compulsivos Anónimos por sus siglas en
ingles: <i>Overaters Anonymous</i>]<i> </i>pero es algo que yo pienso: una cosa es
el hambre de Dios, el hambre que me recuerda que tengo que comer para vivir, y
otra cosa es el hambre que me hace comer lo que no quiero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –¿Pero
no es un poco confuso el límite? –reparo–. Alguien que se declara alcohólico o
que considera que tiene problemas con el resto de drogas comienza su
rehabilitación deteniendo su consumo. Pero ustedes no pueden dejar de comer.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Claudia
interviene como si enseñara a un niño a multiplicar 1 por 2.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –En
realidad, para nosotros el límite es muy claro. Venís de hacerte daño con la
comida. Hay un termómetro interno que te dice de inmediato cuándo estás
comiendo para satisfacerte y cuándo no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> A
medida que la conversación avanza voy comprendiendo mi propio prejuicio: creer
que un comedor compulsivo es necesariamente una persona obesa implica una
visión bastante pobre del asunto. Claudia me explica –y más tarde tendré
oportunidad de confirmarlo con mis propios ojos– que en los grupos de OA
convergen, entre otros, obesos, anoréxicas, bulímicos y gente que sube y baja
de peso repetidamente. En suma: gente que tiene un problema con <i>su</i> forma de comer. El asunto es la
relación con la comida, no la comida <i>per
se</i>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Yo,
por ejemplo, llegué por un exceso de peso –añade Gustavo– pero algunas veces
tuve comportamientos y actitudes anoréxicas o bulímicas. Por ejemplo, si en una
fiesta comía de más me decía a mí mismo que no importaba porque luego, de
última, podía tomarme un laxante. O por ejemplo: comía de más y luego pensaba
que mediante una sesión extrema de ejercicios podía compensar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Nelson
andaba trayendo los cafés, pero ya volvió.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Y
al ser la comida una práctica que reúne a la gente, ¿no se les complica estar
en actividades sociales que giran en torno al comer?<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Es
que el problema no es la comida. El problema es comer para no sentir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<b><span lang="ES-TRAD">La
voz de los especialistas<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Nelson
va al nutricionista desde que cumplió los once años. Los comedores compulsivos anónimos
no reniegan de otras alternativas o tratamientos para lo que, por comodidad,
voy a llamar acá “desórdenes alimenticios”, pero en el tono se adivina que se
trata de tratamientos con una lógica distinta a la de OA. De hecho, mientras
que la ciencia parte confusamente de que los trastornos de la alimentación se
originan en una suerte de híbrido entre la dejadez moral y la patología médica,
los 12 pasos que los OA adaptaron de Alcohólicos Anónimos parten de la premisa
de que sólo se puede superar una adicción cuando uno admite que la tiene. A
partir de ese primer paso referido a la admisión de una incomodidad con las
propias prácticas alimentarias, el comedor compulsivo emprende en OA un camino
compuesto por once pasos más en busca de un bienestar físico emocional y
espiritual que apenas tiene que ver con dietas o regímenes alimentarios. Según
Nelson, sin embargo, los nutricionistas comprenden cada vez más la ineficacia
de las dietas. Para él, lo que dicen los expertos se asimila cada vez más a lo
que se recomienda en los grupos de OA.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> No
obstante, esto no siempre fue así. Un breve recorrido por la literatura
especializada revela, en efecto, que la gordura fue “inventada”, en parte, por
instituciones médicas y sanitarias. Que
el comer posee una dimensión simbólica que trasciende la necesidad natural es
algo que se sabe desde que Lévi-Strauss publicara su estudio <i>Lo crudo y lo cocido</i>. Dado este hecho, los especialistas señalan
que la preparación e ingestión de alimentos ha poseído una dimensión cultural
desde los inicios de los tiempos. En otras palabras, como indica el historiador
de la ciencia Paolo Rossi en su libro<i> Comer:
necesidad, deseo, obsesión</i>, “las maneras de nutrirse pueden decirnos algo
importante no sólo acerca de las formas de la vida, sino también acerca de la
estructura de una sociedad y las reglas que le permiten perdurar y desafiar al
tiempo”. Si el acto de comer posee una veta cultural, si los alimentos y su
ingestión no dependen por completo de necesidades biológicas, las instituciones
sociales vinculadas al ámbito alimentario sin duda juegan un papel en lo
referido a los desórdenes de alimentación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Según
la <i>Historia de la gordura</i> del teórico
francés George Vigarello, “lo gordo” no sólo surge como estigma a partir de la
patologización del grosor corporal, sino que además la propia noción de gordura
es el resultado de un lento avance de unos saberes que, como el saber del
médico, sustraen a la gordura su viejo hálito de prestigio (surgido en el marco
de las tremebundas hambrunas medievales) y la convierten en un problema. Para Vigarello, el avance en la
estigmatización de la gordura se da entonces de la mano no solo de cambios en
la percepción de la estética corporal (cambios que se consolidarán solo de
forma tardía, a inicios del siglo XIX) sino también, y sobre todo, de la mano
de una medicina que inventará balanzas, promedios “sanos” de peso y formas
dramáticas de describir la abundancia de carnes. De modo tal que la misma
medicina que hizo posible la “invención” de la gordura, se rasga ahora las
vestiduras indagando las razones por la cuales miles de personas le temen. Esto
por no hablar de la sobreoferta de alimentos (cuya dramática contrapartida es
el hambre de millones de personas en los márgenes del mundo) que es la que, en
última instancia, posibilita la obesidad y sus reversos: la anorexia y la
bulimia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Pero
volvamos a Nelson.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –A
mí ir al nutricionista me ha ayudado, pero los grupos son los que me han
permitido mantenerme. Cuando llegué a OA pesaba 40 kilos más de lo que peso
ahora. A mí la nutricionista me dice “Usted no tiene que hacer una dieta”, y es
lo mismo que decimos nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Yo
muchas veces logré bajar de peso con esos métodos, pero el tema, luego, era
sostenerlo –añade Claudia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Dentro
de la filosofía de los Comedores Compulsivos Anónimos no hay una receta para
bajar o subir de peso. De hecho, bajar o subir es secundario. El programa, más
bien, está concebido para practicarse en primera persona, como una búsqueda
personal exenta de gurús. Cierta
caricaturización de los programas estilo Comedores Compulsivos Anónimos señala
que se trata de programas de autoayuda. Pero “autoayuda” es Paulo Coelho. Esto
se trata, más bien, de Nelson encontrando algo que le ayudó a bajar 40 kilos
para poder moverse. Se trata de Gustavo saliendo del hospital y encontrando una
manera de salvar su vida luego de un infarto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<b><span lang="ES-TRAD">La
reunión<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Para
comprender la diferencia entre los comedores compulsivos y Paulo Coelho me
bastó con entrar al grupo. Mi asistencia es en carácter de invitado, por lo que
procuro sentarme en un rincón para no perturbar. Una vez al mes, en este grupo
en particular (pues en la Argentina existen varios más), se realiza una reunión
“abierta”, a saber, una a la cual pueden asistir invitados. Lo que me dijo Claudia respecto a la
diversidad en la composición del grupo queda ahora confirmado: la conformación
es tan variopinta que entre las 11 personas que asisten a la reunión de hoy es
más sencillo encontrar diferencias que similitudes. Si alguien entrara en este
cuarto y tuviera que adivinar qué reúne a estas personas, la tendría difícil.
Además de Nelson y Gustavo, de quienes ya sabemos algo –Claudia se fue cuando
terminamos el café– vamos a decir que acá hay diferencias no solo de
contextura, sino de edad, clase social, género, origen y proveniencia
profesional. Lo único en común entre los once cuerpos de esta sala es que
tienen problemas con la comida y que buscan una manera de sobrellevar esos
problemas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Peor
he aquí que sucede algo interesante: a diferencia de la fórmula simplona de la
dieta, o de la cifra estándar de las 2000 calorías de los nutricionistas, acá
cada quien debe dar con su propio método. Lo que sirve a un OA no tiene que
servir a otro; lo que se abstiene de comer un OA no necesariamente está vedado
para todos los otros. A diferencia de las fantasías individualistas de la
autoayuda (basura del tipo “solo tienes que proponértelo para lograrlo”) me
encuentro con once reflexiones singulares: once formas de ver el mundo. No
obstante, entre la observaciones de uno y otro se teje un sentido, una verdad
colectiva. Algo que no es solo la sumatoria de once visiones individuales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<b><span lang="ES-TRAD">El
género de la gordura<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –A
diferencia de otros grupos de 12 pasos –me había explicado Gustavo en el café–
en OA hay más mujeres que hombres. Supongo que para una mujer está peor visto
estar gorda, por lo que hay más presión para ellas en lo referido a la
alimentación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Sin
embargo el sufrimiento es el mismo –agrega Nelson.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> En
la reunión tengo posibilidad de constatar lo que ha dicho Gustavo: son tres
varones por ocho mujeres.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Inclusive
los libros que usamos están escritos en femenino. ¡Algunos compañeros cambian
el género cuando les toca leer en vos alta!
Donde dice “nosotras” leen “nosotros” –dice entre risas Gustavo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> De
costado vuelvo a ver a Claudia. No puedo evitar pensar en la ironía de que
cuando las mujeres defienden un uso neutral del lenguaje reciben todo tipo de
críticas, pero cuando sucede al revés, no. Pero esa es harina de otro costal
(¿o no?).<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> –Lo
importante es que aquí no discriminamos: cualquiera es bienvenido –sentencia
Nelson.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> En
su <i>Historia de la gordura</i>, Vigarello
da cuenta de la génesis de esas diferencias en la percepción del peso según el
género, y se refiere, inclusive, a “dos universos de cultura adiposa”. La
explicación histórica se da en términos de percepción de la belleza: mientras
que desde finales del siglo XVI se consolida una belleza masculina asociada al
“afuera” y al encuentro con las cosas y las personas, la belleza femenina queda
signada por el “adentro”, es decir, se constituye como una belleza decorativa.
