jueves, 7 de noviembre de 2013

Medios en lucha

                     El delegado gremial de Perfil, Rubén Schofrin, habla a los trabajadores de prensa. Alfredo Herms-Argra.

Miércoles 6 de octubre, a las 13. En la esquina de Chacabuco y Moreno, frente a la editorial Perfil, hay una manifestación con gente en las veredas. Todavía no cortan la calle. Hay un camioncito cargado con cajas de sonido y se escucha la múica de los Redondos. El acto fue convocado por el Plenario autoconvocado de delegados de prensa escrita, radial y televisiva junto a la ARGRA (Asociación de Reporteros Gráficos de la República Argentina) por la reincorporación de siete trabajadores de Perfil que fueron despedidos el jueves pasado en medio de las elecciones de delegados. El plenario decidió el paro hasta el dictamen reciente de conciliación obligatoria. Esta no es la primera vez que los trabajadores organizados salen a resistir los despidos de la empresa: decenas de trabajadores, por ejemplo los despedidos en octubre del 2012. han sido reincorporados de este modo.
En la otra esquina, un grupo extiende banderas cortando Chacabuco  a la altura de Alsina. Un auto de alta gama quiere doblar, le preguntan si va al garaje y lo dejan pasar.
Cuando me acerco, hablo con Esteban Bekerman, periodista deportivo y uno de los despedidos:
–Esto se inscribe en una política de ataque a la organización sindical de los trabajadores, estábamos en un área separada de los proyectos de medios propiamente dichos y de esa manera no contamos en sus presupuestos. Ahí a algunos compañeros se le dan tareas que no tienen nada que ver con su oficio o incluso se los deja sin tareas precisas en un limbo mortal como forma de presión. Otros, como en mi caso, hacemos tareas normales. Yo me encargo de la redacción y actualización de las páginas web de varias de las revistas. Esa tarea la tiene que hacer alguien porque si no hay clics en las páginas no hay ingresos por publicidad. Además, soy parte de la junta electoral para elegir delegados, de manera que lo que hicieron también es ilegal. Esto solamente se puede entender por la obsecuencia de algunos directivos con las consignas bajadas por Jorge Fontevecchia.
Hablamos un rato más y también me dice:
–Además, otro compañero y yo fuimos despedidos en la situación de que estamos esperando familia así que...
Lo que deja en suspenso es la bronca y la desazón, me queda claro, y la actitud irracional del empleador.
Empiezan a hablar los oradores. Se sumaron algunos manifestantes más: ahora son unos cien. Acá hay delegados de varios medios, comisiones internas elegidas al calor de la lucha. Está en juego la participación de miles de trabajadores y la organización sindical de los periodistas. El delegado gremial de Perfil, Rubén Schofrin, explica con voz estentórea que el paro de actividades se mantuvo desde el jueves pasado, como respuesta a los despidos y que ya se dictó la conciliación obligatoria. Lo interrumpen por primera vez los aplausos.
El sindicato oficial, la Unión de Trabajadores de Prensa de Buenos Aires, brilla por su ausencia en el acto, aunque no en la mención crítica de los oradores. Las últimas elecciones de la Utpba deberán ser realizadas nuevamente. La lista Multicolor, opositora a la actual conducción, había presentado un reclamo a la Justicia para que se depuraran los padrones electorales antes de los comicios, y para que la oposición tuviera su correspondiente copia. La Justicia hizo lugar al pedido y ordenó que los comicios se suspendieran hasta que el gremio cumpliera ese requisito. Mientras eso no suceda,  la oposición tiene pocas o ninguna chance de reemplazar a la dirección actual. La Utpba decidió desoír el mandato judicial y realizó los comicios de todos modos, sin la Multicolor, que se negó a participar. La Justicia los anuló y reiteró a la Utpba la orden de entregar los padrones a la lista opositora.
En el acto en Perfil, delegados de otros medios toman la palabra y se leen adhesiones de otras comisiones internas de canales de TV, radios. Diarios y agencias de Prensa. Una buena cantidad de delegados de esos medios están presentes. Se encuentra presente el secretario general del Sindicato de Prensa de Rosario, Edgardo Carmona quien a la hora de hablar recuerda la importancia que tiene para el interior lo que suceda en Buenos Aires.
Schofrin relata además que durante el paro, el diario recibió la visita del presidente de la Corte Suprema de Justicia, Ricardo Lorenzetti al que aprovecharon para entrevistar, preguntándole en particular sobre el artículo 46 del fallo sobre la Ley de Medios que hace mención a la posibilidad de despidos en las empresas de medios. Lorenzetti dijo que el artículo “se malinterpretó”.

Una vez que la agenda del día fue expuesta, los discursos pasan a problemas de fondo y recuerdan las consignas: no a la precarización, no a la multifunción, diversos nombres que abarcan la multitud de maniobras destinadas a sobreexplotar a los trabajadores. El movimiento gremial presente se siente lo bastante fuerte para ir por más, en la perspectiva de: “la recuperación del sindicato, o la creación de un sindicato nuevo”, según las consignas que se enuncian en el acto. Me voy con mis notas mentales y grabadas: estuve cubriendo una parte de la vida de los que viven de esto. Una imagen lejos del glamour de los medios, pero también un movimiento sindical inmerso en la tendencia al recambio que se hace tan necesaria en las instituciones representativas de los trabajadores, con algunas ventajas únicas y logros fuera de lo común. Lo que vi me deja expectante, como si hubiera presenciado el surgimiento, el brote de algo nuevo, la posibilidad de cambiar algo.
Tomás Amans

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