martes, 5 de noviembre de 2013

Cecilia Pando vs Barcelona: "violaciones" y violaciones

            Mariano Lucano e Ingrid Beck, directores de Barcelona. Foto Leo Vaca (Infojús Noticias)

      Con la participación de dos esposas de represores de la dictadura como testigos de la querella, ayer se celebró la segunda audiencia del juicio que la defensora de genocidas Cecilia Pando le inició a la revista Barcelona a raíz de la contratapa de la edición 193 que en un evidente fotomontaje mostraba a la activista pro-dictadura atada al estilo bondage, una práctica sexual sadomasoquista. Los días previos a la salida de ese número, a principios de agosto del 2010, Pando se había encadenado al Edificio Libertador para reclamar por la “injusta detención” de militares procesados o juzgados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico militar a quienes considera presos políticos.Tres años después, Barcelona se enfrenta a un juicio por daños y perjuicios que tiene como tema central la libertad de expresión y los límites de la sátira y la parodia. El argumento de Pando es  que la imagen deben analizarse en el contexto de sus costumbres y las de su entorno familiar y que la contratapa es una imagen “pornográfica” que va en contra de su estilo de vida.
En la sala de espera ( pequeñísima, incómoda ) del juzgado se encontraban quienes iban a ser los testigos por parte de Barcelona: el doctor Damián Loreti, abogado especializado en medios de comunicación, integrante del CELS (Centro de Estudios Legales y Sociales), quien fue, entre otros antecedentes, corredactor de la Ley de Medios, y Eduardo Blanco, periodista de la revista.
Alrededor de las 9 comenzó la audiencia. Estaban presentes Cecilia Pando, su abogada Cecilia Andrea Palomas Alarcón, el abogado defensor de Barcelona, Pablo Jacoby, la periodista de INFOJUS, Ximena Tordini y los directores de  Barcelona, Ingrid Beck y Mariano Lucano. Ante la pregunta de Jacoby pidiendo la opinión de Loreti, Palomas Alarcón intentó impugnarlo con una chicana, preguntando porqué se le pedía la opinión. Ante la reformulación de la pregunta, mencionándolo como experto en medios de comunicación, Loreti sacó a relucir su extensa experiencia y dejó  a la abogada de Pando sin argumentos. Explicó que los contenidos de Barcelona , y muy particularmente la contratapa cuestionada, se enmarcan en los conceptos de sátira y parodia, y que éstos son recursos críticos utilizados por los medios de comunicación. Todas las preguntas giraron alrededor de las características de Barcelona y de antecedentes similares en el país y en el exterior. La jueza, Susana Návoli, actuaba de manera distendida y de tanto en tanto bromeaba con los participantes
A continuación era el turno de las testigos de la demandante. No fue posible presenciar sus declaraciones, ya que manifestaron que “ afectarían la intimidad de Pando” por lo cual no permitieron el ingreso de los periodistas a la sala. Bajo estas condiciones declararon Ana Delia Magi –esposa del represor  Ernesto ”Nabo” Barreiro, conocido como el jefe de los torturadores del campo de concentración La Perla, situado en la provincia de Córdoba, donde entre 1976 y 1979 fueron asesinadas más de 2.500 personas y que está siendo juzgado por torturas y fusilamientos y Patricia Isabel Mauriño –esposa de Rafael Barreiro, otro represor que fue condenado a cadena perpetua en Corrientes acusado por los delitos de asociación ilícita, secuestros y privación ilegítima de la libertad agravada–.   Fue en aquel juicio que Pando le gritó al entonces secretario de Derechos Humanos de la Nación, Eduardo Luis Duhalde: "Me voy a encargar yo de hacerte mierda" y lo amenazó con el gesto de llevarse la mano a la garganta, como si fuera un cuchillo. Mauriño fue una de las mujeres que se encadenó junto con Pando al Edificio Libertador en 2010.
Esta cronista pudo enterarse por  Ingrid Beck que las declaraciones de Magi y Mauriño  fueron similares a las de la testigo de la primera audiencia, en sintonía con los fundamentos de la demanda. Básicamente, ambas dijeron que la sociedad debe entender que Cecilia es una madre de familia numerosa y honesta y que esa publicación la trastornó y avergonzó, tanto a ella como a sus hijos. Algunas declaraciones de Magi son rayanas con el grotesco: describir la contratapa de Barcelona es para ella, como "describir una violación". Es curioso, porque en la Megacausa de La Perla las ex detenidas-desaparecidas Patricia Astelarra y Susana Sartre, entre otras, describieron ante la Justicia cómo habían sido violadas en el centro clandestino de detención donde trabajaba de torturador en jefe el esposo de Magi, y al leer o escuchar sus testimonios no parece que una contratapa de Barcelona y una violación fueran lo mismo. A Magi también le pareció que el título "Sacá al genocida que hay en vos" era una "incitación a la violencia".
Mientras Magi y Mauriño declaraban estuvimos junto a otras mujeres amigas de Pando. Rubias, prolijas, delgadas, sin ostentación. Educadas, amables. Nada hay en ellas que pueda revelar su historia personal al lado de los asesinos. Impresiona verlas así, tan tranquilas.
Luego fue el turno de Eduardo Blanco, quien en sus respuestas marcó hasta qué punto están instaladas mundialmente –y en particular en la Argentina–  las revistas de carácter satírico como Barcelona. Blanco opinó que la tapa en cuestión estaba en línea con las características de la revista. Ante las preguntas de la abogada Palomas Alarcón, Blanco aclaró que no había en la contratapa un mensaje pornográfico ni se atacó la figura de Pando como mujer. Palomas formuló una pregunta llamativa, por lo mal intencionada y fuera de contexto, acerca de si Blanco conocía el caso del coronel Larrabure,  (quien fuera secuestrado por el ERP en 1974). La pregunta parecía destinada a igualar el “caso Larrabure” con los delitos de lesa humanidad perpetrados por la dictadura, que son los que denuncia sistemáticamente la revista. Blanco declaró que sólo conocía algunos detalles.
Cecilia Pando, que estaba vestida con vaqueros y ropa sencilla, se mantuvo impasible durante la audiencia y al terminar saludó amablemente a todos, incluídos sus demandados. Toda una señora.
Antes del fallo en primera instancia, aún resta la etapa de pericias y alegato. Cecilia Pando pidió la realización de dos pericias: una psicológica, para detallar cómo la afectó la publicación de un fotomontaje con su rostro; la otra, contable, para conocer el estado de las finanzas de la revista Barcelona. Luego cada parte hará sus alegatos. Después, Pando y los integrantes de Barcelona esperarán la sentencia, que, se estima, será dictada a principios de 2014.

Susy Estévez

3 comentarios:

  1. Susy, no sé por qué, pero fue la crónica que mas me atrapó de todas. No logro distinguir si fue la temática que me interesa o tu manera de redactarla, pero es lo menos importante, lo mejor es que la leí bien atenta. Beso!

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  2. Muy buena crónica. Me parece muy equilbrada en información e imágenes. La disfruté y me interese. Beso

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  3. Qué bueno tu estilo entre serio y sardónico, profundo y hasta displicente. Qué ganas de leerte, Susy...

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