En su ensayo “El cuerpo y sus descontentos”, la filósofa uruguaya Laura Gioscia
apunta: “La gordura termina haciéndonos un favor: nos muestra la relación entre
el sexo y el entramado social”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Sin
embargo, independientemente de estas consideraciones, como lo señala Nelson, la
difusión y aceptación de normas y prohibiciones en términos alimentarios,
acaban alcanzando y haciendo sufrir a cada vez más personas (no sólo a los
varones, sino, por ejemplo, cada vez más a adolescentes y niños). La concepción
de la OMS de la obesidad como epidemia sugiere precisamente eso: que la
obesidad la puede sufrir cualquiera, independientemente de su género. Se trata
de un diagnóstico, cierto, pero que también puede operar como amenaza, con lo
cual volvemos a la paradoja de antes: la de una medicina que por un lado
prescribe la delgadez pero que luego se lava las manos con respecto a fenómenos
como la anorexia y la bulimia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<b><span lang="ES-TRAD">El
peso de las palabras: de vuelta a la reunión<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> ¿Qué
se hace en las reuniones? Es simple: hay una moderadora que anota los nombres y
se encarga de dar la palabra a los participantes. Cada uno/a habla de su día,
de las dificultades que encontró, de su estado emocional y de cómo intentó
hacerse cargo de sí en las diferentes situaciones que enfrentó. Cada uno/a
explica la manera en que utilizó las consignas de los OA para atenderse y no
tener que comer compulsivamente. Cada uno/a habla sobre sí, sin dar consejos ni
prédicas redentoras. ¿Es eso todo lo que hacen los OA, hablar?<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Si.
Bárbara comenta sobre su temor a las fiestas y a enfrentar las desaforadas
comilonas colectivas de fin de año. Ana dice que está convencida de que si no
se acepta gorda, nada le garantiza que algún día se logre aceptar si llega a
estar delgada. Lucía cuenta que logró seguir el plan de alimentación que se
había escrito para sí misma al levantarse en la mañana. Alguien habla de sus
desencuentros con un guardia de seguridad y de cómo logró manejar la situación
sin tener que atiborrarse luego de comida. Julia refiere sus dificultades para
manejar el ruido nervioso del vecindario sin dulces ni atracones. Mariana dice
que no sabe muy bien si cree en Dios o no, pero que al menos sabe que al
asistir al grupo ya no se siente tan sola.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Y
ese que está sentado ahí, soy yo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> —Camilo,
sobre un tiempo de la reunión. ¿Querés decirnos algo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> No
dije nada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> ¿Eso
es todo lo que hacen los OA, hablar? Sí. Pero es que las palabras también
tienen su propio peso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<b><span lang="ES-TRAD">Nota
aclaratoria<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"> Los
nombres utilizados en esta crónica, a petición de los entrevistados, han sido
cambiados para preservar su anonimato. Los entrevistados han solicitado,
además, que la presente nota consigne que los grupos de OA son libres,
gratuitos y confidenciales. Para más información sobre los grupos de OA a nivel
mundial visítese <a href="http://www.oa.org/">www.oa.org</a> o, en castellano, <a href="file:///C:/Users/Daniel%20Riera/Downloads/espanol.oa.org">espanol.oa.org</a><o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="EstiloCama">
<br /></div>
<div class="EstiloCama">
<span lang="ES-TRAD"><b>Camilo Retana</b></span></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-4906360469415640612013-11-20T19:09:00.000-08:002013-11-20T19:09:25.577-08:00Los virajes de Walsh<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjga5vJqyTATrRiGD9eGLaAZMEgotKsajC-5sx9Y5oRVG4ak4kDrVJjBmhEQt-xlKthQBY579U2-1CHw_UPJ4VNHIHncnnSzxhKW889sS9iXUWZQx_CyY0afXDqwjpoN_jibguoCnkzKG4/s1600/El+violento+oficio+de+escribir.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjga5vJqyTATrRiGD9eGLaAZMEgotKsajC-5sx9Y5oRVG4ak4kDrVJjBmhEQt-xlKthQBY579U2-1CHw_UPJ4VNHIHncnnSzxhKW889sS9iXUWZQx_CyY0afXDqwjpoN_jibguoCnkzKG4/s400/El+violento+oficio+de+escribir.jpg" width="272" /></a></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Lo primero que impacta de <i>El violento oficio de escribir</i>, prolija y documentada
recopilación de artículos periodísticos de Rodolfo Walsh a cargo de Daniel Link
es la amplia y diferente temática que el escritor desarrolló, siempre con un
estilo literario muy pulido y siempre<b> </b>meticulosamente
documentado. El libro está ordenado en forma cronológica, lo que permite seguir el derrotero ideológico de Walsh y
tener algunas claves para entender las razones de su compromiso político.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Hacia 1944 Rodolfo Walsh trabajaba como corrector de
pruebas y traductor de novelas policiales para la Editorial Hachette de Buenos
Aires. En 1953 compiló la antología </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Diez cuentos policiales argentinos</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, y publicó </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Variaciones en rojo</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, su primer libro, de
cuentos policiales. </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A partir de 1951 ingresó en el periodismo.
Comenzó en las revistas </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Leoplán</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> y </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"><i>Vea y
Lea</i>. </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La primera crónica
recopilada es sobre el escritor estadounidense Ambrose Bierce y su misteriosa muerte, como un
ejemplo de las notas sobre literatura y escritores que Walsh escribía para la
revista </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Leoplán</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> entre 1953 y 1955. A
partir de la Revolución Libertadora, a la que adhiere por algunos años,
comienza con temas de interés general en la misma revista. Ejemplo de esta
adhesión es la crónica elegíaca sobre el
piloto de la aviación naval Eduardo Estivariz, camarada de armas de Carlos, el hermano de
Walsh, que cae combatiendo a las tropas leales a Perón cerca de Bahía Blanca. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En 1956, cuando en un café de La Plata alguien le dice:
"Hay un fusilado que vive" la frase desata en Walsh su inagotable
afán investigativo. Le atrae como periodista la existencia de un fusilado, le atrae
la posibilidad de convertirse en un periodista-detective Los descubrimientos
que va haciendo son como intersticios por los cuales se iba filtrando un rayo
de luz en su conciencia, que todavía no comprendía el drama social y la lucha de
clases que se estaba produciendo</span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";"> </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">en la</span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";"> </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">República Argentina. Es el punto de quiebre en el que
comienza su viraje político y el compromiso social que ya no abandonará.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A partir de la crónica “ Yo también fui un fusilado” , donde
cuenta la historia del obrero Juan Carlos Livraga, uno de los sobrevivientes de
la masacre de los basurales de José León Suárez en junio de 1956, Walsh cambia
su prosa. Es la primera de una serie que publicó durante los primeros meses de
1957 en la revista </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Revolución Nacional</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, y fueron el embrión de lo que iba a ser el libro </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Operación
Masacre</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">. La crudeza con que va
describiendo las escenas de los fusilamientos, la contundencia de las pruebas y
testimonios, la condena al accionar de la policía bonaerense, van dejando atrás
al Walsh de las crónicas literarias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Algunos de sus artículos “pasatistas”, que publica el </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;">Leoplán</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> hasta 1959, como “Lenguaje universal cifrado”, “El fin de
los dirigibles” o “Los métodos del FBI”, los firma, quizás por pudor, con el
seudónimo Daniel Hernández ( protagonista de su libro </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Variaciones
en rojo</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> ). Viaja a Cuba en 1959
como enviado de </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Leoplán</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> y se integra a la
agencia de noticias Prensa Latina, recién fundada a instancias del Che por
Jorge Masetti. Esta experiencia marca el otro viraje en la mirada de la
realidad de Walsh. A partir de aquí, todas sus crónicas, cualquiera sea el
tema, incluyen los padecimientos de los postergados del sistema.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">De regreso a Buenos Aires, comienza a publicar en las
revistas </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Panorama</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Adán</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> y </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Georama</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">. Los yerbatales paralizados de Misiones durante el gobierno
de Illia, mientras se importaba yerba de Brasil; el leprosario de la Isla del
Cerrito, con sus estrecheces económicas y las miserias y heroicidades de sus
internados; </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Carnaval
Caté</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, sobre el carnaval de
Corrientes, con sus fastuosos trajes y las rivalidades entre las comparsas en el medio de
la gran inundación del 66 y el drama de los evacuados; las ciudades fantasmas
del Chaco y Santa Fe tras la retirada de la tristemente recordada compañía inglesa
La Forestal, la industria de la carne en el barrio de Mataderos, la generación
de la energía eléctrica en Buenos Aires, son algunos ejemplos de esta nueva
mirada donde pone al desnudo las diferencias de clase de la sociedad y la
violencia económica del sistema. En todas ellas resuelve la contradicción
aparente entre crónica periodística y prosa literaria .En sus escritos están
los documentos, los datos duros, los testimonios, pero también está el paisaje,
las descripciones intimistas, es decir la pluma literaria aplicada al
periodismo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Las crónicas de Walsh tienen un tratamiento tal que raramente
es el cronista el personaje central; sólo aparece cuando el relato lo necesita.
