domingo, 20 de octubre de 2013

La experiencia Baigorria: Sobre Sánchez




Sánchez es difícil. Por lo menos así lo afirma unos de los pocos libreros  que sabe de libros en Buenos Aires. Muy difícil, insiste. Ofrece entonces, ante su sentencia, libros para acercarse a la obra de Néstor Sánchez. Primero el que ha publicado el hijo de Sánchez, Claudio, Ojo de Rapiña. Una serie de textos inéditos sobre la experiencia de la escritura. Y después se le ilumina la cara: Sobre Sánchez es extraordinario. Un libro hermoso. Yo lo conozco a Baigorria. Es una maravilla lo que hizo.
Es tan buen librero que él mismo da las claves de una lectura posible. Comenta que el libro tiene una serie de notas al pie y recomienda con firmeza leerlas, no al final sino en continuidad con la lectura vertebral. También Baigorria da las mismas claves al inicio de su libro. Dos recomendaciones similares no pueden evitarse. Iniciar la lectura simultánea que se plantea es una verdadera desautomatización de nuestras lecturas corrientes. Se puede elegir, claro. Se puede también leer de corrido las primeras setenta y seis páginas y luego las siguientes ( que constituyen las notas al pie) hasta la ciento sesenta y cuatro. Automáticos como leemos todo. O se puede escuchar a escritor y librero e ir de adelante para atrás y así sucesivamente probando la resistencia del lomo para mantener unidas las páginas. Un lomo que quedará con rayitas finitas, casi tajeado. 
Podrá ponerse en duda lo de difícil, pero no por cierto la incomodidad  que causa Sánchez con sus libros y con su vida. Seis novelas inclasificables, la mitad de la vida como vagabundo o clochard ( por mi barrio es casi lo mismo) siguiendo las enseñanzas del Trabajo de Gurdjieff, místico que planteaba la desautomatización de nuestro inconsciente para acceder a otros estados (nada es casual) y luego el regreso al país, enfermo, para terminar sus días en Villa Pueyrredón. No quiso ser del boom latinoamericano, no quiso los honores, cuando no tuvo más para escribir no escribió más. Una literatura de experiencias, decía, y eso mismo es lo que hace Baigorria: una biografía imposible, un libro de experiencias. Arrimarse a la vida de Sánchez desde el prisma de la propia. Una herramienta real para una existencia que no se deja ver fácilmente y una literatura cocinada al fuego de la improvisación jazzística y la profundidad mística. Baigorria no opone, comparte con Sánchez. Su investigación lo inclina a su propia vida como instrumento y objeto a la vez.  Cuando en la vida de Sánchez aparece la filosofía de Gurdjieff, Baigorria mira ese suceso a través de su propio encuentro con la obra del filósofo. Trabajaba como sembrador de árboles cerca de Alaska y un fanático de Gurdjieff llegó hasta quemarse los pies para convencerlo. Cuando Sánchez, fantasea con un triángulo amoroso (en la vida y en la literatura) Baigorria expone sus experiencias de amor libre y pareja abierta. Se une a Sánchez con su propia historia, igual que aquel que en un bar ante la anécdota del otro, comparte la suya en el gesto amistoso de identificarse o emparentarse. Ese es el gesto literario y crítico del libro: emparentarse. Biógrafo y biografiado parientes de experiencias.
Si a Néstor Sánchez hay que leerlo, no te lo pueden explicar, así también hay que vivirlo con la propia vida para escribir sobre él. Sánchez es experiencia. Eso demuestra Baigorria. Y así quiso ponerle primero al libro: The Néstor Sánchez experience. Luego intentaría con La condición de la experiencia para, al fin, identificarse en este juego infinito y humano con el libro de Sergio Chejfec  Sobre Gianuzzi.

Néstor Sánchez y Osvaldo Baigorria compartieron Estados Unidos, el mismo país por unos años. Sin saberse. Sin la menor idea uno del otro. Los dos intentando, buscando la vida. Podrían haberse encontrado. Lo hicieron en este libro. La literatura experimentó el encuentro: el libro de Baigorria sobre Sánchez. 

Gabriela Borrelli Azara

4 comentarios:

  1. Quiero conocer a ese escritor Gabriela, y al otro, al que escribió el libro que elegiste.

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  2. Me atrapa la historia, pero me atrapa más aun, la manera de contarlo de
    Gabriela. Impecable el inicio de la crónica.

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  3. Me hizo interesar y googlear al poeta Sánchez a quien no conocía. Alguien en quien profundizar. Me pareció una crónica estupenda; equilibrada y apasionada al mismo tiempo. Susy Estevez

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  4. Muy bueno Gabriela! Yo escribí la otra crónica de Sánchez que todavía no se debe haber publicado porque la mandé hoy mismo, pero la tuya es mucho mejor! No quería leerla antes para no condicionarme y la verdad...me hubiera condicionado!

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