Los protagonistas son los hacheros, los cazadores del Iberá, el foguista del absurdo tren que recorre los pueblitos de
Corrientes. Una de las primeras crónicas desde Cuba, relata como Walsh descifra
un mensaje encriptado que permite descubrir los planes de invasión de EEUU a
Cuba, con aliados de países de Centroamérica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">A partir de su vinculación con la CGT de los Argentinos que
dirigía Raimundo Ongaro, donde Walsh dirige
el periódico de la organización, comienza a desvincularse de las notas de interés
general y se dedica exclusivamente al periodismo político en el diario </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>La
Opinión</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, las revistas </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Primera
Plana</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> y </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Extra</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> y más tarde en el diario </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><i>Noticias</i></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">, vocero oficioso<b> </b> de la organización Montoneros, fundado entre
otros por Horacio Verbitsky y Miguel Bonasso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">En las crónicas destinadas al análisis de la lucha del
pueblo palestino, Walsh relata con crudeza el accionar de las fuerzas israelíes
contra las poblaciones civiles con el objetivo de desalojarlos de sus tierras y revela datos históricos fundamentales para la
comprensión de la problemática de Medio Oriente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;">La recopilación cierra con la Carta Abierta de un escritor a
la Junta Militar del 24 de marzo de 1977, un día antes de su asesinato por
parte de un grupo de tareas de la Marina. Toda una paradoja. Walsh, que en su
juventud soñaba con ser piloto naval, termina emboscado y muerto por la
Armada. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 12pt; line-height: 115%;"> Susy Estévez<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-45493479904207737622013-11-12T17:43:00.000-08:002013-11-12T18:49:14.947-08:00Las alternativas de Pablo Ferreyra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCO_kuWHEfDikZU6xYWoPcQsJYGaz_D8v62Vjuz4s-kJjh1mZ5oM_6Kx2ck9_VScWEFT8XhtWfVTJhp2HPvHFrA1RnligId_QxrPw8XMfj6NAtWaPsmUGWVjXO7P9NpEE4fm6EZtdWI48/s1600/pablo-ferrey.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="221" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgCO_kuWHEfDikZU6xYWoPcQsJYGaz_D8v62Vjuz4s-kJjh1mZ5oM_6Kx2ck9_VScWEFT8XhtWfVTJhp2HPvHFrA1RnligId_QxrPw8XMfj6NAtWaPsmUGWVjXO7P9NpEE4fm6EZtdWI48/s400/pablo-ferrey.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">“Estoy afuera”. Recibido: 11:04:06, 7-11-13. Dejo de
buscar entre las mesas del bar de Aníbal Troilo 901 y encuentro a Pablo
Ferreyra con una alborotada mata de pelo negro dentro de remera gris topo y
saco gris perla, sentado de frente a la avenida Corrientes, leyendo <i>Historias de perros, entrevistas a
militantes del PRT-ERP</i>. El legislador electo por Alternativa Popular (acompañando
las candidaturas nacionales del Frente Para la Victoria) para el período
2013-2017, que reconoce haber estado <i>muy
cagado</i> mientras esperaba los resultados de la elección, se pregunta
retóricamente y en voz alta qué fue lo que le paso a Humberto Tumini (ex
guerrillero del Ejército Revolucionario del Pueblo, actualmente integrante del
Frente Amplio Progresista). Pablo Ferreyra no termina de enterarse que a partir
del 10 de diciembre asumirá como parlamentario de la Ciudad Autónoma de Buenos
Aires. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">La represión del 20 de diciembre de 2001 alcanzó a
Ferreyra en una de las columnas que, partiendo de Congreso, intentaban llegar a
la Plaza de Mayo. <i>Creía </i>en la
revolución y una era nueva. La línea del Partido Obrero y su activa militancia
lo habían convencido de que aquel era el momento tantas veces esperado y tantas
veces estudiado: la toma del poder <i>(yo no
le creería nada al Pablo del 2001, admite).</i> Tenía 22 años y cuando no
militaba cursaba dirección de fotografía en la Escuela de Arte Fotográfico de
Avellaneda, aunque nunca se recibió. Comenzó a dudar de la utopía
revolucionaria cuando divisó la brecha entre los lineamientos del partido y las
exigencias de las Asambleas Populares: <i>vos
no podés ir a hablarle a Pablo Verdulero sobre la toma del poder por parte de
los trabajadores; el tipo está pensando en otra cosa.</i><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">¡PI-QUE-TE-ROS,
CARAJO!</span></i><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"> Grita, aunque en voz muy baja,
al recordar la manifestación del 26 de junio de 2002. Desde la avenida Mitre, Néstor
Pitrola, dirigente del PO con quien tenía buena relación, lo había mandado a reconocer
el escenario que deberían enfrentar los piqueteros en Avellaneda <i>–no tenía mucha facha de piquetero–</i>:
efectivos de prefectura, gendarmería, policías federal y bonaerense aguardaban
para cumplir la orden de evitar la interrupción del Puente Pueyrredón. Las
columnas recibieron las primeras balas de goma y las granadas de gas
lacrimógeno que llovían desde arriba del puente. Ferreyra corrió y corrió (sin
saber que había un chico como él pero que se llamaba Darío Santillán y que lo
baleaban) desandando sus pasos por la avenida Mitre hasta la Escuela de Arte
Gráfico de Avellaneda, donde cursaba, pero le negaron refugio. Llegó a la Plaza
Alsina (no conocía a Maximiliano Kosteki, fusilado por la policía) y avisó a
mamá Beatriz preceptora de colegio y a papá Ricardo repositor de Coto que
estaba bien.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Comenzó a replantearse sus ideas revolucionarias y al año
siguiente le costaba creer que se había emocionado con el discurso de asunción
presidencial de un peronista poco conocido; hablaba de soñar <i>¿Qué?<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"> Su propio desgaste
y una suma de factores que van desde discrepancias intelectuales hasta la
imposibilidad de planificar proyectos personales lo llevaron a romper definitivamente
con el Partido Obrero en 2004. Sale
Sarandí, entra Villa Crespo y cambia la
soltería por la convivencia con su novia Carolina Dursi, la militancia
fervorosa 24x7 por actividades organizadas y planificadas con tiempo –<i>es muy distinto el militante porteño que el
del conurbano–</i>. Trabajó de fotógrafo
para las revistas <i>Playboy</i> y <i>El Gourmet</i>. El discurso de Néstor Kirchner germinó dentro
de Ferreyra y lo llevó a lograr una <i>identificación
kirchnerista</i> para cuando se produjo el lockout agropecuario de 2008. Mientras
el mayor de la familia pasaba del PO al kirchnerismo, el menor de los Ferreyra,
Mariano, pasaba de organizar un centro de estudiantes a militar en el mismo
espacio que había desencantado a su hermano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">“Todo va a estar bien”, le dice Carolina en la sala de
espera del Hospital Argerich, luego de bajar del taxi <i>(vamos volando)</i> que había tomado después de salir corriendo del
laboratorio fotográfico de La Lucila a donde lo habían llamado para decirle que
a Mariano le habían pegado un tiro en la panza en una emboscada policial cuando
se manifestaba contra la tercerización de los trabajadores de los ferrocarriles.
<i>Y no iba a estar bien un carajo, </i>pensó
Pablo y se enojó con su mujer. Los médicos se pasan la pelota y los hacen
deambular por el hospital, intentando comprender qué era lo que había pasado,
cómo y por qué. Desconocía la militancia de Mariano con los tercerizados y
apenas discutían de política. Tampoco era conciente de la magnitud que
representaba el asesinato, su alcance público: <i>Yo no podía creer que estaba escuchando por la radio que habían matado
a mi hermano, que se estuviera movilizando tanta gente, creí que sería algo
marginal. Y cuando volvimos a casa había una guardia periodística esperándonos.
</i>Al día siguiente,<i> </i>Pitrola y otros
dirigentes del PO se acercan a manifestar su solidaridad y a discutir cómo
sería el velorio, la posibilidad de que Jorge Altamira pronuncie un discurso, y
Pablo no quiere saber nada. Y del PO dicen que Mariano era del Partido y Pablo
no quiere saber nada. Tres días más y los que se acercan son Lucas Carrasco,
Franco Vitali y Santiago “Patucho” Álvarez, quienes le ofrecen una reunión con
la presidenta de la Nación a realizarse esa misma semana. Pero la muerte del
primer caballero y ex presidente la postergan hasta diciembre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Entretanto, durante el juicio por el crimen de Mariano
Ferreyra, Pablo se reencontraba con los pensamientos que lo habían alejado del
partido revolucionario, y dice que desde el PO <i>manejaban la situación con una liviandad vergonzosa.</i> Desde la
agrupación trotskista acusaban a Pablo de mostrarse junto a los encubridores
del ferroviario José Pedraza, ya que éste formaba parte de la CGT, aliada por
entonces al gobierno de Cristina Fernández. <i>Yo
me banco la contradicción, </i>respondía él, argumentando –como lo hace ahora<i>–</i> que no puede atribuírsele al gobierno
la misma responsabilidad que a Pedraza o a Cristian Favale (autor material del
crimen).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Mientras relojea la garúa incipiente que baña los
adoquines, Ferreyra considera que el próximo presidenciable kirchnerista debe
ser <i>un duro; un pingüino </i>y no
arriesga nombres. Mientras mira el celular,
explica que él busca construir desde el ala izquierda del movimiento,
enfocándose en el acceso a la vivienda y
la seguridad de las personas que viven en el sur de la ciudad (los votos que
consiguió allí doblan los obtenidos en el norte porteño). Mientras pide la
cuenta redondea los puntos básicos de su campaña y se despide amablemente. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin-bottom: 6.0pt; text-indent: 21.6pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 14.0pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"><b> Patricio Torres Díaz</b><o:p></o:p></span></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-12964995418185219962013-11-12T16:16:00.000-08:002013-11-12T21:39:44.891-08:00Aníbal Gotelli: el porteño menos votado<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT5O84lGi0qVUtY3RUITUWrmZSgoYV3kle6egRZqg6N3juMbz4g0Bt_UOnk9-MPC78NzQcZYP8ZdrlxjzSOd3JH6ppT9nAcfevw-0OZce_0tuEqe6OIFR6Cw9o8MZtfXLYQ0MWba03HTI/s1600/Anibal-Gotelli.bmp" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="383" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjT5O84lGi0qVUtY3RUITUWrmZSgoYV3kle6egRZqg6N3juMbz4g0Bt_UOnk9-MPC78NzQcZYP8ZdrlxjzSOd3JH6ppT9nAcfevw-0OZce_0tuEqe6OIFR6Cw9o8MZtfXLYQ0MWba03HTI/s400/Anibal-Gotelli.bmp" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">1. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">La
voz que responde al contacto del dedo sudoroso con el timbre 7mo E no es la de
Aníbal Gotelli, sino la de una secretaria. Quisiera comenzar diciendo que la
voz es de la secretaria personal de Aníbal Gotelli pero eso no fue lo que pasó.
La voz es de Victoria Troiano y eso lo sé porque es lo primero que apunto luego
de secarme el sudor de las manos en el pantalón y de sacar mi libreta de notas.
Lo sé porque escribí mal Troiano y Victoria se dio cuenta y me corrigió y de
seguro notó que la mano sudorosa mojaba el papel, del cual intenté desviar su
atención haciendo una pregunta que no me hiciera parecer estúpido, aunque ya
era demasiado tarde porque Victoria no es la secretaria personal de Aníbal
Gotelli, y porque apenas lo conoce, y porque no sabe bien qué estoy haciendo
ahí, ni porqué la quiero entrevistar, ni porqué quiero hacer una crónica sobre
Aníbal Gotelli. Esto último tal vez se sepa acá. Pero tal vez no.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">2. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Entre
el Centro Disciplinario de Estudios Culturales dirigido por Aníbal Gotelli y la
Secretaría de Cultura en la cual Gotelli labora como Jefe de Ceremonial hay <s>en
medio</s> poco más de veinte cuadras.
Veinte cuadras que, sin embargo, parecen una frontera que acaso
dividiera dos países: el país del Microcentro y el país de la Recoleta. En
Alvear y la 9 de julio, por ejemplo, hay una sesión fotográfica con una modelo.
Tres cuadras más allá hay una galería de arte alfombrada con guardia de
seguridad en la entrada. Dos cuadras más allá pasa el bus turístico. A media
cuadra de la Secretaría de Cultura la pizarra afuera de un bar ofrece el
siguiente menú: “Shortbread, cookie, scon, brownies, biscottis, madelain,
muffins”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">3.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">El
partido Convergencia Popular Porteña (CPP) disputó por primera vez en su
historia la legislatura porteña en las elecciones efectuadas el 27 de octubre
pasado. Con Aníbal Gotelli a la cabeza, esta fue la primera ocasión en la que
CPP se lanzó a participar de unas elecciones. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Sin
embargo, los integrantes del partido, nucleados en el Instituto para Pensar
Buenos Aires (IPEBA) vienen desde hace algunos años ensayando un diagnóstico
sobre el estado actual de la Ciudad de Buenos Aires. En opinión de Gotelli,
cerebro del IPEBA y del CPP, Buenos Aires tendría que volver a ser una ciudad
amigable, justa, ordenada, educada y productiva, características de las que la
Buenos Aires de hoy, según el político, carece. Para Gotelli, estos objetivos
solo son conseguibles mediante la convergencia, es decir, mediante una
confluencia de la cual el partido CPP pretende ser el centro. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Pero
CPP no ganó las elecciones. Por ahora, tampoco estuvo cerca. ¿Por qué?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">3. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Es
la primera vez que ingreso a un edificio de oficinas ubicado en Recoleta y
seguramente va a ser la última. En la entrada no me espera Aníbal Gotelli, sino
la Señorita de Información. No quiero pasar más vergüenzas, de modo que no
pregunto nombres. Solo me siento y espero.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">4. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Si tuvieras que
definirte como persona, ¿cómo lo harías?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Como un trabajador.
Soy un adicto al trabajo y no tengo problemas en aceptarlo. No tengo hobbies,
no tengo vida sentimental. Tengo dos hijos que ya están grandes y que también
trabajan. Soy un amante del trabajo.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">5. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Alguien
debe haber estudiado alguna vez el fenómeno por el cual, en cualquier
enfrentamiento deportivo, los observadores en principio imparciales tienden a
identificarse con el equipo chico en lugar de con el equipo grande. Tiene que
haber, en algún lado, un estudio del tipo “la Universidad de Michigan ha demostrado,
mediante un reciente sondeo, que la razón por la cual los equipos chicos
despiertan simpatías por sobre los equipos grandes, etcétera etcétera”. Lo que
no debe haber es un estudio de porqué lo que es cierto en el deporte no lo es
en la política. ¿Por qué los equipos chicos despiertan simpatía y los partidos
políticos chicos suscitan indiferencia? ¿Por qué resulta más sexy simpatizar,
digamos, con el Club Atlético Atlanta que con un partido minoritario? Muchachos
de la Universidad de Michigan: he ahí un nuevo tema de estudio.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">6. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—¿Cómo fueron los
resultados en los comicios?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">— Obtuvimos pocos
votos.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—¿Era lo esperado?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Sí. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—¿Cómo valoran esos
resultados?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Como experiencia
fue buena.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—¿Cuántos fueron los
votos obtenidos?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Cuatro mil
novecientos cincuenta y tres es el dato oficial del Tribunal Electoral.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">7. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Dentro
del debate que divide la Capital entre los simpatizantes del macrismo, los de
la Unen y los que adscriben al Frente para la Victoria en apoyo al Gobierno
Nacional hay un espectro de alternativas políticas. Gotelli señala que el suyo
forma parte del total de 17 partidos que disputaron la legislatura porteña. No obstante,
las desigualdades económicas y de cobertura mediática dejan por fuera del mapa
electoral a la mayoría de los partidos políticos. De muchos de los otros 14
partidos, de hecho, los más de dos millones y medio de electores saben poco y
nada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">En
un padrón de 2.500.000 la tajada se divide entre pocos partidos. De esa tajada,
CPP obtuvo alrededor del 0.1%, cifra que lo convierte en el partido con menos votos, y a Gotelli, como cabeza de lista, en el candidato menos votado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">8. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Usted señala que
algunos candidatos son fruto de construcciones de marketing y profiere algunas
críticas a la utilización de las redes sociales como plataforma para el
intercambio político.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Si. Bueno, usted es
periodista, debe saberlo. ¿Vio la cantidad de minutos que tuvo UNEN en la
televisión? ¿Pudo apreciar la poca cantidad de ideas de sus candidatos? <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">9.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Aníbal
Gotelli viste un traje entero, y usa el pelo engominado hacia atrás. El aspecto
es el lógico en un Consultor Nacional e Internacional en Ceremonial Empresario
e Institucional. Sus ademanes también: es sobrio, locuaz, cortés.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—¿Qué aspectos
considera trasladables de su profesión al ámbito de la política?<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Me considero un
organizador, un buen armador de grupos. Lo que la gente me dice es que soy
bueno tomando decisiones. Y yo lo creo.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">10.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Tenía
pensado preguntarle a Gotelli su película favorita. La considero una pregunta
tonta, pero que revela aspectos profundos de la personalidad humana. Sin
embargo, Gotelli no ve películas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Si usted me pone,
por ejemplo, un documental sobre la salud en Jujuy yo lo veo. Si tiene
aplicaciones prácticas lo veo, pero ponerme a ver una película por ponerme a
ver una película no lo hago.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—¿Libros?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Eso sí: me gustan
las biografías, los libros de coyuntura (como por ejemplo </span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Los últimos días de
Franco<i>). En general me interesan los
libros sobre las crisis políticas.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—¿Hay
algún libro que lo haya marcado particularmente en algún momento de su vida.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—</span></i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Diplomacia<i>, de Henry Kissinger. Ese libro me enseñó
cómo Estados Unidos mantiene dividido al mundo a través de sus relaciones
diplomáticas con los diferentes países.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">11.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Hay
algún personaje de la historia de la política argentina que usted admire?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Sí: Juan Domingo
Perón.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">12.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Las
manos ya no me sudan. He descubierto que tengo en común algunas cosas con
Aníbal Gotelli y el hecho me parece simpático, inesperado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—En
su blog usted habla del scoutismo ciudadano. ¿Podría definirlo?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Creo que la
juventud está librada a su suerte, a un materialismo exacerbado, a una lógica
del sálvese quien pueda.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Yo
fui scout…<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Creo que en el
scoutismo hay cosas valiosas para la juventud. Eso sí, creo que el scoutismo debe
laicizarse, porque soy defensor del ecumenismo.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">—Aunque mis amigos
scouts se enojen conmigo porque quieren el monopolio de los valores scout, creo
que a la juventud le vendría bien algo de scoutismo.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">13.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";">Salgo
de la Secretaría de Cultura, adonde probablemente jamás volveré. Camino unas
pocas cuadras pensando en Gotelli, en los partidos chicos, en el apellido de
Victoria y en mi época de boy scout. Espero el cambio de luz en el semáforo.
Pienso que algún día, quizá, alguien logre explicar por qué los partidos y los
equipos chicos no despiertan las mismas adhesiones cómplices. Paso por el mismo
bar del menú extranjero. Y creo, quiero creer, que Gotelli y yo, de
encontrarnos de nuevo, nunca tomaríamos un café en ese bar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif";"><b>Camilo Retana</b></span></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com4tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-58247816421292048112013-11-10T07:02:00.001-08:002013-11-10T16:21:34.095-08:00Orgullo incluyente<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipOKNRuNHsv5dUOVdw08fknJMvq3M2mhD1bXh811lK_w_GNwM25WzhNA4erchEKnlI-fLPYFzgxzUpjuxCoRDSBjHiWZKNv5KimSBZbdefPgaqrVV0_1PsnSeqGeDn7OgkA8OmFtnv7iY/s1600/Marcha+Orgullo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEipOKNRuNHsv5dUOVdw08fknJMvq3M2mhD1bXh811lK_w_GNwM25WzhNA4erchEKnlI-fLPYFzgxzUpjuxCoRDSBjHiWZKNv5KimSBZbdefPgaqrVV0_1PsnSeqGeDn7OgkA8OmFtnv7iY/s400/Marcha+Orgullo.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-indent: 36.0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="color: #262626; font-size: 13pt; line-height: 150%; text-indent: 36pt;"><br /></span>
<span lang="ES-TRAD" style="color: #262626; font-size: 13pt; line-height: 150%; text-indent: 36pt;"> "</span><i style="line-height: 150%; text-indent: 36pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #262626;">En una sociedad que nos educa </span></i><i style="line-height: 150%; text-align: right; text-indent: 36pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #262626;">para la vergüenza, </span></i><i style="line-height: 150%; text-align: right; text-indent: 36pt;"><span lang="ES-TRAD" style="color: #262626;">el orgullo es una
respuesta política”</span></i></div>
<div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: right; text-indent: 36.0pt;">
<i><span lang="ES-TRAD" style="color: #262626; mso-bidi-font-family: "Lucida Grande";">(Carlos Jáuregui)</span></i><span lang="ES-TRAD"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD">Una amiga cuenta una
historia mientras caminamos por Diagonal Norte en dirección a Plaza de Mayo: <i>Cuando yo venía a estas marchas, en los 90,
éramos cuatro gatos locos y la gente nos miraba raro. Íbamos tod@s amuchadit@s
protegiéndonos, a veces con caretas de cartón o con pasamontañas, por el laburo
o si pasaba alguien conocido ¿viste?, no paso mucho tiempo de eso y acá estamos
ahora, haciendo declaraciones en los medios. </i>Mi amiga es una militante por
los derechos LGBTIQ (lesbianas, gays, bisexuales, travestis, intersex y queers)
de hace muchos años. Integró uno de los primeros grupos de lesbianas que participaron
de aquellas incipientes marchas del orgullo gay en Argentina. Y ahora habla de
estas marchas, como la de esta tarde de sábado </span><span style="font-family: Cambria, serif; font-size: 12pt;">–</span><span style="line-height: 150%; text-indent: 36pt;">que arranca oficialmente en Plaza de los Dos Congresos y desemboca en Plaza de Mayo</span><span style="font-family: Cambria, serif; font-size: 12pt;">–</span><span style="line-height: 150%; text-indent: 36pt;"> de la que soy parte como otros
años, claro que sin tanto presentismo ni compromiso como mi amiga. Encolumnada,
así estoy. Parte de una columna y como columna que soy, sostengo algo ¿pero, qué?
El orgullo. Pero ¿de qué? ¿De coger?,
¿de amar?, ¿de travestirse? ¿de elegir mi identidad de género? ¿de casarme? ¿de
que en mi país exista una educación laica y libre? Orgullo de todo eso ( y tal
vez de más cosas) en esta marcha. Pocos años han pasado, tiene razón mi amiga, y los participantes ya no andan con
pasamontañas ni temiendo por sus laburos. Se saludan, se gritan, se besan.
Andan de la mano como andan todos los días.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD">Cuando llegamos al
centro de la plaza, el gris del cielo contrasta con las olas de color y brillo
con la que nos topamos por aquí abajo. Mucha lentejuela, tatuaje, morral y
remeras con las más ingeniosas leyendas. Griteríos, empujones cariñosos, tacos
y culos, muchos culos. A los costados de la plaza, las carrozas se van colmando
de gente mientras en el escenario suena una cumbia ruidosa. Muchos caminan
bailando, otros se acercan a los puestos que hay en la plaza dónde se puede
adquirir desde un pin con el arco iris de la inclusión hasta un corte de pelo.
Sí, ahí mismo. Si cada ritual popular
porta consigo una comida que lo caracteriza, podemos decir que aquí son los
panes rellenos acompañados con cerveza. Están, claro está, los abonados a la
plaza de todos, el clásico choripán o pancho. Pero en esta marcha abundan los
hippies con sus canastitos decorados por ellos mismos ofreciendo panes con
queso y cebolla, tartas de verdura o empanadas veganas. La comida no puede
estar lejos de la diversidad imperante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD">El viento se comienza a
sentir y también las ganas de movilizarse. Desde las carrozas ubicadas sobre la
calle Hipólito Irigoyen, se empiezan a
escuchar cánticos. Cada uno de los coches cuenta con un disc jockey propio,
cosa que no se festeja, porque las músicas serán diferentes pero los gustos
musicales, lamentablemente, similares. Al lado del Cabildo se juega una batalla
simbólica, que seguramente no existía en las marchas de los años 90 de la que
me habla mi amiga. Se está formando la línea del “frente” que encabezará la marcha. Con una
extensa bandera que dice Marcha del Orgullo Gay Educación sexual, igualitaria, libre
y laica,<b> </b>se acomodan (en el centro) María
Rachid, histórica activista lesbiana, luego responsable del Inadi y actual
legisladora de la ciudad, (a su lado) el diputado porteño por el MST, Alejandro
Bodart, (un poco más alejada) otra histórica militante, pero de la izquierda
argentina, Vilma Ripoll. Detrás de esa primera línea de fuego, comienzan las
banderas de las agrupaciones políticas: Partido Obrero, Las Rojas, La Cámpora
Diversia, y más atrás, las agrupaciones del colectivo LGBTIQ. Una de esas
banderas, no la más llamativa ni la más grande me llama la atención. Es una bandera
pequeña sostenida por unas manos tímidas: Asexuales. Son dos chicas y un varón quienes
están debajo de la bandera y marchan junto a Drags Queens de dos metros y medio
y el culo al aire. Me acerco y les pregunto acerca de su agrupación. Se ve que
están preparad@s para los interrogatorios y me alcanzan un cartón de unos 40 x
40 cm con algunos tips explicativos: <i>Los asexuados no tenemos sexo.- Amamos,
tenemos pareja pero nuestra elección sexual es no tener sexo.</i> Y nada más.
No tenían, tampoco, intención de responder más preguntas. Ante tanto baile
sexy, besos, cuerpos trabajadísimos y hasta alguna teta al aire por ahí, los
asexuados con su pequeña bandera dibujan un color especial. El no tener sexo ya
no es un síntoma de un posible trastorno: es una orientación sexual. Es la
segunda vez que esta agrupación participa en la marcha, pero dicen que este año
es especial porque algunas notas en los medios han despertado el interés y
están creciendo. Ya flamea su bandera con más fuerza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD">En su libro <i>Orgullo</i> ,Mabel Bellucci realiza una
extensa biografía de Carlos Jáuregui, primer presidente de la Comunidad
Homosexual Argentina, militante y activista. El libro excede la biografía
personal para dar cuenta de la historia de un movimiento. Cuenta Bellucci que
hacia junio de 1992 por primera vez en el país, una semana del Orgullo Gay reunía
a varias organizaciones que tenían actividades diversas para trabajar en
conjunto. Algunas de estas agrupaciones eran: Gays DC, Convocatoria Lesbiana,
Transdevi, y el Centro de Documentación
de la Sexualidad. Por primera vez estas agrupaciones mancomunaban esfuerzos
para recordar el inicio de la lucha en contra de la discriminación y de la
represión de las minorías sexuales. En el contexto de esas actividades de la
semana del Orgullo, el 3 de julio se congregaron al lado del Cabildo para
comenzar la primera Marcha del Orgullo Lesbiano y Gay que llegó a reunir en
Plaza de Mayo a 300 personas. El diario <i>Clarín</i>
tituló una nota de esta manera: “Gays y
lesbianas piden en una marcha que no se los discrimine”. Y agrega Bellucci que
Carlos Jáuregui dio las primeras consignas con un megáfono: “Sin libertad
sexual no hay libertad política”. A dos décadas de esa marcha, con dos leyes en
vigencia que responden a los reclamos históricos del movimiento gay como son el
casamiento igualitario y la identidad de género, la convocatoria es enorme. De
300 personas en 1992, hoy suman alrededor de 150 mil. Ayer con las caras
tapadas, hoy con anillos y albúm de casamiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD">Una caminata con el
oído despierto a las conversaciones ajenas puede dar cuenta de afirmaciones
como esta: <i>Esto es una mierda, una
verdadera marcha tiene que ser con canas gay, con milicos putos, con curas, son
ellos los que tienen que salir del closet</i>. El pensamiento es claro: ya
conseguimos tanto, que vamos por más. Habría que preguntar cuantos ahí (sobretodo las travestis que son las más
golpeadas por los códigos contravencionales que la policía pone en acción)
marcharían content@s con policías o militares aunque se consideraran gays. Otra
conversación: <i>Antes se levantaba mejor
acá. Está lleno de tortas</i>. Esas palabras me dieron otra idea. La
visibilidad lésbica costó más. Tanto que después de 23 años y de haber cantado
hasta el hartazgo “Soy lo que soy”, Sandra
Mihanovich participa por primera vez de la marcha y cierra el día de
actividades. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD">El orgullo es un
sentimiento de satisfacción. De celebración de lo que creemos un mérito. Tener
orgullo implica no esconder e incluso, mostrar estima por un
comportamiento. El orgullo gay es la
respuesta al sometimiento de la heteronorma. Cuando ese sometimiento comienza a
resquebrajarse, y la heteronorma empieza
a tener más de hetero que de norma, nuevos caminos deben abrirse y nuevas
preguntas plantearse. La felicidad que se vive en la marcha puede ayudar a
ambas cosas. Un cartel con la foto de la Pepa Gaitán, asesinada por el padre de
su novia en 2011, recuerda en el medio de la fiesta que ese orgullo sigue
siendo necesario. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<span lang="ES-TRAD"><b>Gabriela Borrelli Azara</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; text-align: justify; text-indent: 36.0pt; text-justify: inter-ideograph;">
<br /></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-69802405046473192532013-11-07T17:57:00.003-08:002013-11-07T17:59:05.271-08:00Medios en lucha<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS20_3ZHiUvJvsJ7rN3OQ_Kq-1E5MNlybyLLJ4UEI8JuGfL2G5AIgeu37v9vKzCgYJAob0VvMxAWLRTMdeIyunp9UEiK-e7SENyns-aqwhr5KRyWD6x2Lo0SnZWHBLSadKFrO5gJurU9Q/s1600/Schofrin+habla.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="223" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiS20_3ZHiUvJvsJ7rN3OQ_Kq-1E5MNlybyLLJ4UEI8JuGfL2G5AIgeu37v9vKzCgYJAob0VvMxAWLRTMdeIyunp9UEiK-e7SENyns-aqwhr5KRyWD6x2Lo0SnZWHBLSadKFrO5gJurU9Q/s400/Schofrin+habla.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<span style="font-size: xx-small;"> El delegado gremial de Perfil, Rubén Schofrin, habla a los trabajadores de prensa. Alfredo Herms-Argra.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Miércoles 6 de octubre, a las 13. En la esquina de Chacabuco y Moreno, frente a la
editorial Perfil, hay una manifestación con gente en las veredas. Todavía no
cortan la calle. Hay un camioncito cargado con cajas de sonido y se escucha la
múica de los Redondos. El acto fue convocado por el Plenario autoconvocado de delegados
de prensa escrita, radial y televisiva junto a la ARGRA (Asociación de
Reporteros Gráficos de la República Argentina) por la reincorporación de siete
trabajadores de Perfil que fueron despedidos el jueves pasado en medio de las
elecciones de delegados. El plenario decidió el paro hasta el dictamen reciente
de conciliación obligatoria. Esta no es la primera vez que los trabajadores organizados
salen a resistir los despidos de la empresa: decenas de trabajadores, por
ejemplo los despedidos en octubre del 2012. han sido reincorporados de este
modo.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
En la otra esquina, un grupo extiende banderas
cortando Chacabuco a la altura de
Alsina. Un auto de alta gama quiere doblar, le preguntan si va al garaje y lo
dejan pasar.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Cuando me acerco, hablo con Esteban Bekerman,
periodista deportivo y uno de los despedidos:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
–Esto se inscribe en una política de ataque a la
organización sindical de los trabajadores, estábamos en un área separada de los
proyectos de medios propiamente dichos y de esa manera no contamos en sus
presupuestos. Ahí a algunos compañeros se le dan tareas que no tienen nada que
ver con su oficio o incluso se los deja sin tareas precisas en un limbo mortal
como forma de presión. Otros, como en mi caso, hacemos tareas normales. Yo me
encargo de la redacción y actualización de las páginas web de varias de las
revistas. Esa tarea la tiene que hacer alguien porque si no hay clics en las
páginas no hay ingresos por publicidad. Además, soy parte de la junta electoral
para elegir delegados, de manera que lo que hicieron también es ilegal. Esto
solamente se puede entender por la obsecuencia de algunos directivos con las
consignas bajadas por Jorge Fontevecchia.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Hablamos un rato más y también me dice:<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
–Además, otro compañero y yo fuimos despedidos en
la situación de que estamos esperando familia así que...<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Lo que deja en suspenso es la bronca y la desazón,
me queda claro, y la actitud irracional del empleador.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Empiezan a hablar los oradores. Se sumaron algunos
manifestantes más: ahora son unos cien. Acá hay delegados de varios medios,
comisiones internas elegidas al calor de la lucha. Está en juego la
participación de miles de trabajadores y la organización sindical de los
periodistas. El delegado gremial de Perfil, Rubén Schofrin, explica con voz
estentórea que el paro de actividades se mantuvo desde el jueves pasado, como
respuesta a los despidos y que ya se dictó la conciliación obligatoria. Lo
interrumpen por primera vez los aplausos.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
El sindicato oficial, la Unión de Trabajadores de
Prensa de Buenos Aires, brilla por su ausencia en el acto, aunque no en la
mención crítica de los oradores. Las últimas elecciones de la Utpba deberán ser
realizadas nuevamente. La lista Multicolor, opositora a la actual conducción, había
presentado un reclamo a la Justicia para que se depuraran los padrones
electorales antes de los comicios, y para que la oposición tuviera su
correspondiente copia. La Justicia hizo lugar al pedido y ordenó que los
comicios se suspendieran hasta que el gremio cumpliera ese requisito. Mientras
eso no suceda, la oposición tiene pocas
o ninguna chance de reemplazar a la dirección actual. La Utpba decidió desoír
el mandato judicial y realizó los comicios de todos modos, sin la Multicolor,
que se negó a participar. La Justicia los anuló y reiteró a la Utpba la orden
de entregar los padrones a la lista opositora.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
En el acto en Perfil, delegados de otros medios
toman la palabra y se leen adhesiones de otras comisiones internas de canales
de TV, radios. Diarios y agencias de Prensa. Una buena cantidad de delegados de
esos medios están presentes. Se encuentra presente el secretario general del
Sindicato de Prensa de Rosario, Edgardo Carmona quien a la hora de hablar
recuerda la importancia que tiene para el interior lo que suceda en Buenos
Aires.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Schofrin relata además que durante el paro, el
diario recibió la visita del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo
Lorenzetti al que aprovecharon para entrevistar, preguntándole en particular
sobre el artículo 46 del fallo sobre la Ley de Medios que hace mención a la
posibilidad de despidos en las empresas de medios. Lorenzetti dijo que el
artículo “se malinterpretó”.<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Una vez que la agenda del día fue expuesta, los
discursos pasan a problemas de fondo y recuerdan las consignas: no a la
precarización, no a la multifunción, diversos nombres que abarcan la multitud
de maniobras destinadas a sobreexplotar a los trabajadores. El movimiento gremial
presente se siente lo bastante fuerte para ir por más, en la perspectiva de:
“la recuperación del sindicato, o la creación de un sindicato nuevo”, según las
consignas que se enuncian en el acto. Me voy con mis notas mentales y grabadas:
estuve cubriendo una parte de la vida de los que viven de esto. Una imagen
lejos del glamour de los medios, pero también un movimiento sindical inmerso en
la tendencia al recambio que se hace tan necesaria en las instituciones
representativas de los trabajadores, con algunas ventajas únicas y logros fuera
de lo común. Lo que vi me deja expectante, como si hubiera presenciado el
surgimiento, el brote de algo nuevo, la posibilidad de cambiar algo.<span lang="ES-AR"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<b>Tomás Amans</b></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-43721892048050688232013-11-05T21:32:00.003-08:002013-11-06T05:16:12.363-08:00Cecilia Pando vs Barcelona: "violaciones" y violaciones<div class="MsoNormal" style="margin: 17.75pt 0cm 0.0001pt; text-indent: 35.4pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkzDqzE3h12-DCGKCo854fR3kGIejlcXMpAfTOX1im9w9LNborJJFDOynboU7-0q0dguOBNXRrCXZ_I38yR1MOQAZLk6nbkVs45mEfv94S1SMOBU1IQ5AAebodtS5E16wjlblrE0W0JDg/s1600/Mariano+Lucano+e+Ingrid+Beck.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjkzDqzE3h12-DCGKCo854fR3kGIejlcXMpAfTOX1im9w9LNborJJFDOynboU7-0q0dguOBNXRrCXZ_I38yR1MOQAZLk6nbkVs45mEfv94S1SMOBU1IQ5AAebodtS5E16wjlblrE0W0JDg/s400/Mariano+Lucano+e+Ingrid+Beck.jpg" width="400" /></a></div>
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: x-small;"> Mariano Lucano e Ingrid Beck, directores de Barcelona. Foto Leo Vaca (Infojús Noticias)</span><br />
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"><br /></span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"> Con la participación de dos esposas de represores de la dictadura como testigos de la querella, ayer se celebró la
segunda audiencia del juicio que la defensora de genocidas Cecilia Pando le inició a la revista <i>Barcelona </i>a
raíz de la contratapa de la edición 193 que en un evidente fotomontaje
mostraba a la activista pro-dictadura atada al estilo bondage, una práctica
sexual sadomasoquista. Los días previos a la salida de ese número, a principios
de agosto del 2010, Pando se había encadenado al Edificio Libertador para
reclamar por la “injusta detención” de militares procesados o juzgados por
delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar
a quienes considera presos políticos.</span><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">Tres años después, </span><i style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">Barcelona</i><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;"> se enfrenta a un juicio por
daños y perjuicios que tiene como tema central la libertad de expresión y los
límites de la sátira y la parodia. El argumento de Pando es </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;"> </span><span style="font-family: Arial, sans-serif; text-indent: 35.4pt;">que la imagen deben analizarse en el contexto
de sus costumbres y las de su entorno familiar y que la contratapa es una
imagen “pornográfica” que va en contra de su estilo de vida.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";">En la sala de espera (
pequeñísima, incómoda ) del juzgado se encontraban quienes iban a ser los
testigos por parte de <i>Barcelona</i>: el doctor Damián Loreti, abogado especializado en medios de comunicación, integrante
del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), quien fue, entre otros
antecedentes, corredactor de la Ley de Medios, y Eduardo Blanco, periodista de
la revista.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Alrededor de las 9 comenzó
la audiencia. Estaban presentes Cecilia Pando, su abogada Cecilia Andrea
Palomas Alarcón, el abogado defensor de <i>Barcelona</i>, Pablo Jacoby, la periodista
de INFOJUS, Ximena Tordini y los directores de <i>Barcelona</i>, Ingrid Beck y Mariano Lucano. Ante
la pregunta de Jacoby pidiendo la opinión de Loreti, Palomas Alarcón intentó
impugnarlo con una chicana, preguntando porqué se le pedía la opinión. Ante la
reformulación de la pregunta, mencionándolo como experto en medios de
comunicación, Loreti sacó a relucir su extensa experiencia y dejó a la abogada de Pando sin argumentos. Explicó
que los contenidos de <i>Barcelona</i> , y
muy particularmente la contratapa cuestionada, se enmarcan en los conceptos de
sátira y parodia, y que éstos son recursos críticos utilizados por los medios
de comunicación. Todas las preguntas giraron alrededor de las características
de Barcelona y de antecedentes similares en el país y en el exterior. La jueza,
Susana Návoli, actuaba de manera distendida y de tanto en tanto bromeaba con
los participantes<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";">A continuación era el turno
de las testigos de la demandante. No fue posible presenciar sus declaraciones, ya
que manifestaron que “ afectarían la intimidad de Pando” por
lo cual no permitieron el ingreso de los periodistas a la sala. Bajo estas condiciones declararon Ana Delia Magi –esposa
del represor Ernesto ”Nabo” Barreiro,</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;">
</span><span style="font-family: Arial, sans-serif;">conocido como el jefe de los torturadores del campo
de concentración La Perla, situado en la provincia de Córdoba, donde entre 1976
y 1979 fueron asesinadas más de 2.500 personas y que está siendo juzgado por
torturas y fusilamientos</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;">–</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"> </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;">y
Patricia Isabel Mauriño –</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;">esposa de Rafael Barreiro, otro represor que
fue condenado a cadena perpetua en Corrientes acusado por los delitos de
asociación ilícita, secuestros y privación ilegítima de la libertad agravada–. Fue en aquel juicio que Pando le gritó al entonces
secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde: "Me voy
a encargar yo de hacerte mierda" y lo amenazó con el gesto de llevarse la mano a la garganta, como si fuera un cuchillo. Mauriño fue una de las mujeres que se encadenó junto
con Pando al Edificio Libertador en 2010.</span><u><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";"><o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;">Esta cronista pudo
enterarse por Ingrid Beck que las
declaraciones de Magi y Mauriño fueron
similares a las de la testigo de la primera audiencia, en sintonía con los fundamentos de la
demanda. Básicamente, ambas dijeron que la sociedad debe entender que
Cecilia es una madre de familia numerosa y honesta y que esa publicación la trastornó
y avergonzó, tanto a ella como a sus hijos. Algunas declaraciones de Magi son
rayanas con el grotesco: describir </span><span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";">la contratapa de <i>Barcelona</i>
es para ella, como "describir una violación". Es curioso, porque en la Megacausa de La Perla las ex
detenidas-desaparecidas Patricia Astelarra y Susana Sartre, entre otras,
describieron ante la Justicia cómo habían sido violadas en el centro clandestino
de detención donde trabajaba de torturador en jefe el esposo de Magi, y al leer o escuchar sus
testimonios no parece que una contratapa de <i>Barcelona</i>
y una violación fueran lo mismo. A Magi también le pareció que el título
"Sacá al genocida que hay en vos" era una "incitación a la
violencia". <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Mientras Magi y Mauriño declaraban
estuvimos junto a otras mujeres amigas de Pando.
Rubias, prolijas, delgadas, sin ostentación. Educadas, amables. Nada hay en
ellas que pueda revelar su historia personal al lado de los asesinos. Impresiona
verlas así, tan tranquilas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Luego fue el turno de
Eduardo Blanco, quien en sus respuestas marcó hasta qué punto están instaladas
mundialmente –y en particular en la Argentina– las revistas de carácter satírico como <i>Barcelona</i>. Blanco opinó que la tapa en
cuestión estaba en línea con las características de la revista. Ante las
preguntas de la abogada Palomas Alarcón, Blanco aclaró que no había en la contratapa un
mensaje pornográfico ni se atacó la figura de Pando como mujer. Palomas formuló
una pregunta llamativa, por lo mal intencionada y fuera de contexto, acerca de
si Blanco conocía el caso del coronel Larrabure, (quien fuera secuestrado por el ERP en 1974).
La pregunta parecía destinada a igualar el “caso Larrabure” con los delitos de
lesa humanidad perpetrados por la dictadura, que son los que denuncia
sistemáticamente la revista. Blanco declaró que sólo conocía algunos detalles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Cecilia Pando, que estaba
vestida con vaqueros y ropa sencilla, se mantuvo impasible durante la audiencia
y al terminar saludó amablemente a todos, incluídos sus demandados. Toda una
señora. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Arial","sans-serif";">Antes del fallo en primera instancia, aún resta
la etapa de pericias y alegato.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif; font-size: 6.5pt;"> </span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;">Cecilia Pando pidió la
realización de dos pericias: una psicológica, para detallar cómo la afectó la
publicación de un fotomontaje con su rostro; la otra, contable, para conocer el
estado de las finanzas de la revista <i>Barcelona</i>. Luego cada parte hará sus
alegatos. Después, Pando y los integrantes de<i> Barcelona</i> esperarán la sentencia,
que, se estima, será dictada a principios de 2014.</span><span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: Arial, sans-serif;"><b>Susy Estévez</b></span></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-72753620732474970092013-11-05T18:42:00.000-08:002013-11-05T19:24:11.345-08:00Un cuadro obrero (Néstor Pitrola)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6uLXaVSH6qsP_FtEM43CIdXtt-axHd8sZGBL6Mc6oholPzVwAdjJ64nrw5q5ut3QfqWPQqGa52-EYamEFLzmpqJvrRIbfi_fT5thWYdJTKGqavjahLdF_4aX0OsZPVpxnUHyp66aJH-E/s1600/Pitrola+afiche+.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6uLXaVSH6qsP_FtEM43CIdXtt-axHd8sZGBL6Mc6oholPzVwAdjJ64nrw5q5ut3QfqWPQqGa52-EYamEFLzmpqJvrRIbfi_fT5thWYdJTKGqavjahLdF_4aX0OsZPVpxnUHyp66aJH-E/s400/Pitrola+afiche+.jpg" width="400" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">La escena<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Frente a la
fábrica de chimeneas mudas, obreros y policías de a caballo que llegan en
tropel, están a punto de trenzarse en desigual querella. Adentro del rancho con
paredes de adobe la mujer de pechos magros amamanta al crío. El hombre planta
el puño cerrado sobre aquella mesa de madera bruta, mesa en la que comen cuando
hay comida y donde trabajan cuando hay trabajo. El hombre aprieta el trapo a
guisa de cortina; cuando el hombre se ponga de pie la silla irremediablemente se
irá al suelo. Sobre la mesa, hay un hachuela y dos cortafierros inútiles. Entra
la luz de la primera mañana. En el cielo hay nubarrones. El hombre se muerde el
grito, que revienta en las venas de sus manos fuertes, en los músculos tensos
en su cuello hartado. La mujer se encorva protegiendo al crío. ¿Saldrá a pelear
el hombre?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Me quedo mirando
un rato más “Sin pan y sin trabajo”, el óleo que Enrique de la Cárcova pintara
entre 1892 y 1893, una de las piezas más representativas del realismo pictórico
argentino y que forma parte de la colección permanente del Museo Nacional de
Bellas Artes. Es un cuadro que domina aquella pared de la Sala 24, al que
cuesta mucho encontrarle la pincelada pese de los empastes y los contrastes, y
que hemos visto miles de veces hasta en los planos de un noticiero televisivo. Los
pintores del realismo (de la Cárcova, Eduardo Schiaffino, Eduardo Sívori,
Francisco Cafferata, esos de la Sala 24) absorbieron en Europa e incitados por
el Estado, los cambios sociales producidos por la industrialización, la
urbanización y las ideologías de tipo progresista, esas que nos llevarían a ser
una <i>nación civilizada</i>. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">El elegido<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">
Viernes. Me despierto sobresaltado. Alerta meteorológico. Lo dicen por Radio
10, la radio que escuchan en la fabricucha de unidades ópticas de al lado,
donde tienen clavado el dial desde mucho antes que Longobardi se pasara a
Mitre. También me despierto porque suena el teléfono. Llega un mensaje. Son las
7.55. El mensaje dice <i>Hola Carlos, Néstor te puede recibir hoy a las 17.30
para la entrevista. Avisame si estás de acuerdo. Un beso</i>. Ayer quedamos con
Agustina, del área prensa del Partido Obrero, que <i>a primera hora </i>nos
pondríamos de acuerdo sobre dónde y cuándo me encontraría con Néstor Pitrola.
El encuentro será en la sede del Partido Obrero en Balvanera. Pienso en la
tormenta, en que siempre que llovió, paró. Y se larga a llover, fuerte, aunque
no trágicamente. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Mientras viajo a
Capital descubro que entre Lanús y Avellaneda hay más afiches del Frente de
Izquierda y los Trabajadores que los que recordaba durante la época de campaña.
El Frente de Izquierda y los Trabajadores consiguió, en las elecciones del 27
de octubre, el 6,40% de los votos a diputados en todo el país, obteniendo dos
bancas (una para Pitrola en la provincia de Buenos Aires, otra para Nicolás del
Caño en Mendoza) y una más como Partido Obrero en Salta (cuyo candidato, Pablo
López, resultó ganador en la capital provincial con el 28,39% de los votos). Y durante
el almuerzo me desayuno con que en algunos distritos como La Plata, el FIT sacó
el 8,03% de los votos, y que en otros como José C. Paz o Malvinas Argentinas
quedó tercero detrás de Insaurralde y delante de Stolbizer y De Narváez.
Siempre pasa lo mismo, uno ve la noticia cuando otro se la muestra quizás
porque no sepa cómo descubrirla, o no tenga interés en conocerla. Y en la calle
se me da vuelta el paraguas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">–Más te debería
llamar la atención –dice Pitrola– el 8,06 en Bahía Blanca y el 8,15 a concejal en
el Tres de Febrero de Curto. Se votó un programa, una crítica por izquierda al
kirchnerismo y a los barones del PJ, porque en una década entera hemos refutado
al kirchnerismo como un régimen que prolongó la privatización, el repago de la
deuda externa, la flexibilidad laboral y la desigualdad social incluso en el
interior de la clase obrera. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Su despacho
tiene paredes blancas, sin objetos colgados, donde hay un escritorio, una
computadora y algunos estantes. Pitrola (cordobés, 61 años, casado, dos hijos)
tiene la misma pinta de militante que los militantes que, mientras espero para
hacer la entrevista, me miran escrutadores en el hall de aquel petit hotel con
pisos transitados que es la sede del partido. Y aunque Pitrola está resfriado,
emerge cuando se trata de hablar de política.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">–Se votó un
concepto que desarrollamos fuertemente en la campaña –continúa–, y que se
refleja en la clase obrera industrial sindicalizada y en la juventud: que el
final de la crisis no sea un ajuste al bolsillo popular. La crisis capitalista
mundial plantea la crisis de los partidos que gobernaron desde la Segunda
Guerra a la fecha, y la Argentina no escapa a esa situación. La conquista
política de las masas por supuesto es parte de una lucha, es parte de un
desarrollo, y es parte de la maduración de la conciencia popular.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Pitrola,
dirigente estudiantil durante el Cordobazo, secretario general adjunto de la
Federación Gráfica, organizador del Polo Obrero (la corriente piquetera
orientada por el PO), cruza con su acción política los últimos 45 años de la historia
argentina. Tanto él como su partido y el frente que reúne otras fuerzas de la
izquierda <i>dura</i>, no surgieron a la consideración pública con estos
resultados electorales. Hay trazas que los ejemplifican para quien les preste
atención y que ya son parte del paisaje. Por ejemplo, al otro día del reportaje
voy a La Plata para buscar alguna voz militante por este tema de las elecciones;
para llegar a La Plata en tren desde Lanús hay que hacer trasbordo en la estación
Avellaneda. Allí, en un poste frente al andén del ramal diésel que lleva a la
capital provincial, hay un stencil con la foto de un muchacho con barba y una
leyenda que dice <i>Mariano Ferreyra presente</i>. Mariano Ferreyra, uno de
esos tantos militantes que pasan por la sede del Partido Obrero, fue asesinado
de un disparo el 20 de octubre de 2010 durante una protesta por el pase a la
planta permanente de trabajadores tercerizados en el ferrocarril Roca. Mariano
fue asesinado no muy lejos del andén, y en el hall de la estación fueron
asesinados también Maximiliano Kosteki y Darío Santillán, hace once años, en
circunstancias parecidas aunque en contextos diferentes. O también esas trazas aparecen,
indirectamente, en los buscavidas que se bajan entre Berazategui y City Bell y
que a las cuatro de la tarde, de tanto tomar y tanto fumar en el furgón, ya son
fuego consumido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">–El resultado en
La Plata es todo militancia –me asegura con firmeza Laura Kohn, candidata a
concejal del FIT, durante una marcha en protesta por la falta de respuestas al
reclamo de los damnificados por las inundaciones que el 2 de abril dejaron
tantos muertos que aún hoy se desconfía cuántos son. – Y es todo militancia porque
fue una rebelión popular a través de las urnas. Y hay un dato interesante: la
juventud no es peronista. Que Néstor haya llegado a la banca de diputado es
importante porque él es un cuadro obrero. Él es un cuadro lejano, quizás, de
cuadros que pueden venir de la universidad. Su desarrollo como líder
revolucionario tiene la importancia sustancial de demostrarnos a los que
luchamos desde hace muchos años que es posible, que el movimiento obrero se
eleve políticamente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">El cuadro<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Mi viejo, viejo
peronista, decía que la izquierda era romántica, y se fue antes de ver el
pragmatismo menemista. Y esa imagen de un posible romanticismo político, el de
la libertad guiando al pueblo como en el cuadro de Eugene Delacroix, me lleva a
preguntarle a Néstor Pitrola si es posible un gobierno trotskista en esta
Argentina que vivimos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">–El punto es que
la izquierda anticapitalista tiene su hora –sigue–. Nos anotamos como
superación histórica del peronismo, el gran problema político de la Argentina que
esta elección ha puesto fuertemente de manifiesto. Preparamos a los
trabajadores para ser ellos mismos alternativa de poder. Ninguna fuerza
política disputa con el peronismo en los sindicatos como nosotros, lo mismo que
ninguna fuerza política disputa como nosotros en el movimiento estudiantil. No
pretendemos ser un color en el parlamento, y los personalismos los superamos
con la organización colectiva de la política de nuestro partido. Me parece que
en ese aspecto estamos haciendo camino con nuestro andar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Si hay que
referirse a un nuevo andar, Pitrola explica que la suya será una banca
rotativa: un año y medio estará él, un año y medio Myriam Bregman (del Partido de los Trabajadores Socialistas) y un
año Juan Carlos Giordano, de Izquierda Socialista, quienes lo secundaban en la
lista. Es un detalle que causa extrañeza pero que ya está en práctica en
Córdoba y Neuquén. Más que una novedad revolucionaria es la construcción
colectiva de la cual habla con orgullo militante y mirada vigorosa. Y en esa
construcción colectiva uno se imagina otras imágenes posibles, cuadros que a lo
mejor grafiquen qué cosa fue la Argentina para las generaciones que habiten
este suelo dentro de cien, doscientos años, o más allá, en el recuerdo
constante de algún museo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<b><span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12.0pt;">Carlos
Diviesti<o:p></o:p></span></b></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-57445498851659796292013-11-05T14:24:00.001-08:002013-11-05T14:24:35.815-08:00Apropiarse de la crónica, viviéndola<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.45pt;">
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXqGsODv-QxJiA4qXlOq2mXkkxf4AxFv3guJxlpywVwAO4k2N5lNHUOEclg7C8fCW-i6PG8zZBFKelZWgP_57mFXzPLc1dCGtH-MoocOABldo0zjr3ZVFA36RQJcxFrdS9W8N-4Gm-4GY/s1600/cuando+me+muera.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXqGsODv-QxJiA4qXlOq2mXkkxf4AxFv3guJxlpywVwAO4k2N5lNHUOEclg7C8fCW-i6PG8zZBFKelZWgP_57mFXzPLc1dCGtH-MoocOABldo0zjr3ZVFA36RQJcxFrdS9W8N-4Gm-4GY/s400/cuando+me+muera.jpg" width="240" /></a></div>
El 6 de febrero de 1999,
Víctor Manuel “El Frente” Vital fue acribillado por la policía. Tirado abajo de
la mesa de un rancho gritaba que no tiren, que se entregaba. El plomo policial
le destruyó la cara. Así murió el último pibe chorro “con código”. Así nace la
leyenda del ídolo pagano al que se encomendarán las siguientes camadas de
ladrones ofrendándole birra y porro para que este nuevo santito desvíe las
balas de la cana. Acá inicia Cristian Alarcon lo que serán dos años de visitar
y vivir la vida de la gente del tercer cordón suburbano. “Me sumergí en otro
tipo de lenguaje y de tiempo”, dirá. A través de este fusilado por la
“justicia” el cronista hará una autopsia de la clase media.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.45pt;">
El nombre del pibito chorro
canonizado por la gente fue lo que le permitió entrar al territorio a Cristian
Alarcon. Es que el “Frente” Vital era muy querido. Se caracterizó por repartir
lo que obtenía del robo entre la gente de su zona. Durante el relato, la <i>gorra</i> se mostrará traicionera, mafiosa y
deshonesta. El que habla es el Cristian Alarcón de la villa. Parando en la
esquina, viendo como la <i>jarra con ropi</i>
(alcohol con pastillas rohypnol) pega la vuelta. Comiendo las pocas milanesas
que había en la casa. Así se fue metiendo en las vidas y las historias de `la
San Fernando`, un lugar que “desde afuera parece barrio pero adentro es puro
pasillo”. Así fue conociendo los laberintos que usan los ladrones que ahí viven
para perderle el rastro a los cazadores de la Federal. Pero la yuta no es el
único enemigo, también están los transas. Javi, quién desde la última vez que
salió de la cárcel trabaja como cartonero, sentencia: “A los transas no se les
tiene ningún respeto. Ellos, que podrían hacer la plata robando, poniendo caño,
se quedan ahí vendiendo porquería que le arruina la vida a la gente”. En el
libro, Alarcón presentará al difunto “Frente” Vital como el último pibe chorro
con “código”: eso significa que lo que roba lo comparte, que no le roba a la
gente de su barrio, que respeta a sus mayores y a sus referentes en el delito.
Significa que no es “un atrevido”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.45pt;">
La cárcel, el calabozo, los
reformatorios, los institutos de menores, los juzgados son los otros hábitat de
los entrevistados. En ellos van a <i>ranchar
con el más poronga </i>(quedar bajo la protección de algún capo)<i> </i>y tomar<i> pajarito</i> (un alcohol hecho con la fermentación de la tinta de los
diarios). Afuera estarán las familias que en un principio sufrieron por la
elección de su cría y con las “entradas” aprendieron lenguaje y estrategia
legales, le tomaron bronca a la yuta y como Sabina Sotello, la madre del
“frente” Vital, se volverán referentes de las primerizas en esto de ser madre
de pibe chorro.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.45pt;">
Los rituales de la villa
tendrán varios templos. Uno será el boliche “Tropitango” donde la cumbia
quebrará caderas y fundirá pasiones de esas que duelen. Y duelen porque las
pibas cuando las cagan, cagan a trompadas. El otro templo será el rancho de
Magda, la mae umbanda. Cristian Alarcón no solo presenciará estos rituales,
sino que será aconsejado por “la africana”, la entidad que posee a esta madre
de chorros haciéndola hablar un raro portuñol. Habrá pedidos de material para
ofrendar (en su mayoría robado) Magda aclara que trabaja con fuerzas “blancas”.
<o:p></o:p></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.45pt;">
El libro nos para en la otra
vereda, la que no está asfaltada. El acierto del cronista es que no solo cuenta
sino que vive, acompaña, llora las muertes y llega a tener miedo cuando junto
al fotógrafo tienen que refugiarse de una balacera. Los muestra no como pibes
chorros sino como humanos que aman, sufren, zafan, se rescatan, consumen y
mueren. Esta es una historia de Robin Hoods con <i>llantas</i> (zapatillas), chaleco y chomba de punta en blanco.
Terminada la lectura me siento más cercano a ese “otro mundo”. Ahora tendré que
ver qué voy a pensar la próxima vez que me <i>metan caño</i>: si estoy ante un “pibe
chorro arruinado por la realidad social” o ante un “pendejo de mierda que ojalá
lo mate la cana”.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="text-indent: 35.45pt;">
<b>Lucas Gutiérrez</b></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-6407215467486994994.post-43613792223036086352013-11-03T07:28:00.000-08:002013-11-03T07:28:36.686-08:00Antes y después de Mariano Ferreyra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTRnE21qdj3sE9Wg6Eb9cbkrSj8fAh90Nb8RVKrcGvEL1xlxYevAY_lzGM7BZHwE9jeg14aUvafoWGb1EoqGj-flFO5OKcEp8RSlbztoLq-ADvk_kjeVRhR-tsIywMzb1_YMsFAN4C31c/s1600/Libro+Diego+Rojas.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="400" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgTRnE21qdj3sE9Wg6Eb9cbkrSj8fAh90Nb8RVKrcGvEL1xlxYevAY_lzGM7BZHwE9jeg14aUvafoWGb1EoqGj-flFO5OKcEp8RSlbztoLq-ADvk_kjeVRhR-tsIywMzb1_YMsFAN4C31c/s400/Libro+Diego+Rojas.jpg" width="272" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
El 20 de
Octubre del 2010 Mariano Ferreyra, dirigente del Partido Obrero de 23 años de
edad fue asesinado de un tiro por una patota del sindicato Unión Ferroviaria.
En <i>¿Quién Mató a Mariano Ferreyra?</i> Diego Rojas reconstruye
detalladamente la jornada de protesta de los tercerizados y el enfrentamiento
con la patota instigada y organizada por el propio secretario general de la
U.F., José Pedraza. El libro alterna sucesivamente los testimonios dolorosos de
familiares y compañeros de militancia de Mariano con el relato de una lucha
callejera denodada contra un enemigo poderoso, sindicalistas guiados por barras
bravas profesionales y una policía cómplice. Entre los dos se asienta la
dimensión creciente de la tragedia que ocupa en el libro. Uno es el estilo de
la crónica exhaustiva de los hechos; la otra, la palabra amorosa de quienes
perdieron a alguien que era una parte importante de sus vidas, dando lugar al
hiato entre las circunstancias omnipotentes y fatídicas de un país y los
anhelos y penas de sus habitantes. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
La carga de
la historia de una parte importante del gremialismo es pesada: incluye a la
derecha peronista asumiendo el control de la CGT; su complicidad con los
gobiernos de facto, primero el de Onganía y más tarde con los que seguirían al
golpe del 76; su asociación con los impulsores de la flexibilización laboral en
los 90' –que en muchos casos transformaría a los dirigentes sindicales en
empresarios– hasta nuestros días, donde
a todas luces los sindicatos legales han establecido un pacto con el régimen de
gobierno para conservar sus privilegios.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Cuando Rojas
completa el relato del enfrentamiento, le da lugar a una entrevista nada menos
que con Pedraza, quién sería más tarde condenado y encarcelado. Las respuestas
de Pedraza forman parte de una obvia estrategia de defensa, pero también dan
cuenta de una visión, desde la cual “los zurdos” fueron los instigadores del
conflicto por organizar la lucha por fuera de los canales normales del
sindicato, mientras que la patota era un grupo de buenos muchachos organizados
para defender legítimamente sus fuentes de trabajo. A continuación el diálogo
con la fiscal Cristina Camaño revela los fundamentos por los cuales se encontró
que había sido un ataque, del cual el secretario general era responsable
intelectual. La argumentación cauta de la fiscal en tiempos en que todavía no
se había expedido la justicia no logra cerrar los interrogantes posibles. <o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
Diego Rojas
titula a la manera de Rodolfo Walsh en <i>¿Quién
mató a Rosendo?</i> (donde Walsh demuestra que el sindicalista Rosendo García
fue asesinado por el poderoso burócrata de la Unión Obrera Metalúrgica Augusto
Timoteo Vandor), y quiere que sepamos que no es casual, que la única manera de
que la pérdida no sea en vano es que la sociedad tome conciencia de la
necesidad de los trabajadores de recuperar las organizaciones sindicales. Esa
sería la respuesta a tanta desesperanza, tanto por la ausencia de Mariano como
por la historia de un país donde el sindicalismo oficial es parte del problema
desde hace al menos 45 años.<o:p></o:p></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify; text-indent: 35.45pt;">
<b>Tomás Amans<o:p></o:p></b></div>
Daniel Rierahttp://www.blogger.com/profile/10611906491976187991noreply@blogger.com4